La caída de los commodities está nublando el escenario interno y el precio del cobre sigue siendo una alta fuente de incertidumbre, según un informe de Credicorp Capital.
Si bien la consultora estima que la caída reciente del metal rojo a niveles en torno a US$2,5 la libra “ha sido exagerada” y espera un repunte, realizó el ejercicio de cuánto impactaría este menor valor en el crecimiento de la economía.
“En este escenario pesimista, aunque quizás realista, la inversión privada podría caer 2,5% y el consumo privado expandirse sólo 1,5%. Las menores exportaciones de cobre se compensarían parcialmente por el resto de productos, que gozarían de un tipo de cambio más cerca de $640 que los $590 que estamos contemplando para fines de 2015. Con todo, veríamos el PIB (Producto Interno Bruto) creciendo más cerca del 2,6% que del 3,3%”, señala la consultora.
El informe sostiene que la situación del Fisco para el presente ejercicio se ve sin mayores contratiempos aunque el cobre permanezca en US$ 2,5, debido a que el gasto público seguiría según lo comprometido. Recalca que si bien los ingresos fiscales efectivos serían más bajos, el Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) podría financiar los aproximadamente US$ 4 mil millones que implicaría. “En una nota positiva, el menor precio del petróleo podría traer ahorros al Fisco, a lo que se podría sumar una potencial sub-ejecución del gasto público en inversión directa. Todo esto reduciría la presión en el financiamiento”, agrega.
No obstante, Credicorp advierte sobre los problemas que podrían generarse hacia el próximo año. “De no recuperarse el cobre, es muy probable que el Presupuesto de ingresos estructurales tenga que elaborarse con un precio del cobre de largo plazo menor a US$3,07 y al crecimiento tendencial de 4,3%”, indica.
Dado esto y la necesidad de ir cerrando el déficit estructural, en la consultora prevén que el gasto público podría crecer como máximo un 4,7% real en 2016, “lo que le quitaría al Fisco la capacidad de aportar al crecimiento del PIB más o menos 1 punto porcentual. A esto habría que sumarle un Fisco que tendría que endeudarse por casi US$ 10 mil millones en total”.
Frente a este escenario, el informe sostiene que las tasas de interés se debatirían entre una reducción y un mayor endeudamiento fiscal.
“No descartaríamos en este caso recortes adicionales en la política monetaria en 2015. Esta herramienta tendría que compensar la menor política fiscal, pero no puede revertir por completo el efecto negativo que tendría un menor precio del cobre en el largo plazo. Además, se vería limitada, al igual que en 2014, por el fantasma de la inflación transable, presionada al alza por un mayor tipo de cambio”.
Mantiene optimismo
Pese a lo anterior, en el informe se indica que, de moemento, se mantiene el escenario base con una proyección de que la economía local podría crecer 3,3% este año, perjudicada por un precio promedio del cobre algo menor a 2014, pero impulsada por un menor precio del petróleo, un fuerte gasto fiscal en el año, un competitivo tipo de cambio real, una economía internacional que iría de menos a más, y gradualmente menores costos de producción.
Credicorp añade que si bien Chile ha logrado ir reduciendo la exposición al metal rojo, el sector minero -con preponderancia del cobre- representa el 11% del PIB, el 53% de las exportaciones totales en dólares, cerca del 22% de la inversión bruta de capital fijo y el 45% de la Inversión Extranjera Directa (IED).
Lo positivo, indica el estudio, es que no e s muy intensivo en mano de obra, porque sólo emplea directamente menos del 3% de los ocupados, aunque el impacto total podría ser mayor, ya que se estima que por cada proyecto y puesta en marcha de una faena se emplea el doble de personas que en régimen.
Adicionalmente subraya que la industria manufacturera, que representa cerca del 11% del PIB y del empleo, tiene un fuerte grado de dependencia con la minería.