Un nuevo delito afrontará el ex subsecretario de Minería del gobierno de Sebastián Piñera, Pablo Wagner. A los ilícitos de lavado de dinero y cohecho, por los que será formalizado el próximo 4 de marzo, la otrora autoridad será imputada por cometer supuestos delitos tributarios.
La decisión de los fiscales de alta complejidad de la zona Oriente Pablo Norambuena y José Antonio Villalobos, se conoció durante la jornada de ayer. La defensa de la ex autoridad, liderada por el abogado Gonzalo Medina, estaría al tanto de la nueva formulación de cargos basada en la querella que el 9 de enero presentó el Servicio de Impuestos Internos (SII) contra Wagner y su cuñada, María Carolina de la Cerda.
Según el organismo, los antecedentes que remitió el fiscal Carlos Gajardo, el pasado 7 de noviembre, permitirían dejar por “establecido que Pablo Wagner San Martín participó en la facilitación de al menos 54 boletas”.
Este delito, aclaran fuentes judiciales, sería el mismo por el que fueron formalizados los imputados del fraude al FUT, y por lo cual Wagner arriesga penas que van desde los tres hasta los 15 años de cárcel, por obtener devoluciones ilegítimas.
En la querella, el SII acusa que el ex subsecretario de Minería habría provocado un perjuicio fiscal de $ 1.296.053. En el caso de De la Cerda, en tanto, el perjuicio sería de $ 4.393.467.
La situación identificada por la fiscalía y analizada por el Servicio de Impuestos Internos habría dejado en evidencia la “facilitación de boletas a honorarios falsas para ser ingresadas en la contabilidad de las empresas Penta”, dice el libelo.
Hoy en horas de la mañana prestará declaración en la Fiscalía Oriente que investiga delitos de alta complejidad el controlador del grupo Cruzat, Manuel Cruzat Infante. Ello, en el marco de la investigación que esa fiscalía realiza por fraude tributario en una nueva arista del caso Penta, en la cual se ha involucrado al holding del empresario.
La indagatoria se debe a la denuncia del ex gerente de contabilidad del grupo Penta, Marco Castro, quien denunció ante la fiscalía la existencia de operaciones tributarias irregulares entre Penta y el grupo Cruzat, usadas para pagar dinero a ejecutivos del grupo.
En la investigación del hecho, se estableció que hubo una serie de contratos forward realizados entre 2008 y 2012, en los cuales se simulaban pérdidas por $324 millones anuales del grupo controlado por Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, dineros que habrían sido destinados a los pagos a ejecutivos.
Uno de los abogados de Cruzat, Felipe Moraga, confirmó que hoy a las 10 horas, el empresario prestará declaración ante los fiscales Villalobos y Norambuena, luego que no asistiera a las citaciones del miércoles y del jueves, de las que se excusó.
No hubo declaración
En tanto, durante la mañana de ayer llegó hasta la Fiscalía Oriente de Delitos de Alta Complejidad, Iván Rojas, ex gerente de MisCuentas.com, una de las empresas ligadas al grupo Cruzat, quien junto a su abogado, fue a prestar declaración ante los Fiscales que investigan los delitos tributarios en que ambas empresas están ligadas.
A la salida, el profesional declaró que no se pudo prestar declaración debido a que faltaba la carpeta investigativa, por lo que cuando exista una copia, se realizará dicho trámite.
En los últimos días Andrés Allamand ha hablado fuerte. El senador de RN ha planteado una profunda autocrítica sobre el estado de la Alianza y ha formulado recetas para salir de la “tormenta” del Caso Penta. Entre ellas postuló la idea de un partido único de la centroderecha, fórmula que ha sido acogida por algunos sectores de la coalición.
¿Le sorprendió que la UDI no rechazara la idea?
La idea ha ido efectivamente ganando terreno, lo que es bastante auspicioso. Yo he planteado que en la actual situación crítica que se encuentra la centroderecha debe jugarse a fondo por un cambio de escenario y mi impresión es que poco a poco ha ido ganando terreno la idea de que lo único que la centroderecha no puede seguir haciendo es más de lo mismo.
Hay quienes se abren a una federación de partidos. ¿Es buena opción?
Es un paso en la dirección correcta, pero desde mi punto de vista es aún insuficiente. Para mí la federación se ha ido transformando en un ‘desde’, es decir, algo que debe ocurrir de todas maneras. La diferencia entre una coalición y una federación es que ésta última funciona sobre la base de una directiva común. Sin duda que sería un paso importante, pero creo que no da cuenta del problema de fondo que hoy día la centroderecha enfrenta. El problema que tiende a perseverar en el esquema de la coalición o incluso de una federación, es que mantiene las identidades de las colectividades y desde mi punto de vista aquí lo que existe es un grave daño a las identidades políticas de los partidos de la centroderecha, por lo tanto, me temo que una simple coalición o una federación lo que hará es trasladar a una nueva organización el problema que hoy existe. El problema de fondo es que la centroderecha requiere dejar atrás las actuales identidades de sus partidos y avanzar hacia una nueva.
¿Por qué deben dejar atrás su identidad los partidos?
Hay varias razones, por lo pronto no corresponde ahora ahondar en los orígenes de esta situación, cuya primera expresión se produjo en el pésimo resultado presidencial y parlamentario al término del Gobierno anterior, pero hoy tenemos elementos objetivos que lo hacen aconsejable. El primero de ellos es el cambio del sistema electoral. El binominal funcionaba con la lógica de dos fuerzas principales y al interior de ellas dos partidos principales. Ese esquema en un sistema proporcional queda completamente desplazado y atrás. En segundo lugar, hay que advertir que enfrentamos objetivamente la amenaza del proyecto político de la Nueva Mayoría.
Tras la última encuesta Adimark, usted planteó una autocrítica profunda sobre el estado de la Alianza, ¿ otros actores de la centroderecha debieran realizar el mismo ejercicio?
No hay duda que tal ejercicio debió efectuarse al término del Gobierno anterior. A esta altura ya debiéramos haber tenido un diagnóstico más claro respecto de cómo proceder. Yo creo que ha habido falta de autocrítica en la centroderecha, mi impresión es que no ha habido un diagnóstico adecuado y razonado de la actual situación y, por lo tanto, eso es lo que debe cambiar. Yo me incluyo en dicha autocrítica, porque los que hemos participado en la conducción de la centroderecha habremos tenido aciertos y errores, pero lo importante ahora es mirar hacia adelante.
¿Ha perdido eficacia política la centroderecha?
Digamos las cosas como son: en su actual estado, la centroderecha no está en condiciones de efectuar una eficaz oposición, ni mucho menos de plantearse como una alternativa de reemplazo al Gobierno. Desde que estalló el Caso Penta todas las declaraciones de los personeros de centroderecha han estado indefectiblemente teñidas por dicho caso. La posibilidad de abordar los temas de fondo ha resultado virtualmente imposible durante los últimos meses.
¿En ese sentido cree que el Caso Penta ha paralizado el accionar de la centroderecha?
Lo ha tornado ineficaz. Durante todo el año hicimos un gran trabajo en materia de reforma educacional, logramos lo que parecía muy difícil, que era llegar a esa votación en el Senado con un proyecto rechazado en sectores mayoritarios de la opinión pública, pero en la recta final nuestra voz no se escuchó con la suficiente fuerza y la razón es que todas las declaraciones de los dirigentes de la centroderecha están y van a seguir contaminadas por el Caso Penta.
¿Cuánto amenaza el Caso Penta las aspiraciones de la Alianza de cara a las próximas presidenciales?
No es necesario ir tan lejos. Si no logramos cambiar un escenario y generar cambios políticos de fondo y de forma, nuestro destino es aún más incierto que el actual. Desde el punto de vista de cambios políticos de fondo he insistido desde hace muchos años en que hay que terminar tajantemente con la cohabitación que existe en la derecha entre algunos grupos económicos y la acción política. Esa cohabitación ya ha durado demasiado tiempo y debe terminar radicalmente de una vez por todas. En el plano de la organización hay que asumir que los esquemas de coalición simplemente no han funcionado. Seguir en la lógica de reestructurar por enésima vez una coalición sin cambios de fondo no tendrá resultados.
¿Qué juicio hace usted del manejo de la UDI en el Caso Penta?
Una opinión pública por mi parte no creo que sirva a un mejor manejo de la crisis. Prefiero mirar hacia delante desde otro punto de vista. He sostenido que no vale el ‘sálvese quien pueda’. Efectivamente el Caso Penta está afectando muy fuertemente a la UDI, pero eso no significa que por rebote no afecte a RN y al resto de los movimientos de la centroderecha. Lo que no hay duda que falta es una conducción conjunta de la crisis al interior de la Alianza. Si bien es cierto que el impacto mayor está en la UDI, el rebote está en todo el sector, por lo tanto, lo razonable sería que las directivas se coordinaran para un manejo conjunto de la crisis lo que a todas luces no ha existido.
¿Puede descartar que en RN surjan casos? Esto en el entendido que la UDI ha dicho en su defensa que es un tema transversal.
Aquí hay una investigación judicial en curso y nadie puede descartar que no surjan otros antecedentes que afecten a otros partidos políticos, ya sean de Gobierno o de oposición. En todo caso, yo nunca he sido partidario de la ‘teoría del empate’, eso no conduce a nada.
¿La derecha está muerta después del Caso Penta?
De ninguna manera, pero debemos reaccionar en el fondo y en la forma. Estamos en una situación de grave emergencia, necesitamos audacia, unidad y cambios radicales. Lo que la centroderecha no puede pretender es que esto es simplemente un aguacero cuando se trata de una tormenta.
¿Cómo se recupera la confianza de la ciudadanía tras la última encuesta Adimark, donde la centroderecha tiene rechazo de 78%?
Los rechazos son susceptibles de revertirse si se recuperan las confianzas. Lo que refleja esa encuesta es que la gente no sólo rechaza las formas de financiamiento irregular, sino que sobre todo castiga lo que percibe como una falta de autonomía e independencia de los partidos de centroderecha frente a los grupos empresariales. Ese es el tema de fondo, se debe establecer una muralla china entre la acción política de la centroderecha y la de ciertos grupos empresariales.
¿Siente que RN ha perdido protagonismo en su rol opositor ante el Gobierno?
Este primer año partió muy mal para la centroderecha porque tuvimos un pésimo resultado en la presidencial y un muy resultado en la parlamentaria. Ese mal resultado parlamentario se agravó cuando ex diputados y senadores de RN abandonaron la colectividad y con sus votos permitieron que el Gobierno aprobara al menos dos de sus más importantes reformas: la del sistema electoral y la educacional. Sin embargo, durante el año nuestra acción opositora fue particularmente eficaz, hoy el Gobierno de la Presidenta Bachelet tiene más rechazo que adhesión y eso, en parte, fue producto del trabajo de todo el año, sin embargo, todo ese esfuerzo se diluyó por el Caso Penta. El efecto que ha tenido el Caso Penta en el corto plazo ha sido diluir nuestra acción opositora, en el largo plazo nos exige cambios de fondo.