Por Pablo Fernández Blanco.
Aunque aún no se sabe cuál será su destino, el presidente de YPF, Miguel Galuccio, comenzó a tomar decisiones sobre la petrolera estatizada para el momento en que la presidenta Cristina Kirchner ya no esté en el poder.
Mañana les "pedirá permiso" a los dueños de la compañía para que le permitan aumentar su programa de obligaciones negociables en dólares de los US$ 5000 millones que tiene autorizados hoy hasta 8000 millones. En otros términos, la mayor petrolera del país tendrá el visto bueno para incrementar 60% su capacidad de endeudamiento en moneda dura.
Ése es el único objetivo para el que fue convocada la asamblea de accionistas que se realizará por la mañana. Pese al tamaño del número en juego, el pedido será un trámite sencillo, ya que el 51% de la compañía está en manos del Estado y responde a las órdenes de Galuccio; el ministro de Economía, Axel Kicillof, y Cristina Kirchner. De poco valdrá la opinión del resto de los socios, en su mayoría fondos de inversión norteamericanos, como los del mexicano Carlos Slim, dueño de la empresa de telecomunicaciones Claro, y el magnate George Soros.
La petrolera invirtió US$ 5500 millones en 2014 y se espera que desembolse una cifra similar este año. Los fondos irán a atender los proyectos en marcha, pero parcialmente, ya que el grueso del financiamiento, de todas maneras, provendrá de las ventas de la compañía, que aumentaron en el último año de la mano de los aumentos de precios de los combustibles y del gas.
FONDOS FRESCOS
YPF dio ayer una nueva muestra de su apetencia por obtener financiamiento extranjero. La empresa informó a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que buscará ampliar dos series de obligaciones negociables (ON) por cerca de 750 millones de dólares en el mercado internacional. Será la primera salida a los mercados internacionales desde que la Argentina cayó en default tras incumplir el pago a los fondos buitre que ordenó el juez neoyorquino Thomas Griesa.
La operación se hará mediante la reapertura de dos emisiones. Una, la de los bonos corporativos clase XXVI, fue de 500 millones de dólares a cinco años, con una tasa fija de 8,875%. La otra, la XXVIII, de abril de 2014, se lanzó por 1000 millones de dólares. Tendrá una nueva serie con vencimiento en 2024 y un interés en torno al 8,75%.
La empresa hizo los trámites con cierto apuro. Según informó YPF, la CNV autorizó "con carácter excepcional" a reducir el período de difusión de la oferta debido a que será "suscripta principalmente por inversores mayoristas y calificados en el mercado internacional, y a la volatilidad existente en los mercados de capitales internacionales".
TASAS Y CRUDO
La colocación de YPF será un buen termómetro para palpar el comportamiento de los mercados. Sucede que, por un lado, las tasas de interés en el mundo están en niveles bajos. Ese efecto positivo para la petrolera, sin embargo, podría verse compensado por la caída internacional del precio del crudo, pese a los aumentos que registró en los últimos días. Ésa es la principal variable que determina la consideración de una petrolera desde la mirada de los inversores.
La última emisión de deuda de YPF fue hace 10 meses.
EN LA BÚSQUEDA DE DÓLARES
750 Millones de dólares
Es lo que buscará hoy la petrolera estatal en los mercados internacionales mediante la reapertura de dos series de obligaciones negociables. Será la primera gran operación desde el default en el que cayó el país luego de no pagarles a las fondos buitre, tras la orden del juez Thomas Griesa
A mediano plazo
YPF pedirá autorización mañana para llevar su programa de obligaciones negociables de US$ 5000 millones a US$ 8000 millones, un 60% más de lo previsto. Financiará así una parte de las inversiones.
Por: Pablo Wende.
Ante la mejora del precio del petróleo y el apetito por activos argentinos, el Ministerio de Economía decidió que sea YPF quien salga a buscar dólares frescos en los mercados financieros. La petrolera anunció ayer la reapertura de una emisión de bonos que vence en 2024 por u$s 750 millones. Uno de los datos más sorprendentes de la operación es que no habrá "road show" internacional, ya que se buscará cerrar la transacción dentro de apenas cuatro días hábiles.
A YPF ya se le había frustrado la búsqueda de financiamiento por el default técnico en el que cayó la Argentina a fin de julio del año pasado. Pero en las últimas semanas se notó un fuerte interés de inversores por comprar deuda argentina (tanto soberana como corporativa) que había bajado notoriamente los rendimientos. A modo de ejemplo, el bono que reabre YPF cotiza a u$s 101 en Wall Street, con un cupón del 8,75% anual, lo que representa un rendimiento del 8,50% anual en dólares. Éste sería el objetivo que procuraría la petrolera de Miguel Galuccio.
Un dato no menor es que el título será emitido bajo legislación neoyorquina, pese al agresivo discurso oficial contra el juez Griesa, que paradójicamente impide al Gobierno pagar la deuda soberana que se emitió bajo esa ley (Discount, Par y Global 2017). Sin embargo, las restricciones ordenadas por Griesa no impactan en los pagos de las provincias ni tampoco de las empresas.
En el equipo económico dieron varias vueltas para definir el momento adecuado para la emisión y hubo cambios hasta último momento. La idea inicial era fijarse un tiempo prudencial para armar la colocación y buscar los inversores internacionales. Pero la volatilidad del mercado y el súbito aumento del petróleo de las últimas horas llevó a que se adelanten los tiempos.
A diferencia de la última emisión de YPF, que se había realizado exclusivamente en el exterior, en este caso las órdenes de compra deberán canalizarse a través del Siopel, es decir el Mercado Abierto Electrónico. De esta forma fue posible armar la operación en tiempo récord. En caso de haberse utilizado una cámara internacional, se hubieran necesitado dos o tres semanas como mínimo.YPF detalló que fue autorizada por la CNV a reducir el plazo de colocación de cuatro a un día hábil (ya que el 6 termina el período de difusión) al considerar la "volatilidad existente en los mercados de capitales internacionales" y que la oferta "será suscripta principalmente por inversores mayoristas".
Tres bancos participarán en el proceso: Itaú, Citi y JP Morgan Chase, aunque los honorarios no fueron detallados.
El prospecto de emisión, que anuncia la reapertura de la ON en dólares de YPF, aclara que los bancos encargados de la operación recibirán las órdenes de los inversores locales, que tendrán que poner dólares billete. Y también autoriza a los bancos a buscar inversores institucionales en el exterior.
La transacción generó las primeras reacciones positivas del arco opositor. El diputado Federico Sturzenegger, del PRO, escribió por redes sociales que "era de cajón que a YPF la iban a utilizar para resolver el problema cambiario este año", sugiriendo que los fondos tendrán como destino equilibrar el drenaje de reservas.
El anuncio de YPF le dio, por otra parte, fuerte impulso a los demás activos argentinos. El Boden 2015 siguió subiendo, pero lo más relevante fue el aumento del Bonar 24, que superó los u$s 100 y ya rinde 9% anual.
Por Juan Pablo De Santis.
A partir de mañana, YPF buscará colocar obligaciones negociables por 750 millones de dólares en el mercado internacional, la mayor emisión de deuda en moneda extranjera desde que la Argentina entró en default selectivo en julio del año pasado.
La petrolera anunció hoy a la Bolsa que ampliará sus bonos corporativos clase XXVIII con una nueva serie con vencimiento en 2024 y cupón de interés en torno al 8,75%, un menú de condiciones muy similar al bono soberano Bonar 2024. Las colocaciones serán realizadas por los bancos JP Morgan, Citibank e Itaú.
El Estado nacional había sido el último gran oferente de deuda en dólares en diciembre pasado, pero sin éxito cuando había logrado sólo 286 millones de los 3000 millones de dólares pretendidos.
La emisión se realizará bajo legislación del estado de Nueva York, al igual que las anteriores, pero la gran novedad es que esta es la primera de estas características desde la cesación de pagos.
La conducción de YPF planea seguir tomando deuda. Este jueves la empresa realizará una asamblea de accionistas para decidir sobre la propuesta del directorio de ampliar su plan de emisión de deuda de 5000 a 8000 millones de dólares.
Luis Palma Cané, analista financiero y presidente de la firma de inversión Fimades, consideró en diálogo con este medio que "YPF podría lograr su cometido si se considera que en mundo hay una fuerte liquidez por la reciente inyección de euros del Banco Central Europeo y debido a que bonos de países como Alemania y Japón ofrecen rendimientos negativos".
Tras conocerse el anuncio y el cierre de la rueda, las acciones de YPF subieron 4,5% a $302 en Buenos Aires y 4,13% a U$S 24,73 en Nueva York.
La petrolera YPF anunció hoy al mercado internacional que reabrirá una emisión de bonos para tratar de conseguir 750 millones de dólares. Los fondos se volcarán a financiar el plan de inversiones proyectado para este año, que alcanza los 5.000 millones de dólares.
La operación para emitir deuda con vencimiento en 2018 y 2024 se concretará mañana 4 de febrero y estará en manos de los bancos Citibank, Itau y JPMorgan.
La empresa que conduce Miguel Galluccio apuesta a conseguir una tasa de interés algo inferior al 9%.
El frente financiero aparece con claroscuros para alcanzar ese objetivo: por un lado, las tasas de interés internacionales están en los niveles más bajos en décadas. Pero por el otro, el precio del petróleo también cayó bruscamente en los últimos meses.
Aunque un repunte de esta semana lo volvió a ubicar algo por arriba de los 50 dólares (US$ 50,69 en el día de hoy) las dudas sobre la viabilidad de ciertos procesos de producción, como el que se utiliza en Vaca Muerta, crecen por los altos precios del crudo requeridos para que la producción allí sea económicamente viable.
La salida al mercado de YPF coincide con las versiones que indican que el propio Gobierno Nacional empezó a hacer sondeos para conseguir los dólares que le permitan afrontar el último pago del Boden 2015 (en ocubre) sin afectar demasiado el nivel de las reservas. Argentina necesitará cerca de 6.000 millones de dólares para afrontar esa operación.