Por Martín Bravo.
Con algunos integrantes de la oposición presentes en el plenario de comisiones, y en medio de una polémica reglamentaria sobre la falta de convocatoria a una comisión, el kirchnerismo buscará emitir hoy el dictamen del proyecto del Ejecutivo para disolver la Secretaría de Inteligencia y crear una nueva Agencia Federal. El oficialismo decidió que el plenario en Diputados coincidiera con la jornada de la marcha convocada por los fiscales, y reclamó la asistencia de los opositores que mayoritariamente se habían ausentado tanto en el Senado como en el inicio del tratamiento en la Cámara baja. Ese escenario, con excepciones, se mantendrá hoy. Aunque se abrió una discusión sobre la participación en la sesión del próximo miércoles, y podría haber más presencias en el recinto.
A los cuestionamientos que ya había esgrimido la oposición, tanto al contenido del proyecto como a su consideración de que se trataba de una “maniobra distractiva” del Gobierno para retomar la iniciativa luego de la muerte de Alberto Nisman, se sumará un reclamo reglamentario. El kirchnerismo agregó al debate la Comisión de Legislación Penal, a pedido de su titular, Patricia Bullrich. La macrista no la convocó para hoy, por entender que la discusión empezó en un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Seguridad, hubo un cuarto intermedio, la reunión se reanudará esta mañana en ese marco y su intención será que una vez terminado el debate en esas tres comisiones pase a Legislación Penal. Bullrich le envió una carta a la kirchnerista Diana Conti, titular de Asuntos Constitucionales. “Solo cuando termine el debate en las comisiones originales y se firme el dictamen, solicito que sea girado a Legislación Penal para su estudio”, pidió.
Fiel a su estilo, el kirchnerismo buscará avanzar sin detenerse en el reclamo. Como réplica, esgrimirá que por reglamento los dictámenes pueden emitirse hasta 10 días antes del final del período -en este caso, de sesiones extraordinarias, que termina el 28 de febrero–, es decir hoy como fecha límite. Y esta mañana asistirán los diputados oficialistas de Legislación Penal para firmarlo, aunque su titular no convocó a la comisión. Oscar Parrilli, titular de la Secretaría de Inteligencia, su segundo Juan Martín Mena y Carlos Zannini, secretario Legal y Técnico de la Presidencia, invitados a defender el proyecto, anoche no habían confirmado su presencia. Se estima que la reunión terminará antes del comienzo de la “marcha del silencio” convocada por los fiscales, prevista para las 18 desde el Congreso, de la que participarán varios referentes de la oposición.
Hasta ahora, la mayor parte de los espacios no oficialistas había decidido no avalar el tratamiento, con el argumento de impulsar una “agenda propia” con la derogación del memorándum de entendimiento con Irán, la necesidad de esclarecer la muerte de Nisman y que no cayera su denuncia contra la Presidenta, el canciller Héctor Timerman y otros funcionarios, por una presunta maniobra para encubrir a los iraníes acusados del atentado a la AMIA, entre otros puntos. En la sesión en el Senado únicamente participaron los peronistas disidentes y en la primera reunión en Diputados sólo Nicolás Del Caño, del PTS.
El escenario comenzó a modificarse. Elisa Carrió fue la primera en desmarcarse y anunciar que asistirá esta mañana, a exponer su posición y a apuntarle a César Milani, jefe del Ejército, por el espionaje de las Fuerzas Armadas. Claudio Lozano, de Unidad Popular, también estará presente. “No es hora de vaciar las instituciones, sino de desbordarlas con el mayor debate posible”, aseguró. Algunos diputados también decidieron ocupar sus bancas en la sesión, prevista para el miércoles, aunque los jefes de bloque de la UCR, el massismo, el PRO y el Frente Renovador por el momento mantienen la decisión de ausentarse y sólo dar el debate sobre los acuerdos con China, que se tratarían en la misma jornada. Y acordaron firmar el miércoles un compromiso para derogar la reforma a la ley de Inteligencia e impulsar otro proyecto con el nuevo gobierno, aunque seguirán discutiendo luego de la marcha.
