Por José Luis Salas.
La novela de Portezuelo del Viento tuvo un nuevo capítulo en los últimos días con la noticia de que la obra estaba contemplada en uno de los acuerdos que firmó la presidenta Cristina Fernández con el gobierno chino en su gira por ese país. Un diario porteño habló de un compromiso de financiamiento del Banco de Exportaciones e Importaciones de China (Cexim) por 650 millones de dólares para esa obra hidroeléctrica que se proyecta en Malargüe.
Lo cierto es que en el Gobierno de Mendoza aún no tienen certezas sobre qué es lo que se firmó, aunque creen que puede ser el apoyo habitual que el gobierno chino les brinda a sus empresas para que compitan en mejores condiciones en las licitaciones de grandes proyectos.
El ministro de Infraestructura, Rolando Baldasso, dijo a UNO de San Rafael que “no he tenido reuniones de vuelta con la Nación para saber cómo es el financiamiento” acordado, pero explicó que generalmente cada empresa que participa en una licitación de este tipo “tienen un financiamiento en la espalda”, aunque “también puede ser que sea un crédito que tome la Nación con China”.
En el caso de Portezuelo, existía un requisito en el que los interesados debían “ofertar un financiamiento privado mínimo del 35% del costo total cotizado” de la obra, según había revelado en julio de 2012 el entonces jefe de Gabinete nacional Juan Manuel Abal Medina en su visita al Congreso, cuando también había relevado que no había plata asignada para Portezuelo.
Pero más allá de la falta de detalles del convenio, Baldasso descartó que se vaya a adjudicar en forma directa la obra a los chinos y recordó que actualmente el proyecto de Portezuelo del Viento se encuentra en lo que se denomina “manifestación de interés”.
En noviembre de 2011 se inició un proceso de preselección de empresas interesadas en la construcción de la megaobra sobre el río Grande y se presentaron ocho consorcios, la mayoría uniones transitorias de empresas (UTE), una de las cuales integrada por una empresa china.
Se trata de Sinohydro Group, una compañía estatal china de ingeniería y construcción que se presentó en UTE con dos constructoras mendocinas.
Desde entonces no se avanzó más en la licitación. En los presupuestos nacionales de los años siguientes las partidas para encarar el proyecto brillaron por su ausencia.
Posteriormente surgió la oposición de La Pampa, que comenzó a usar el tema en el conflicto del Atuel. Desde esa provincia empezaron a decir que no iban a dar su voto positivo en el COIRCO si Mendoza no le asegura un caudal fijo por el Atuel.
El COIRCO es el Comité Interjurisdiccional del Río Colorado integrado por todas las provincias con ribera sobre ese cauce, cuya autorización es necesaria para la construcción de Portezuelo, ya que el río Grande integra la cuenca del Colorado al volcar sus aguas allí.
Según Baldasso, esta negativa pampeana es el motivo de la demora en encarar la megaobra, aunque estimó que “en los próximos dos o tres meses vamos a tener novedades” en este tema.
Datos
580 millones de dólares es el costo estimado de la megaobra que se construirá en el río Grande, que además de aprovechar su potencial energético generará un nuevo oasis productivo y sumará un atractivo turístico a Malargüe.
178 metros de altura tendrá la presa con un volumen aproximado de 2.360.000 metros cúbicos, cuya central hidroeléctrica permitirá una generación anual de 890 GWh, a través de tres turbinas Francis de 70 MW cada una.