Nada de satisfechos están las asociaciones que reúnen a cerca de 1.300 pequeños productores mineros.
Tras varias semanas desde que a mediados de diciembre comenzaron las gestiones, el gobierno está pronto a oficializar el precio de sustentación para el cobre que operará este año, definición que permite activar a través de Enami un crédito sectorial que les ayuda a hacer frente a la fuerte baja en la cotización del cobre.
Según les han comunicado extraoficialmente a estos productores, el ministerio de Hacienda establecerá un valor de US$ 2,73 por libra, que es sólo 10 centavos de dólar más alto que el promedio que el metal rojo registró en enero (US$ 2,63 por libra), fijando así la tarifa que la estatal les pagará por su mineral.
El presidente de la Asociación Minera de Taltal, Iván Pavletic, dice que de confirmarse esta situación, la pequeña minería no será rentable en el tiempo, por cuanto sus costos de operación rondan los US$ 3 por libra.
Explica que una operación promedio en Taltal entrega cerca de 400 toneladas al mes de mineral, con lo que genera ingresos que bordean los $ 10,7 millones. Tras una serie de descuentos y gastos, el resultado final sería una pérdida mensual de $ 1,3 millones.
Visión similar tiene Hernán Urquieta, que dirige la asociación de Andacollo e integra la directiva de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami). Según sus cálculos en algunos casos las pérdidas podrían ser incluso mayores, lo que pone en duda la viabilidad de varias faenas.
En Copiapó, el presidente del gremio local, Eduardo Catalano, advierte que parte importante de los 4.000 empleos que se generan en la zona está en riesgo.
Por esto las agrupaciones de Atacama, así como de otras regiones, piden acciones diferentes. Se han reunido con autoridades locales y le pidieron a Enami que postergue la publicación de la tarifa de febrero, para tener tiempo de que aumente.
También esperan que el tema sea tratado mañana en una reunión de directorio de Sonami a la que asisten representantes de este segmento productivo.
En esa instancia algunos dirigentes esperan plantear la necesidad de una ofensiva mayor, aunque son escépticos pues las gestiones que hicieron no lograron mover la postura de Hacienda, dicen y agregan que les preocupa que no se escuchara la postura que en este sentido promovió la cartera de Minería.
Además, dicen que desde la Sonami habrían tratado de impulsar sin éxito reuniones con La Moneda o la cartera de Hacienda, para explicar la situación.
Urquieta cree que el presidente del gremio, Alberto Salas, debería tomar un rol más preponderante y fuerte en esta discusión.
Bajas perspectivas
La baja del precio del cobre no sólo afecta a la pequeña minería. Toda la industria está reforzando sus planes de costos. Esto, porque hay faenas de magnitud mediana que se acercan a su línea de flotación. Por ejemplo, Michilla de Antofagasta Minerals, informó que su cash cost (C1) fue de US$ 2,38 la libra en 2014.
Según el informe de percepción de negocios del Banco Central, la industria en el norte no visualiza una reactivación en la inversión minera. La caída en el precio acentuó el pesimismo y se ve como muy probable que algunas operaciones cierren si el precio promedio se sigue manteniendo en el rango de los US$ 2,5 por libra.