Muchos grandes inversionistas internacionales se han desprendido de acciones de Petróleo Brasileiro SA, PETR4.BR -3.66% o Petrobras, conforme la petrolera estatal brasileña enfrenta la crisis más grande de su historia en medio de acusaciones de corrupción.
Inversionistas incluidos Soros Fund Management LLC, que invierte a nombre del inversionista multimillonario George Soros y su familia; BlackRock Fund Advisors; y Fidelity Management Research Co., redujeron sus participaciones en la empresa en el cuarto trimestre, cuando el escándalo de corrupción cobró fuerza.
“Grandes inversionistas internacionales prefieren mantenerse lejos de Petrobras ya que la incertidumbre alrededor de la empresa es enorme. Así que han optado por tomar un camino conservador hasta que el panorama de la empresa se esclarezca”, dijo João Pedro Brugger, un gerente de portafolio de Leme Investimentos, con sede en Florianopolis. Brugger dijo que su empresa posee acciones en Petrobras como parte de un portafolio que equipara el índice bursátil Ibovespa de Brasil.
Soros redujo en 60% su participación en Petrobras, a dos millones de los ADR de la compañía a fines del cuarto trimestre, frente al tercer trimestre de 2014, según documentos publicados en el sitio web de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos.
BlackRock Fund Advisors, mientras tanto, vendió 8,28 millones de acciones en la petrolera el trimestre pasado, según FactSet, lo que le dejó 89,2 millones de títulos a fines del año pasado.
Fidelity Management redujo su participación en 690.100 acciones a 5,9 millones de unidades, según FactSet.
Las firmas no respondieron a pedidos de entrevistas en relación a sus estrategias de inversión.
Desde principios de septiembre, cuando empezaron a hacerse más frecuentes los informes periodísticos sobre el escándalo, los ADR de Petrobras perdieron casi 70% de su valor y su capitalización de mercado se redujo casi US$80.000 millones.
Incluso con el marcado descenso en su precio de acción en los últimos meses, ahora no es el momento de aprovechar las gangas, según los analistas.
“Ningún inversionista está considerando Petrobras a mediano o largo plazo, aún ahora que las acciones han caído tanto. No es una oportunidad de compra porque la empresa aún tiene muchas incógnitas que aclarar, ni siquiera ha publicado un informe financiero auditado”, dijo Alvaro Bandeira, director de la firma de corretaje Órama Investimentos en Rio de Janeiro.
A principios de mes, Petrobras nombró a Aldemir Bendine, ex jefe del estatal Banco do Brasil, BBAS3.BR +1.67% como su nuevo líder después de que la presidenta ejecutiva Maria das Graças Silva Foster y otros cinco ejecutivos renunciaran en medio de la investigación sobre acusaciones de sobornos y pagos a empresarios y políticos. Ninguno de los ejecutivos que renunciaron ha sido implicado en el escándalo.
En enero, Petrobras publicó su esperado balance financiero del tercer trimestre, pero los números no eran auditados y la empresa tampoco ofreció una cifra de sus potenciales rebajas contables que podrían ser generadas por la investigación.
Petrobras, que pospuso el informe de sus resultados del tercer trimestre dos veces, dijo que aún trabaja para estimar el daño financiero de la supuesta corrupción, y que también está evaluando las alternativas para medir el tamaño potencial de sus rebajas contables.
Mientras tanto, dijo que reduciría su inversión y vendería activos como consecuencia de la caída en los precios del petróleo y su enorme deuda.
Algunos inversionistas, sin embargo, han adoptado una posición neutral, y están manteniendo sus acciones en Petrobras por el momento.
Mark Mobius, el presidente ejecutivo del directorio de Templeton Emerging Markets Group y quien por mucho tiempo ha apostado a los mercados emergentes, mantiene su compromiso a la mayor economía de América Latina a pesar de sus problemas vigentes, incluidos la desaceleración económica y la alta inflación.
Templeton tiene alrededor de US$1.600 millones invertidos en Brasil, y Mobius hace poco dijo en una conferencia de prensa que aunque estaba “sorprendido” por la aparente extensión de la supuesta corrupción en Petrobras, el fondo mantendría sus aproximadamente US$100 millones invertidos en la empresa.