El gobierno nacional avanzó con la creación del "Programa de Estímulo a la Producción de Petróleo Crudo" hasta fin de año y dejó abierta la inscripción para aquellas empresas productoras y exportadoras de hidrocarburos que deseen obtener compensaciones económicas de hasta u$s 3 por barril producido y exportado. Esta decisión ya había sido anticipada por el ministro de Economía, Axel Kicillof, a las compañías petroleras hace dos semanas y fue reglamentada ayer través de la resolución 14/2015 de la Comisión de Planificación y Coordinación Estratégica del Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas, integrada por los secretarios de Energía, Mariana Matranga, y de Política Económica, Emmanuel Alvarez Agis.
Según fue publicado en el Boletín Oficial, el programa creado por funcionarios de los ministerios de Planificación y Economía entró en vigencia el pasado 1º de enero y regirá hasta el 31 de diciembre de 2015, aunque podrá ser prorrogado por un período de doce meses.
"A los efectos de estimular la producción de crudo corresponde y establecer una compensación económica a favor de las empresas beneficiarias pagadera en pesos por un monto equivalente de hasta tres dólares estadounidenses por barril (3 USD/BBL), por la producción total de cada empresa que resulte beneficiaria, siempre y cuando su producción trimestral de crudo sea mayor o igual a la producción tenida por base para el presente programa", detalló la resolución. Asimismo, el estímulo alcanza a las empresas que exporten parte de su producción. "Aquellas empresas que destinen parte de su producción al mercado externo cuyo promedio de exportación trimestral se encuentre por encima de la exportación tenida como base para el presente programa, el monto del estímulo será pagadero en pesos y de hasta tres dólares estadounidenses por barril (3 USD/BBL) de petróleo crudo exportado", dice la norma. De esta manera, las empresas que aumenten la producción y la exportación recibirán hasta u$s 6 por barril de subsidio. Esto significa que el Estado subsidiará hasta un 12% más a las compañías que como Pan American Energy (PAE) producen, por ejemplo, en la Cuenca del Golfo San Jorge, que cobran u$s 50 por barril, y que también exportan.
Las empresas hidrocarburíferas interesadas en participar, y que ya figuren como sujetos inscriptos en el Registro Nacional de Inversiones del sector, podrán presentarse hasta el 30 de abril próximo ante la mencionada Comisión y solicitar su incorporación al programa, que apunta a sostener la producción local y los empleos del sector en medio de la crisis internacional del petróleo. Según indicaron las autoridades nacionales, el subsidio propuesto para las compañías inscriptas contará con "una vigencia anual" y se aclaró que si el programa fuera prorrogado, "las empresas beneficiarias deberán peticionar nuevamente su inclusión en el programa". De acuerdo al artículo 15 de la resolución, los gas tos que demande el financiamiento serán "solventados con fondos del Tesoro Nacional".
El negocio del petróleo en Argentina "hace la suya".
Es verdad que no está ajeno a los conflictos entre el Gobierno y buitres, tampoco a la caída en la actividad económica, pero también es cierto que la riqueza del suelo argentino da lugar a la llegada de inversores que miran más el largo plazo que el incierto panorama actual.
Saben que en algún momento la situación política y económica será otra, volverá el crédito externo, el cepo cambiario y las restricciones al giro de utilidades pasarán a ser historia. Pero el potencial de los recursos que subyacen bajo tierra quedará.
A eso hay que sumarle otra cuestión, que forma parte de uno de los principios más importantes de cualquier buen empresario: el saber identificar cuál es el momento para comprar. Y los activos locales, medidos en dólares, se han convertido en unos de los más baratos de la región.
Esto, producto de tarifas congeladas, alza de costos por la inflación, restricciones a las importaciones, entre otras cuestiones, que le restaron atractivo al negocio. Hoy están presentes pero no serán para siempre.
Lo cierto es que estas complicaciones han generado una depreciación inédita de aquellas áreas que poseen un elevado potencial.
Un simple ejemplo permite apreciar tal magnitud: mientras que en países como Colombia o Brasil las reservas probadas de petróleo se valúan a razón de u$s20 dólares por barril. Hoy día en la Argentina -default técnico y desacato mediante- valen un tercio de esa cifra.
"Con el frente externo tan incierto, el panorama político revuelto y con la economía recesiva, el precio de los yacimientos bajó tanto que no van más allá de los u$s5 a u$s7", aseguró un alto ejecutivo de la industria.
Además de este presente, en el que también pesa la incertidumbre que generan las próximas elecciones presidenciales, en la industria hidrocarburífera dan por hechode que el clima mejorará en el largo plazo.
"Esto es muy sencillo: los precios que se manejan localmente en algún momentocomenzarán a acercarse a los internacionales. Es sólo una cuestión de tiempo", destacó la fuente consultada.
Asimismo, también es de prever una recomposición en el precio del gas en boca de pozo. Pese al aumento otorgado por el Gobierno en abril, aún sigue muy por debajo de los valores reclamados por la industria para reactivar las inversiones previstas para proyectos gasíferos.
En la actualidad, el valor promedio del fluido ronda los u$s3,5 por millón de BTU si se ponderan los valores de referencia para los segmentos residenciales, industriales, GNC, usinas eléctricas y comercios.
"Para promover la inversión en gas, que explica un 50% de la matriz energética, el precio de mercado debería rondar los u$s6. Es decir, casi el doble", expuso Daniel Montamat, ex secretario de Energía y actual consultor.
Las empresas, confiadas pero expectantes
La riqueza del suelo argentino y el alto potencial de largo plazo -que chocan de frente con la incertidumbre política y económica actual- hacen que las compañías adopten posiciones muy diferentes.
Como dice un viejo lema de los negocios, en los buenos momentos las empresas ganan plata y en los malos ganan mercado.
Así las cosas, las grandes firmas retienen zonas de exploración y aceleran en la adquisición de nuevos activos, en detrimento de las medianas o chicas que, con menos espalda, deben desprenderse para sortear el difícil contexto.
¿Cuáles confirman el primer grupo? Compañías como YPF, Pan American Energy (PAE), Total o Chevron, entre otras.
Las oportunidades existen y el mercado se reacomoda. La principal, quizás, está dada por la venta de las concesiones de Petrobras en Santa Cruz, que contrató al Scotiabank para estructurar su salida de esos activos.
En dicho proceso de traspaso, indicaron a iProfesional fuentes del sector, Eduardo Eurnekian -bajo la firma CGC- lleva la delantera en las negociaciones.
Petrobras dejó en claro que no se retira del país, si bien tiene varios interesados en caso de que quiera vender sus activos en la Cuenca Austral de Santa Cruz.
Esa lista incluye a importantes firmas, como YPF, Pan American Energy (PAE) y Oil M&S, del empresario Cristóbal López, que el año pasado estuvo a punto de quedarse con el 51% del paquete accionario de Petrobras Argentina.
En tanto, la canadiense Madalena Energy -que en la Argentina posee varias concesiones en la cuenca neuquina- acaba de cerrar la compra de los activos de Gran Tierra Energy.
La operación -anunciada en la Bolsa de Toronto- se pactó por u$s69 millones. Con presencia en áreas en el shale de Vaca Muerta, la compañía logró sumar campos convencionales, con una producción del orden de los 2.600 barriles diarios de petróleo.
Gran Tierra Energy había desembarcado en el país en 2011 a partir de la adquisición de Petrolífera Petroleum, con activos en Colombia, Perú y Argentina, desembolsando para ellos unos u$s153 millones. Pero su apuesta quedó trunca por el deterioro de las condiciones económicas del ámbito local.
La danza de las idas y vueltas
Al movimiento de Gran Tierra Energy hay que agregar el de otras firmas que están siendotentadas a vender por poderosos capitales.
En esa nómina aparece, por citar un caso, Central International Corporation, una subsidiaria de la canadiense Central Resources, que explota campos en Neuquén y también está interesada en negociar su participación en la extracción de hidrocarburos.
En una posición similar (si bien no opera ninguna concesión) se encuentra Apco Oil & Gas International, subsidiaria del grupo estadounidense Williams Company.
Esta petrolera estadounidense controla un 53% del paquete accionario de Entre Lomas, eloctavo productor de petróleo del país, y posee participaciones en campos en Tierra del Fuego, Neuquén y Salta.
En carrera para hacerse de sus activos figura PAE, la empresa controlada por los hermanosBulgheroni, en conjunto con un fondo de inversión norteamericano.
La canadiense Americas Petrogas ha venido avanzando sin prisa y sin pausa. En los últimos años concretó ambiciosas jugadas que le permitieron lograr un gran posicionamiento en lacuenca neuquina, en áreas con acceso a Vaca Muerta.
De hecho, ya posee seis concesiones en la región y está asociada en algunas de ellas con YPF y ExxonMobil.
Todos estos movimientos que se dan en el sector petrolero, con la llegada de dólares para inversiones que van a contramano de lo que sucede en otros ámbitos, no alcanzan por sí solos para consolidar el potencial de una actividad que requiere de reglas de juego claras para avanzar en desarrollos que necesitan de años y años de trabajo.
"La devaluación de enero tiñó de incertidumbre el ambiente de negocios. El impacto en la cadena de refinamiento implicó una aceleración del precio de los combustibles", sostuvo aiProfesional Mariano Lamothe, gerente de Análisis Económico de Abeceb.com.
"Frente a este escenario y en un intento de contener la tasa de la inflación, el Gobierno acordócon las petroleras fijar el precio del crudo. Inicialmente se estableció una cotización para luego ir avanzando progresivamente hasta llegar al valor pleno del mercado", añadió.
Para Lamothe, más allá de las oportunidades y negociaciones que se suceden en el segmento de los hidrocarburíferos, "en la medida en que el Gobierno carezca de un plan integral que provea claridad y estabilidad en las reglas del juego, las inversiones que se hagan en el sector continuarán requiriendo de elevadas tasas de rentabilidad para que sean viables".
El Gobierno creó el "Programa de Estímulo a la Producción de Petróleo Crudo", que tendrá como fin "el establecimiento temporal de compensaciones económicas" para "fomentar la producción" de crudo destinado al mercado interno y la exportación.
Así quedó establecido a partir de una resolución de la Comisión Nacional de Planificación y Coordinación Estratégica del Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas, publicado hoy en el Boletín Oficial.
De este modo, el Gobierno estableció una compensación económica a favor de las empresas beneficiarias pagadera en pesos, por un monto equivalente de hasta tres dólares por barril.
Asimismo, dispuso estimular la exportación de los saldos, mediante el otorgamiento de una compensación económica pagadera en pesos de hasta 2 dólares por barril, a favor de las empresas beneficiarias que destinen parte de su producción al mercado externo.
También, aquellas empresas que destinen parte de su producción al mercado externo cuyo promedio de exportación trimestral se encuentre por encima de la exportación tenida como base para el Programa, el monto del estímulo será pagadero en pesos y de hasta 3 dólares por barril de petróleo crudo exportado.
De acuerdo con lo dispuesto, el Programa tiene vigencia desde el primero de enero al 31 de diciembre de este año, "pudiendo ser prorrogado por doce meses".
A través de la resolución -que lleva las firmas del viceministro de Economía, Emmanuel Álvarez Agis y de la secretaria de Energía, el Poder Ejecutivo aclaró que los sujetos inscriptos en el Registro Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas interesados en participar en el Programa, "podrán presentar ante la Comisión una solicitud de inscripción hasta el 30 de abril de 2015".
Además, explicó que los gastos que demande la financiación del Programa serán solventados con fondos del Tesoro Nacional.
La Casa Rosada justificó esta decisión al señalar que "debido a que los precios internacionales del petróleo crudo han registrado fuertes disminuciones en los últimos meses, resulta necesario aplicar medidas de estímulo que coadyuven a atenuar su impacto sobre el nivel de actividad y empleo local y a mantener las pautas de inversión previstas por el sector productor".
En ese sentido, destacó que "teniendo en cuenta que la oferta de energía en nuestro país está altamente concentrada en recursos fósiles, petróleo y gas natural, es preciso asegurar la disponibilidad de estos recursos estratégicos en condiciones económicamente razonables y previsibles en el tiempo".
"Por los motivos expuestos, se vuelve imprescindible contar con el diseño de una política sectorial que tenga por objetivo reducir en el corto plazo la brecha entre producción y consumo de petróleo crudo", añadió el texto oficial.
Y puntualizó que esa política se alcanzará "por medio de dos vías: incrementando en el corto plazo la producción de petróleo crudo, reduciendo de esta forma las importaciones y, por ende, el flujo creciente de divisas, y estimulando la inversión en exploración y explotación para contar con nuevos yacimientos que permitan recuperar el horizonte de reservas y lograr el autoabastecimiento de hidrocarburos".