Problemas en la operación de algunas zonas industriales de la división Chuquicamata enfrentará Codelco si el Consejo de Monumentos Nacionales no modifica la declaración de Zona Típica y Monumento Histórico que dictó para el campamento de esa faena minera, que hasta 2007 albergó a parte importante de sus trabajadores.
El 28 de enero pasado la instancia, compuesta por 21 miembros, otorgó esta condición patrimonial especial a 184 hectáreas.
En la industria comentan que hay preocupación por los efectos que esta decisión puede tener, considerando la cercanía entre la zona que será preservada y las zonas industriales y el rajo de la mina.
Consultada la estatal, señalaron que el 10 de febrero presentaron un recurso de reposición ante el Consejo de Monumentos Nacionales, solicitando que el acuerdo se deje sin efecto.
La empresa señaló que están solicitando "un nuevo acuerdo que tome en consideración los usos y funciones actuales existentes en el área, la protección patrimonial y el normal desarrollo de las actividades mineras en la zona para dar paso a una nueva propuesta de área de protección que esté acotada a la propuesta existente en el expediente".
La empresa enfatizó que su interés es conservar el patrimonio histórico de la centenaria operación, pero el área determinada por el acuerdo no está en línea con la propuesta inicial de conservación, pues en la nueva definición fueron incluidos lugares que actualmente tienen uso industrial y lo tendrán en el futuro, dicen.
La estatal señaló que consideran compatible el desarrollo de actividades industriales con las de conservación patrimonial, como ya lo realizan en Sewell, en la División El Teniente.
En ese sentido, fuentes del gobierno explicaron que instalaciones eléctricas, galpones y zonas que están siendo alcanzadas por uno de los botaderos figuran en la declaración, lo que podría provocar problemas operativos y de seguridad en circunstancias que la fase subterránea de esta división está en plena ejecución.
Agregan que además esta condición burocratizaría los procesos de la faena, pues la condición de protección exige una serie de permisos con el objeto de realizar modificaciones o, en este caso, la mantención de equipos.
La idea de otorgar esta protección al ex campamento de Chuquicamata surgió por parte de la Corporación de Cultura y Turismo de Calama y la Agrupación de Hijos y Amigos de Chuquicamata que, en agosto de 2013, elevaron una solicitud al Consejo de Monumentos Nacionales.
En ese proceso, la empresa tomó conocimiento de la propuesta que en diciembre hizo la comisión de Patrimonio Histórico de la entidad. Esto incluía una superficie de 36 hectáreas, que se acotaba al casco histórico y los edificios principales del campamento, más el cementerio y algunos sectores representativos de los tipos de viviendas, además del traslado y recreación de otras construcciones hacia el área a proteger, explicaron en Codelco.
Por eso, comentan fuentes de gobierno, la decisión de proteger 184,44 hectáreas llamó la atención y causó sorpresa.
De hecho, Codelco informó que a su juicio la superficie a preservar no debería superar las 22 hectáreas.
En el Consejo de Monumentos Nacionales explicaron que a mediados de marzo se conocerá el acta con los acuerdos. En esa fecha se reunirá nuevamente el grupo de expertos y se oficializará el polígono afecto a protección.
Cualquier reposición debería resolverse, teóricamente, durante el mes siguiente, en abril, dijeron.