Luego que la fiscalía acogiera la denuncia de Renovación Nacional en contra del hijo de la presidenta Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos, y su nuera, Natalia Compagnon, en la UDI dan por hecho que lo propio ocurrirá con la que el partido presentó en tribunales el mismo lunes. Aunque persiste la duda acerca de las razones que inhibieron al gremialismo de no inclinarse por una querella dada la certeza de sus dirigentes en cuanto a que existirían razones fundadas para creer que se configuraría delito en la forma como se realizó el negocio de la compra de terremos en Machalí, Región de O'Higgins.
De hecho, el vicepresidente de la tienda, diputado Gustavo Hasbún, reiteró ayer la posición del partido en torno al tema, asegurando que "no sólo estamos en presencia de un supuesto tráfico de influencias, de uso de información privilegiada, nepotismo o clientelismo, sino que también estamos atentando contra la fe pública, porque obviamente es el gobierno en su conjunto el que aparece cuestionado por una situación anómala que favorece a una empresa".
Eso, porque en la casona de calle Suecia tienen la convicción de que en la medida que avance la investigación quedará de manifiesto la existencia de delitos, particularmente los que la UDI pidió que se investigaran, es decir, el tráfico de influencias y el uso de informacipon privilegiada.
Entonces, ¿por qué no se optó por presentar derechamente una querella? En la tienda explican que esa fue más bien una decisión política que judicial. Ello, porque el partido no podía correr el riesgo de que el Ministerio Público la rechazara. Ahora ya están más tranquilos y optimistas en orden a que la denuncia de la UDI también sería acogida, pues -según se jactan algunos dirigentes- incluso está mucho mejor fundamentada que la que presentaron sus socios ante la Fiscalía Nacional.
En este escenario, en el partido ya tienen preparada también la estrategia para el proceso de investigación, ya que asumen que su denuncia confluirá con la de sus socios, en manos del fiscal Luis Toledo.
Presión al fiscal
En el documento de 19 carillas que el gremialismo presentó ante el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago, sugieren una serie de diligencias a fin de acreditar los supuestos delitos que motivaron la denuncia -entre ellas citar a declarar a Dávalos- y en la UDI comentan que esperan que, en su momento, cuando sea acogida la presentación, el fiscal realice la investigación de manera acuciosa. El peor escenario para los dirigentes de la colectividad sería que se hicieran un par de indagaciones, se concluyera que no hubo delito y se cerrara la causa.
Para asegurarse de que eso no ocurra, en el partido se preparan para ejercer una fuerte presión pública sobre el fiscal que lleve la causa, sea Toledo o cualquier otro, porque estan convencidos de que "si hace bien su trabajo, van a aparecer los datos necesarios para configurar uan querella", que es el próximo paso que la UDI no descarta.
Cultura de la corrupción
Por otra parte, el diputado Hasbún negó que sea posible comparar el caso Penta con el que involucra al hijo de la Presidenta e incluso no dudó en acusar al gobierno de instalar en el país lo que llamó la "cultura de la corrupción", argumentando que "el mejor ejemplo tiene que ver con que por un lado justifican y, por otro, tratan de bajarle el perfil (a la situación) y, finalmente, nadie es capaz de opinar de una situación que, obviamente, compromete a muchas personas que están vinculadas con el gobierno" e instó a la mandataria a "dar la cara".