Así se lo confirmó el gobernador Daniel Peralta a TiempoSur esta semana. “Lo van a tener que pagar”, dijo taxativo luego de que no avanzara la idea de celebrar aportes voluntarios de las operadoras. El proyecto del diputado Paiva quedó en stand by y ahora provincia y mineras seguirán discutiendo en la justicia.
“Nosotros no queremos que se presente voluntariamente ninguna empresa, queremos que paguen el Impuesto Inmobiliario Minero y lo van a tener que hacer”, le dijo el jueves el Ejecutivo provincial a este diario, cuando se le consultó el grado de avance de la propuesta que le iba a permitir a las operadoras sortear el tributo al que tildaron de inconstitucional.
Las declaraciones de Peralta resultaron una novedad y un nuevo revés en la pelea entre el Gobierno y las mineras por la renta, ya que hasta hace poco -diciembre del año pasado- el Gobernador había manifestado que “la salida al Impuesto Inmobiliario Minero era el acuerdo entre las operadoras, el Gobierno, los trabajadores Y las comunidades, era el proyecto de Martín Paiva”.
El proyecto de Paiva
En el mes de octubre, el legislador presentó en Diputados un proyecto de ley que promueve acuerdos con las empresas mineras como alternativa al Impuesto Inmobiliario Minero del año 2013.
Pretendía que los ingresos que se obtengan por los acuerdos logrados tendrían dos destinos específicos: en un 50 por ciento irían al sostenimiento de la Caja de Previsión y la otra mitad se destinaría a fortalecer el presupuesto provincial de Salud, “especialmente a los hospitales”.
Actualmente, como lo establece la Ley Nacional de Inversiones Mineras, se paga hasta un 3% por el llamado “valor boca de mina”, equivalente al valor del mineral bruto menos los costos de producción.
Lo que pretendía Paiva con la anuencia del Ejecutivo, era que las compañías pagasen la diferencia hasta alcanzar el 3% del valor de comercialización del mineral refinado, un monto sustancialmente mayor.
El acuerdo, incluiría tablas que elevaban gradualmente el porcentaje de contribución que deberán abonar las operadoras, que va desde el 0.25% al 1.50% más. Así, cuando el valor de mercado de la plata y el oro otorgue a las mineras una renta extraordinaria, la provincia percibirá un ingreso que podría elevarse hasta el 4.5%
Sin embargo, después de haber mostrado este gesto de voluntad y aun cuando pre existía otro borrador y la puerta abierta para que las mineras accedan a aportar a las alicaídas arcas provinciales por fuera del impuesto, no hubo buena predisposición por parte de las operadoras y las puertas del Gobierno se cerraron.
Durante el último tramo del año, las mineras fueron acusadas de haber desplegado un fenomenal lobby para que el proyecto de Paiva no prosperase y además de negarse sistemáticamente a dar signos de responsabilidad social empresaria.
El impuesto, en la Corte Suprema
En septiembre de 2013, el Impuesto Inmobiliario Minero salió por votación resistida en la Cámara de Diputados santacruceña, sin embargo aún no se logra implementar.
El impuesto va contra las reservas y no contra la renta, por lo que fueron varias las empresas que en aquel entonces amenazaron con para sus planes de inversión, asegurando que el tributo viola la Ley de Seguridad Fiscal sancionada en los 90.
Tras que se aprobara el impuesto y cuando habían pasado dos meses en los que el Gobierno no definía su ingeniería para aplicarlo, las mineras evaluaron junto al por entonces, ministro de la Jefatura de Gabinete Ariel Ivovich, una propuesta que llevaba las regalías mineras al 3% sobre el valor de facturación y no como es actualmente, sobre el valor de boca de mina. A la vez que se discutiría un fideicomiso del 1% para infraestructura escolar y hospitalaria.
Empero, tras la salida de Ivovich del gabinete, esta propuesta se frenó y el ex ministro fue acusado públicamente de haber hecho lobby para que las mineras no pagasen el impuesto con el que presuntamente se iban a recaudar unos 150 millones por mes y lo sustituyeran por un acuerdo desfavorable.
Al margen, vale mencionar que el Gobierno santacruceño es de la idea de que el futuro Congreso Nacional modifique el Código Minero. “No hay una empresa provincial minera, acá hay empresas enormes que explotan nuestros recursos naturales y por eso, se tienen que adaptar a lo que los santacruceños vayamos determinando”, había dicho el año pasado el Ejecutivo, el día que anunció desde Perito Moreno que crearía un Instituto del Agua para uso industrial con el que subirá al “cien mil por ciento el costo del agua” para las mineras.
Lo cierto es que actualmente al menos tres compañías elevaron un recurso extraordinario a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, para frenar el cobro del Impuesto Inmobiliario Minero por entender que va en contra de la Ley de Inversiones Mineras, sancionada a principios de los ’90 y que precisamente, es aquella que brindó estabilidad fiscal por 30 años a los empresas extractoras de metales.
De las operadoras Cerro Vanguardia, (AngloGold Ashanti), Triton (Pan American Silver), Minera Santa Cruz (Hochschild), Minera Andes y Goldcorp, ninguna acepta el Impuesto Inmobiliario que sólo dos habrían pagado en un primer momento, aunque bajo protesta.
Ya no hay disimulos ni frases elípticas. Ayer, la presidenta Cristina Kirchner eligió un discurso frontal, crudo y por momentos irónico para cuestionar algobernador Daniel Peralta. "Los que se quejan no merecen ser gobierno", afirmó y provocó aplausos, talló en la interna política provincial y marcó sus profundas diferencias con quien fuera el hombre elegido por los Kirchner para gobernar Santa Cruz.
Fue uno de los puntos más duros del discurso la jefa del Estado, principal oradora en el acto que recordó el 136° aniversario del Bautismo del Lago Argentino. Recordó que durante los 90 Santa Cruz no recibía obras por sus diferencias con el gobierno de Carlos Menem. "Nunca eso fue motivo de queja ni de excusa", y en medio de los aplausos agregó: "Los que se quejan no merecen ser gobierno, ni acá ni en ninguna parte", y completó "porque si se quejan los gobernantes, qué le queda a la gente".
En otro momento, ironizó: "Hace más de 10 años que [Néstor Kirchner] no gobierna Santa Cruz, ¿cómo se nota, no?"
Cristina Kirchner y el gobernador de Santa Cruz no se hablan desde hace ocho meses, en medio de una crisis política y económica que puso en jaque el gobierno de Peralta. Entre sus enemigos más acérrimos, el gobernador cuenta a la mitad de los intendentes, que ayer aplaudieron a Cristina y sonrieron cuando ella prometió que seguiría ayudándolos desde la Casa Rosada.
"Les quiero agradecer a los intendentes -afirmó la Presidenta a los siete jefe comunales que la acompañaban- hacen una gran tarea, sin ningún apoyo que no sea del gobierno nacional, y les ponen palos en la rueda? yo les pido a todos que si no hacen cosas, que dejen trabajar tranquilos a los que trabajan."
Desde Río Gallegos, Peralta respondió los dichos de Cristina y pidió que la oposición interna lo deje gobernar: "Ojalá los diputados de La Cámpora y de los sectores políticos que responden a los teléfonos de Buenos Aires dejen trabajar tranquilos a los ministros y funcionarios de este gobierno". Y devolvió las ironías: "No más palos en la rueda, siempre es bueno coincidir con la jefa del Estado". Según añadió, "reclamar lo justo no es quejarse".
Antes del acto, Cristina Kirchner inauguró la ampliación del aeropuerto operado por la empresa London Supply (empresa relacionada con el caso Ciccone). Allí se cruzó con el cantante el Chaqueño Palavecino, que a la noche había cantado en el festival y saludó a turistas franceses que regresaban a su país. La jefa del Estado aseguró que la triplicación del aeropuerto de El Calafate (pasó de 3000 a 9000 metros cuadrados) se realizó con fondos nacionales, debido "al altísimo grado de endeudamiento que tiene la provincia".
Durante el acto, la jefa del Estado se conectó por videoconferencia con la localidad de Perito Moreno, para inaugurar obras. "No vamos a tirar ni un solo árbol. Los árboles son sagrados, no se tocan, por lo menos, acá en El Calafate, sobre mi cadáver", dijo, en una alusión a la tala de árboles en la avenida 9 de Julio para la instalación de una trayecto del Metrobus, iniciativa del jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri (ver página 14).
Antes de partir a Río Gallegos, Cristina posó divertida sobre el capot de una "coupé justicialista", uno de los autos antiguos que ayer participaban del tradicional desfile. Minutos antes, en el discurso, arriesgó una frase casi inesperada, "Aquellos que tienen tantas cosas, que tienen todo, no tienen tiempo de mirar ni de escuchar a Dios. Mirá, Lito [en referencia al cura Carlos Álvarez], decí que no hay Papisa, si no te estoy disputando algún lugar".