Los efectos sobre la seguridad del sistema eléctrico y la calidad de su servicio, así como sobre los precios de la energía, asociados a la incorporación masiva de centrales de generación en base a energías renovables no convencionales (ERNC), principalmente eólicas y solares, tiene preocupados a distintos actores del sector.
Este año el 80% de la capacidad que entrará al Sistema Interconectado Central (SIC) será de este tipo y para los próximos ejercicios se prevé una incorporación promedio de 1.000 MW anuales.
El desafío, dicen en la industria, es poder compatibilizar la operación de estas centrales con la generación convencional y así disminuir posibles impactos negativos, aunque los desarrolladores no convencionales, reunidos en Acera, apuntan a la diversificación de la matriz y menores costos como la principal ventaja de estas tecnologías.
El tema se ha tratado en los Centros de Despacho Económicos de Carga, tanto del SIC como de la red de Norte Grande, SING, donde han instalado mesas que por parte del gobierno lidera la Comisión Nacional de Energía (CNE).
El vicepresidente ejecutivo de Acera, Carlos Finat, dice que la discusión comenzó en 2014 y se ha desarrollado en distintas instancias, hasta que a mediados de diciembre pasado se reunieron a tratar el tema con el secretario ejecutivo de la CNE, Andrés Romero, cita que se repitió durante la primera quincena de enero.
"La CNE ha invitado a un grupo de personas que tienen un alto grado de conocimiento en la operación coordinada del SIC y del SING. Acera, al igual como lo ha hecho con las diferentes iniciativas de la Agenda de Energía, está colaborando en ese grupo a través de su director ejecutivo", dijo Finat, quien precisó que los detalles de este trabajo corren por parte de la autoridad.
Andrés Salgado, director técnico del CDEC-SIC
Las restricciones de transmisión en la zona norte del SIC, junto al ingreso de proyectos eólicos y solares, llevaron al CDEC-SIC a tomar medidas para mejorar la gestión del despacho eléctrico en Atacama y Coquimbo, aumentando la capacidad de transporte de las líneas existentes, hasta unos 1.100 MW de capacidad, dice el director técnico del organismo, Andrés Salgado.
Añade que Guacolda (600 MW), de AES Gener, ha debido adecuar su operación al nuevo escenario, reduciendo su operación al mínimo técnico en las horas en que el aporte de las ERNC aumenta. A ello suma que se ha dado un fenómeno nuevo: el "vertimiento" de energía, es decir, que parte de la producción no puede ser inyectada y se pierde.
Las ERNC han ayudado a bajar los costos marginales en la zona, beneficiando principalmente a los que inyectan a bajo precio y reciben valores acordados por contrato. Esto, sin embargo, podría complicar a los operadores que apostaron al mercado spot, dice Salgado. La situación se normalizaría una vez que opere la ampliación del SIC entre Polpaico y Cardones.