Las importaciones, es decir, las compras que Chile hace al exterior, se desplomaron enero. Con sólo US$ 4.920 millones en el primer mes del año, las internaciones anotaron una caída de 19,1%, respecto de igual período del año anterior, siendo su mayor contracción desde octubre de 2009, cuando retrocedieron 29,1%.
Como contrapartida, las exportaciones alcanzaron US$ 6.080 millones, lo que implicó un avance de 13,9%. Así, el saldo de la balanza comercial en el primer mes del año anotó un superávit de US$ 1.376 millones.
Dentro de las importaciones, las de bienes de consumo, descendieron 14,7%, lo que da cuenta del menor dinamismo de la demanda interna. Así, por ejemplo, los bienes durables (que se pueden utilizar durante un período superior a un año y que tienen un valor alto) bajaron 18,8%, liderados por automóviles con una caída de 30%. Le siguieron computadores con una caída de 13,6% y televisores, de 6,5%.
Por su parte, los bienes semidurables (que pueden utilizarse por más de un año, pero menos de tres, y que no tienen un valor relativamente alto) cayeron 12,6%. En esta categoría, vestuario bajó 9% y calzado, 21,8%.
Las importaciones de bienes de capital, aquellas que permiten anticipar los ciclos de inversión porque son intensivas en maquinaria y equipo, se contrajeron 18,7% en el mes, tras haber registrado un aumento de 24,4% en diciembre de 2014.
En este tipo de internaciones las bajas fueron lideradas por buses, con un frenazo de 59%, seguido de camiones y vehículos de carga (-33,5%) y maquinaria para la minería y construcción (-31,8%).
Las compras de bienes intermedios descendieron 20,6% arrastradas por la baja en el precio del petróleo. Así las compras de crudo cayeron 57,4%; las de diésel, 45,7%; las de carbón mineral, 22,5%, y gas natural licuado, 62,9%.
RECUPERACIÓN
El economista de la Universidad de Chile, Alejandro Alarcón, sostiene que la caída de las importaciones no es sorpresiva, ya que “la reactivación de la economía aún está por decidirse”.
En ese sentido, afirma que aún no ha llegado el punto de inflexión en la economía, y que se debe esperar al desempeño de la inversión en el primer trimestre del año.
Alvaro González, economista de Banco Santander asegura que la balanza comercial de enero “es un reflejo de lo que se espera para la primera parte del año: una economía dinámica en sus exportaciones, gracias a un tipo de cambio más depreciado, pero que todavía cuenta con una demanda interna débil, siendo reflejo de lo anterior, el bajo dinamismo de las importaciones”.
Cristóbal Gamboni, economista de BBVA, precisa que “al parecer los bienes de capital seguirán cayendo hasta el primer trimestre del año, principalmente, por la categoría de maquinarias y equipos.
Al ser consultado sobre una posible recuperación de la inversión, el economista es enfático en señalar que por el lado de los privados no ve un repunte para este año. Agrega que el sector público va a tener más protagonismo, sin embargo, debe cumplir con etapas, lo que postergará el mayor dinamismo para la segunda parte del año.
ENVÍOS
Los envíos mineros crecieron 23,9%, su nivel más alto desde marzo del año pasado, cuando crecieron 25,9%, siendo el cobre el responsable del incremento.
Según González, en términos reales, “el aumento sería más pronunciado, considerando que el promedio del precio del metal rojo durante enero de 2014 fue US$ 3,31 la libra, mientras que para el mismo mes de 2015 fue de US$ 2,61 la libra”.
Agregó que el incremento también estuvo favorecido por la baja base de comparación, ya que en enero de 2014 se produjo el paro portuario.
Las exportaciones agropecuarias, silvícolas y pesqueras, en tanto, anotaron un avance de 20,7%, su mayor alza desde octubre de 2013, cuando crecieron 34,5%.
Gamboni, explica que el crecimiento de los envíos “puede ser una respuesta de los exportadores a un tipo de cambio más depreciado”.
Durante enero de 2015 las importaciones llegaron a US$ 4.920 millones, lo que representó un descenso de 19,1%, la mayor caída desde octubre de 2009, según los datos publicados ayer por el Banco Central.
Para el economista de BICE Inversiones, Sebastián Senzacqua, la caída responde principalmente a dos factores: la demanda interna no ha logrado recuperarse y, por otro lado, hubo una importante caída en el precio del petróleo, que es una de las principales importaciones chilenas.
En enero, las importaciones de combustibles sumaron US$ 453 millones, la mitad de lo registrado en el mismo mes de 2013. En detalle, las compras de petróleo bajaron 57,4% en doce meses y las de diésel, un 45,7%.
A nivel internacional, el precio de petróleo WTI promedió US$ 94,8 el barril en enero 2014, versus los US$ 47,33 del mismo mes de 2015.
Las estadísticas del Banco Central también mostraron una caída (18,7%) en las importaciones de bienes de capital, retomando el desempeño negativo que marcó todo el 2014 y que fue interrumpido con un alza solo en diciembre. Esta última se debió principalmente, según el economista del BBVA, Fernando Soto, al incremento puntual de algunos bienes de capital relacionados con el transporte.
Suben los envíos
Por su parte, las exportaciones alcanzaron los US$ 6.296 millones en enero, con lo que crecieron 13,9% en doce meses. El incremento -que se suma al alza de 16% de diciembre- estuvo incidido, principalmente, por los envíos de la minería que aumentaron 24% y los agropecuarios, con 20%.
Las exportaciones fueron positivas debido a los embarques de cobre, que crecieron 30%, a pesar de la caída que mostró su precio en igual horizonte de tiempo: "El cobre ha caído desde enero del año pasado cerca de un 20% y las exportaciones mineras en enero presentaron un incremento relevante", destacó Senzacqua.
Hacia delante, los analistas estiman que el desempeño de las exportaciones se mantendrá mejor en que 2014, impulsado por un mayor tipo de cambio y demanda externa. Mientras, para las importaciones esperan que repunten a mediados de 2015, por la recuperación de la demanda interna.
En las importaciones, la tendencia aún no ha cambiado respecto de 2014, en que hubo una desaceleración importante, sobre todo en bienes de capital, por la desaceleración importante de la inversión, afirma Senzacqua.
Asimismo, pronostica un crecimiento de 3,1% de las exportaciones, porque "creemos que la economía global va a seguir creciendo y también el tipo de cambio podría mantenerse en los niveles actuales".
Para el economista del banco Santander, Álvaro González, las exportaciones crecerían 4% en el año, mientras que las importaciones lo harán un 3,7%, si el consumo y la inversión se recuperan.
Respecto del consumo, el economista del banco Penta, Matías Madrid, señaló que sus proyecciones siguen deprimidas, "básicamente por una caída de la tasa de crecimiento del empleo".
Para las importaciones de bienes de capital, Madrid anticipa que debería seguir una senda positiva hacia delante: "Esperamos una recuperación de la inversión en maquinarias y equipos desde el segundo trimestre de 2015, para así estar con crecimientos positivos como los de diciembre, pero de forma permanente".
"El pronóstico para las exportaciones sería 4% y para las importaciones de un 3,7%, siempre y cuando veamos una recuperación del consumo y la inversión".
SEBASTIÁN SENZACQUA
Economista de Bice Inversiones
"Esperamos una recuperación de la inversión en maquinarias y equipos desde el segundo trimestre de 2015".
MATÍAS MADRID
Economista del banco Penta