En 17 años el crudo no había tenido dos semanas así. El Brent saltó 18% en los últimos diez días de transacciones, cosa que no ocurría desde marzo de 1998. El alza se desató a fin de enero, cuando se supo que el número de plataformas operando en Estados Unidos había sufrido su mayor descenso semanal en casi 30 años. La inestabilidad del precio fue la mayor en casi seis años.
El rebote se relaciona con que compañías como Statoil, BP y Shell redujeron sus inversiones en respuesta al colapso del precio. Los perforadores de EE.UU. sacaron más máquinas de los yacimientos, según datos de Baker Hughes conocidos el viernes. Arabia Saudita bajó los precios para las exportaciones de marzo a Asia a su menor nivel en por lo menos 14 años, lo que da a entender que el mayor productor de la OPEP sigue dispuesto a pelear mercado.
“Se está estableciendo un piso”, dijo Bill O’Grady, estratega jefe de mercado en Confluence Investment Management. “A la larga, probablemente US$60 va a ser el pivote. Es común la gran inestabilidad cuando hay desacuerdo sobre cuál debería ser el precio.
El Brent para marzo subió 9,1% esta semana, a US$57,80 el barril, en la bolsa europea de futuros ICE. Pero aun con esa alza, lleva bajado un 50% desde su pico de US$115.71 del 19 de junio.
El WTI para marzo subió 7,2% esta semana, a US$51,69 el barril en Nueva York.
“Hay signos de que los fundamentos están cambiando”, dijo Phil Flynn, del Price Futures Group, en Chicago. “Estamos viendo caídas históricas en el uso de equipos y en la inversión. Hay volatilidad porque hay gran incertidumbre en el mercado”.
El índice bursátil de Arabia Saudita subió un 1,8 por ciento, hasta su nivel más alto desde el 24 de noviembre.
Los mercados de valores Dubai- Golfo aumentaron el domingo después del petróleo hizo más ganancias y las empresas locales reportaron ganancias en un clima de optimismo.
El crudo Brent, de referencia en más de la mitad de petróleo del mundo, saltó un 9,1 por ciento la semana pasada, con lo que las ganancias en los últimos 10 días subieron el 18 por ciento, el mejor rally de dos semanas desde 1998. Las acciones de Arabia Kayan Petroquímica Co subieron un 10 por ciento y su filial más grande, Saudi Basic Industries (Sabic) saltó un tres por ciento.
El Ministerio de Petróleo del reino saudí ha destinado más gas natural a Arabia Kayan para que se expanda la producción de etileno en su complejo petroquímico de Jubail, dijo la compañía el domingo. Como parte del mismo acuerdo, Sabic reducirá las tasas de marketing que cobra a Arabia Kayan, lo que permitirá ahorrar el millón US$ 74.6 millones y unos US$ 300 al año, una vez se hayan completado sus proyectos, dijo.
El Índice de Dubai subió un 0,2 por ciento y el promotor inmobiliario Damac fue uno de los principales ganadores, subiendo un 5,8 por ciento. La acción originaria de Londres se unió a la bolsa del emirato el mes pasado y sus acciones Dubai posteriormente se hundieron en más de un tercio. Se recuperó esas pérdidas la semana pasada y su marcado aumento puede haber atraído a más inversores.
En su informe semanal, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) señaló que el precio del petróleo aumentó por segunda semana consecutiva.
El precio del barril de la mezcla mexicana cerró el 6 de febrero pasado en 47.52 dólares por barril, 17.62 por ciento mayor respecto a su cotización del pasado 30 de enero.
En lo que va del año la mezcla mexicana registra una ganancia acumulada de 4.55 por ciento.
El mercado de valores reporto un alza semanal de 4.31 por ciento, la mayor en más de 10 meses.
Esto se debió al comportamiento positivo ante el alza en los precios del petróleo y un buen dato laboral en Estados Unidos.
En enero del presente año el índice de confianza del consumidor aumento 7.8 por ciento con respecto al mismo mes de 2014, lo que implicó el tercer incremento anual consecutivo y el mayor de los últimos 25 meses.
Las remesas que los mexicanos residentes en el extranjero enviaron a México en diciembre 2014 fueron de 2,196.4 millones de dólares.
Con ello durante 2014, los ingresos por este concepto sumaron 23,606.8 millones de dólares, el mayor monto ingresado de los últimos 6 años.
También se registró un máximo histórico en las reservas internacionales.
Al 30 de enero de 2015 el saldo es 196,010 millones de dólares.
El consenso de analistas consultados por Banamex señala que la inflación general para el cierre de 2015 se estima en 3.10 por ciento, por debajo del 3.40 por ciento en la encuesta previa.
Para el 2016 la expectativa de inflación general se mantiene prácticamente sin cambios en 3.5 por ciento.
El consenso mantiene su expectativa de crecimiento económico para 2015 en el 3.3 por ciento.
En el informe se agrega que para el Gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, el ajuste del gasto público no impactará significativamente el crecimiento económico y que la depreciación del peso será limitada por las medidas de austeridad y la disposición de la autoridad monetaria a intervenir si el tipo de cambio provoca inflación.
La encuesta de enero de 2015 sobre expectativas de los especialistas en economía del sector privado que, realiza el Banco de México, revela que éstos consideran que los principales factores que podrían obstaculizar el crecimiento económico en los próximos meses son: en primer lugar la inseguridad pública, seguido por el precio de exportación del petróleo, la inestabilidad financiera internacional, la debilidad del mercado externo y la economía mundial y la debilidad del mercado interno.
La fuerte caída del precio del petróleo ha hecho saltar las alarmas económicas. El barril de brent, crudo de referencia en Europa, cotiza actualmente a 57,8 dólares, lo que contrasta con el nivel que tenía hace tan solo ocho meses, cuando estaba por encima de los 110 dólares. Esta abrupta caída del precio ha encontrado diferentes explicaciones. Algunos creen que es consecuencia de un menor crecimiento mundial, sobre todo de China, uno de los mayores consumidores de materias primas; otros piensan que es un pulso entre los países productores para que EE UU retrase su independencia energética facilitada por su pujante industria del esquisto. El Banco Internacional de Pagos (BIS) apunta, sin embargo, en otra dirección. Este organismo destaca el peso que tiene en el desplome de precios el fuerte endeudamiento de las petroleras y el hecho de que el crudo se haya convertido en un activo financiero más.
El BIS, el banco central de bancos centrales, acaba de publicar un informe en el que compara la actual crisis petrolera con otros periodos de turbulencia en el mercado. En 2008 la caída del precio del crudo se debió a un cortocircuito en la demanda por la crisis económica mundial; por su parte, en 1996 hubo una considerable expansión de la oferta de crudo. “Esto contrasta con los acontecimientos que hemos vivido desde mediados de 2014, ya que laoferta de petróleo se ha aproximado bastante a las previsiones, mientras que la demanda tan solo ha sido un poco menor de lo esperado”, destaca el BIS. Este organismo cree que la evolución en los últimos meses del crudo y la fuerte volatilidad en su cotización —incluso durante un mismo día— recuerdan el comportamiento de los activos financieros. “Y como ocurre con otros activos financieros, el precio del crudo se ve afectado por los cambios en las expectativas sobre las condiciones futuras del mercado”. En este sentido, la reciente decisión de la OPEP de no reducir la producción de crudo “ha sido clave para la caída del precio”.
Además, los expertos del BIS creen que hay otros factores que han exacerbado el desplome de la cotización. “Un elemento importante es el sustancial incremento de la deuda en el sector petrolero durante los últimos años”. La mayor disposición de los inversores a financiar a las compañías con el aval de las reservas de crudo y sus crecientes ingresos llevó a las petroleras a incrementar sustancialmente su apalancamiento. “La enorme carga de deuda en el sector puede tener impacto en las recientes dinámicas del mercado del crudo al exponer a las compañías a riesgos de liquidez y solvencia”, denuncia el informe. La caída del precio del barril reduce el valor de los activos que respaldan los créditos concedidos a las empresas. Estas tensiones se aprecian por ejemplo en el diferencial que pagan las petroleras con una calificación crediticia de bono basura, que ha pasado de los 330 puntos básicos en junio de 2014 a los 800 puntos actuales.
“En este entorno de alta deuda, una caída en el precio del petróleo debilita los balances de los productores y tensa las condiciones crediticias, con lo que hay más probabilidad de ver bajadas adicionales de los precios como resultado de que las compañías deben vender activos (lo que afecta a la oferta futura)”, destaca el BIS. Además, el abaratamiento del crudo reduce el flujo de caja de las petroleras y hace que las empresas sean más vulnerables a situaciones de liquidez, elevando así el riesgo de no cumplir con sus obligaciones financieras. “Las condiciones del pago de los préstamos pueden hacer que las petroleras mantengan la producción para generar suficiente flujo de caja, retrasando de esta forma la reducción de la oferta de crudo en el mercado”, añade el estudio.
Otro factor que puede amplificar la caída del precio del crudo es que muchas petroleras no estadounidenses tienen sus préstamos en dólares. “Las empresas de países emergentes han elevado mucho su deuda. Si a un dólar más fuerte se le añaden unas condiciones crediticias más adversas, estas petroleras puden verse en dificultades”, dice el BIS.
Por último, el organismo apunta a otro factor, de carácter más técnico, que estaría afectando a la dinámica del mercado. En los últimos años, las compañías han utilizado contratos financieros (swaps) para cubrir la volatilidad de los ingresos tan típica del sector. La contraparte que asumía el riesgo la formaba un grupo de agentes especializados. Sin embargo, estos intermediarios, ante la mayor volatilidad de los precios y el alto endeudamiento de las petroleras, están dejando de ejercer esa función, lo que lleva a las compañías a recurrir directamente al mercado de derivados para cubrir su riesgo.