Por Mauricio Vargas
Ecopetrol, la empresa más grande de Colombia y una de las 50 mayores petroleras del mundo, no vive un buen momento. Y a los 47 millones de colombianos nos debe preocupar: por intermedio de la Nación, poseemos más del 87 % de las acciones. El resto está en manos de fondos privados y de personas naturales que han confiado allí sus ahorros.
Desde hace meses, en el alto Gobierno resuenan rumores muy malucos de casos de corrupción que afectarían a directivos de la compañía. “La cuestión es muy seria y son inminentes algunas capturas”, me dijo un funcionario de la Casa de Nariño. Santos denunció hace un año los sobornos de la contratista Petrotiger a ejecutivos de Ecopetrol, pero ni los miembros del cuerpo anticorrupción creado por el Gobierno ni la Fiscalía han presentado las conclusiones de sus indagaciones. El FBI sí ha avanzado.
Aparte del caso de Petrotiger, hay denuncias en la contratación de flotas de camiones-cisterna para transportar el crudo por las regiones donde faltan oleoductos, denunciado por el diario Vanguardia, de Bucaramanga. La Unidad Investigativa de EL TIEMPO también viene trabajando en estos temas.
Esto coincide con la mala hora de los precios del petróleo. El de referencia para el crudo colombiano cayó en pocas semanas de niveles de más de 100 dólares el barril a menos de 50 pesos. Y a pesar de un ligero repunte esta semana, las perspectivas son de mucha inestabilidad. El bajonazo obligó a Ecopetrol a reducir un 26 por ciento sus inversiones para el 2015. Eso implicará menos opciones de hallar nuevas reservas, un tema crítico, pues la empresa apenas cuenta con crudo para ocho años si sigue produciendo al ritmo actual sin hacer hallazgos.
Ecopetrol no ha tenido éxito en encontrar pozos de gran potencial. Ni en Colombia, ni en el exterior: el año pasado completó una inversión de cientos de millones de dólares (la cifra no ha sido divulgada de modo oficial) en una exploración en Angola que, según me confirmó una fuente de la empresa, “no ha arrojado resultados positivos”.
A las limitadas reservas y los escasos hallazgos se suman las dificultades de producción que impidieron que Colombia alcanzara el promedio de un millón de barriles al día en el 2014. Con el recorte en gastos operativos será más difícil lograrlo. Y como lo señaló Portafolio el viernes, a las calificadoras de riesgo les preocupa la capacidad de la compañía para pagar su multimillonaria deuda si el petróleo sigue a la baja. Todo esto explica la pronunciada caída de la acción, que llegó a cotizarse a 5.700 pesos y hoy está por los 2.000.
Esto golpea las finanzas de la Nación. El año pasado, Ecopetrol le giró dividendos por 9,4 billones de pesos. Este año le girará mucho menos, lo que agravará la ya delicada situación fiscal que obligó al equipo económico a improvisar una reforma tributaria de modo tan presuroso como antitécnico. Si le gira 6 billones de pesos menos, habrá un hueco equivalente a la mitad del objetivo de recaudo de la reforma.
De todo este panorama, inquieta la falta de claridad. Ecopetrol no se destaca por divulgar de modo profuso y detallado sus cifras y negocios, entre otras cosas porque ha creado filiales con muy escaso monitoreo público. El Gobierno demostró que no controla a la compañía, cuando en diciembre fracasó en su intento por cambiar de un plumazo al presidente de la empresa, Javier Genaro Gutiérrez.
Pero, tras cuatro años y medio de mandato, la administración Santos no puede lavarse las manos. Urge que la cúpula de la empresa, el Gobierno y los organismos de control nos digan qué tan grave es lo que pasa y cuánto nos va a costar a los contribuyentes. Que nos cuenten la verdad y que cada cual asuma sus responsabilidades es lo mínimo que merecemos los colombianos. Y no el ‘tapen-tapen’ que por momentos asoma.
Según el diario colombiano El Tiempo, David Durán, ex alto ejecutivo de Ecopetrol, acusado de recibir dinero para favorecer un contrato con Petrotiger por el que está enjuiciado el ex presidente de la compañía con sede en las islas Vírgenes Británicas, Joseph Sigelman, es investigado por su presunta participación en más contratos.
La semana precedente medios estadounidenses revelaron un video en que Gregory Weisman, ex funcionario de Petrotiger y quien colabora en la investigación del FBI, le explica al presidente de la multinacional cómo se sobornó al ex funcionario de Ecopetrol a cambio de conseguir un contrato de 39 millones de dólares.
El escándalo comenzó en enero de 2014 cuando el departamento de Justicia de Estados Unidos informó sobre la irregularidad de este contrato para reparar un campo petrolero en el departamento de Casanare (noreste colombiano).
"Informantes aseguran que Durán no trabajaba solo y que otros funcionarios de la petrolera también recibieron plata"
Según El Tiempo, la investigación de la Fiscalía en Colombia podría generar un mayor escándalo debido a que "informantes aseguran que Durán no trabajaba solo y que otros funcionarios de la petrolera también recibieron plata para asignar este y otros contratos".
Agregó que uno de los ex funcionarios de Petrotiger en Colombia, aparentemente el ex gerente Marcos Vesga, es testigo de la Fiscalía y está aportando información sobre la forma en que Petrotiger obtuvo nueve contratos con Ecopetrol, que a la fecha están vigentes, dos de los cuales se firmaron después de que se conociera el pago del soborno a Durán.
Según la información, Vesga coopera con el FBI y la Fiscalía General de Colombia, y su testimonio será utilizado en el juicio contra Sigelman, quien habría autorizado el pago de 335.000 dólares por consultorías a Durán para facilitar la entrega del contrato de 39 millones de dólares de la empresa Mansarovar (contratista de Ecopetrol) a Petrotiger.
El presidente de Ecopetrol, Luis Gutiérrez, aseguró que su compañía, cuyo 87% es propiedad del Estado colombiano, se declaró víctima en el caso y "llegará hasta las últimas consecuencias" en la investigación.
El escándalo de la petrolera estatal colombiana ocurre cuando en el país vecino, Brasil, se investiga una estafa millonaria por el desvío de fondo de miles de millones de dólares en sobreprecios en contratos, destinados a sobornos pagados presuntamente al gobernante Partido de los Trabajadores y directivos de Petrobras.
La Fiscalía investiga cómo fueron adjudicados los nuevos contratos que tiene actualmente la petrolera con Ecopetrol.
Según una investigación adelantada por el diario El Tiempo, David Durán Flórez, ex alto ejecutivo de Ecopetrol, involucrado hace un año en un soborno que pagó Petrotiger por un contrato, trabajó con otros funcionarios que también se habrían beneficiado con un dinero recibido para favorecer a la petrolera de las islas británicas con varios contratos.
Uno de los exfuncionarios de Petrotiger en Colombia ya firmó un principio de oportunidad y es testigo clave de la Fiscalía para establecer la forma en que la multinacional obtuvo nueve contratos con Ecopetrol que a la fecha están vigentes, dos de los cuales se firmaron después de que se conociera el pago del soborno a Durán Flórez.
Según el diario, el testigo sería Marcos Mauricio Vesga Niño, exgerente de Petrotiger en Colombia, quien además fue director de uno de los proyectos de donde salió el dinero para el pago de los sobornos.
Vesga Niño entregó pruebas sobre estas irregularidades, tanto al FBI como a la Fiscalía General de la Nación, y su testimonio será utilizado en el juicio que se adelantará en EEUU contra Joseph Sigelman, expresidente de Petrotiger Colombia.
Sigelman es investigado por el FBI por haber autorizado el pago de 335.000 dólares de unas supuestas consultorías a David Durán, quien siendo alto ejecutivo de Ecopetrol, gestionó la entrega de un contrato por 39 millones de dólares de la empresa Mansarovar (contratista de Ecopetrol) a Petrotiger.