La fiscal Viviana Fein, a cargo de la causa que investiga la muerte de su par Alberto Nisman, entrará en vacaciones el próximo 18 de febrero.
Así lo confirmó este mediodía su superior inmediato, Ricardo Sáenz, quien adelantó que será reemplazada por dos fiscales: Adrián Pérez y Fernando Fiszer.
En diálogo con Radio Mitre, el fiscal de Cámara precisó que los fiscales que reemplazarán a Fein vienen siguiendo de cerca el caso y estarán a cargo de la investigación por plazo de 10 días hábiles.
"No se va a alterar el curso de la investigación. Ella me lo solicitó ayer y ya lo sabía" dijo Sáenz al confirmar el rumor que comenzó a circular hoy.
La denuncia presentada por Nisman contra la Presidenta se quedó sin juez
La Nación
La denuncia contra la presidenta Cristina Kirchner que presentó el fiscal Alberto Nisman cuatro días antes de morir no tiene juez y todo indica que quedará trabada en un conflicto de competencia.
Ayer, primer día hábil después de la feria judicial, el magistrado Ariel Lijo se declaró incompetente para investigarla. La Cámara Federal la sorteó entonces entre los otros jueces que están de turno y le tocó a Daniel Rafecas, pero en su juzgado tienen preparado un borrador para devolverle el caso a Lijo.
Si esto sucede, será el presidente de la Cámara, Martín Irurzun, quien decida qué juez se queda con el caso, Lijo o Rafecas.
De licencia hasta el 20 de febrero, Rafecas es reemplazado en estos días por otro juez de Comodoro Py, Sebastián Ramos. En principio, será Ramos quien disponga si la causa se queda o no en el juzgado de Rafecas, pero rara vez un juez toma una decisión semejante yendo en contra del criterio del titular del juzgado.
En su denuncia, presentada por el 14 de enero pasado, Nisman pidió la indagatoria de la presidenta Cristina Kirchner, a quien acusó de haber sido autora de una conspiración para encubrir a los responsables iraníes del atentado a la AMIA, maniobra de la que también habría participado su canciller, Héctor Timerman. Solicitó además embargos sobre los bienes de ambos.
La regla general es que cada nueva denuncia debe presentarse ante la Cámara para que se sortee el juez que la investigará, pero Nisman llevó la suya directo al juzgado de Lijo. Lo hizo basado en que allí ya se estaba investigando una maniobra de encubrimiento del atentado.
Aquel viejo encubrimiento estaba vinculado con irregularidades en la investigación judicial del ataque a la AMIA. Por esos hechos fueron procesados el ex presidente Carlos Menem, el jefe de la SIDE Hugo Anzorreguy y el juez Juan José Galeano -que fue incluso destituido-, entre otros. Lijo los procesó en 2009 y desde 2012 esperan el juicio oral.
Como la presentación de Nisman fue en plena feria judicial, Lijo sólo se limitó a tomar las medidas más urgentes; por ejemplo, garantizar que no se perdieran pruebas. El resto, que incluía decidir si se quedaba o no con la causa, podía esperar.
Ayer, finalmente, decidió que no lo haría. Sostuvo que un encubrimiento es independiente del otro y que no se dan los requisitos legales para que se deban "tramitar en forma conjunta".
Lijo advirtió que lo denunciado por Nisman son "hechos nuevos", que los imputados no coinciden y que hay una enorme diferencia temporal entre un supuesto delito y el otro. El primero se habría cometido antes de 2004; el que denuncia Nisman, entre 2011 y 2013, cuando Lijo ya había terminado de investigar y elevado a juicio a los principales acusados del encubrimiento ligado al menemismo. Con estos argumentos, Lijo envió el caso a sorteo a primera hora de ayer.
Rafecas, antes de irse de vacaciones y previendo que el caso podría tocarle (era uno de los cinco jueces de turno en condiciones de recibirlo) dejó listo un breve proyecto rechazando la competencia.
Fuentes judiciales relataron a la nacion que en ese boceto Rafecas admitió que los hechos son diferentes, pero sostuvo que están conectados y que, por cuestiones de practicidad y celeridad, es conveniente no iniciar un nuevo caso de cero. "Sólo el expediente central de la causa AMIA tiene más de 120.000 fojas", advirtió un funcionario judicial que conoce la opinión de Rafecas. Dijo también que dos jueces distintos investigando hechos similares podrían llegar a conclusiones contradictorias.
Si Ramos decide seguir el criterio del titular del juzgado, le devolverá el expediente a Lijo. En ese caso, Lijo deberá resolver si después de leer los argumentos de su colega, mantiene su criterio original o no. Si decide mantenerlo, queda "trabada la contienda" y la discusión la resuelve el presidente de la Cámara Federal.
Mientras tanto, la investigación contra la Presidenta y sus presuntos cómplices todavía no empezó. No hubo aún un requerimiento fiscal que dé inicio formalmente a la causa.
Tras la muerte de Nisman, también se demorará la causa principal por el atentado, que instruye Rodolfo Canicoba Corral. Si bien el fiscal del caso es Guillermo Marijuan, en la práctica era Nisman, como titular de la UFI-AMIA (una unidad especial con presupuesto autónomo y más de 40 empleados), quien llevaba el impulso de la investigación.
El atentado: quién cometió el ataque contra la mutual
Rodolfo Canicoba Corral
Juez federal
Tiene a su cargo la investigación del atentado a la AMIA, cometido en 1994, donde murieron 85 personas
El primer juez de esta causa fue Juan José Galeano, destituido tras un juicio político por su desempeño en este expediente
Guillermo Marijuan
Fiscal
El primer encubrimiento: las maniobras que complican al menemismo
Ariel Lijo
Juez federal
Investigó irregularidades en el trámite de la causa AMIA cuando la instruía el juez Galeano y elevó a juicio a Carlos Menem
Recibió la denuncia de Nisman, que pretendía que se investigaran juntos los dos supuestos encubrimientos
El caso podría volverle. Lo mandó a sorteo, pero si la Cámara se lo da, tendrá avalada su competencia por sus superiores
Ramiro González
Fiscal
La denuncia de Nisman: el supuesto desvío en favor de Irán
Daniel Rafecas
Juez federal
Recibió el caso en su juzgado ayer, después de que Lijo se negó a incorporar la denuncia de Nisman a su vieja causa
Está de licencia, pero antes de irse, por si le tocaba el caso, dejó listo un borrador para devolverle el caso a Lijo
Es experto en el Holocausto y tiene muy buena relación con amplios sectores de la colectividad judía
Gerardo Pollicita
Fiscal
Las investigaciones de la Unidad Fiscal AMIA: transversal a todas las causa
La Unidad Fiscal AMIA fue creada durante el gobierno de Néstor Kirchner para avanzar en las causas ligadas al atentado. Tiene una estructura de más de 40 personas y presupuesto autónomo
Desde entonces siempre había estado a cargo del fiscal Alberto Nisman, que apareció muerto el 18 de enero pasado, cuatro días después de haber denunciado a la Presidenta
Está facultada para intervenir en la causa por el atentado a la AMIA, pero también en cualquier otro caso vinculado con el caso
La procuradora Alejandra Gils Carbó debe nombrar ahora al reemplazante de Nisman. Anunció que no designará a un fiscal sino a un grupo de fiscales con experiencia
El texto es breve, dice así: “Hoy 20 de enero de 2015, la Instrucción hace constar: Que en este acto se procede a anexar las presentes actuaciones en concepto de VEINTISÉIS (26) fojas vistas fotográficas de los papeles secuestrados en el recipiente de residuos del interior del domicilio de quien en vida fuera Natalio Alberto NISMAN.- CONSTE (sic)”. El escrito lleva la firma del Jefe de la División Homicidios de la Policía Federal, Comisario Rodolfo O. Gutiérrez; y también de una subalterna suya, la principal Maria R. Palacio.
Esa “diligencia” ocupa la foja 59 del expediente judicial que investiga la muerte del fiscal del caso AMIA. Le siguen al menos otras 26 páginas foliadas y avaladas por las autoridades que reproducen un material cuyo contenido ya había sido revelado por Clarín el último domingo, pero que ayer la fiscal Fein y el Gobierno intentaron hacer pasar por inexistente: se trata de un borrador de la denuncia de Nisman contra Cristina Kirchner, en la que éste había incluido pedidos de detención para la Presidenta, el Canciller y uno de los jefes de La Cámpora, medidas que después quitó de la acusación oficial que presentó al juez Lijo.
Esos papeles escritos en computadora –pero corregidos de puño y letra por su autor–, fueron hallados por la policía en el tacho de basura del departamento de Nisman. Estaban abollados y entremezclados con otros deshechos. Fueron fotografiados por los investigadores y se incluyeron como prueba en la causa que intenta determinar cómo murió el fiscal del caso AMIA el domingo 18, la víspera de su exposición en el Congreso, en la que enumeraría los argumentos y pruebas que usó para denunciar y pedir la declaración indagatoria por encubrimiento de la titular del Poder Ejecutivo, un hecho único en democracia.
Ayer, el jefe de Gabinete y futuro candidato a intendente de Resistencia, Jorge Capitanich, rompió en la Casa Rosada un ejemplar de Clarín que contenía dos notas que él describió como “basura”. Una era un análisis del columnista político Eduardo Van der Kooy. La otra había sido titulada “Nisman habría pensado en pedir la detención de Cristina Kirchner”.
Al mediodía, la fiscal del caso Nisman, Viviana Fein, emitió un comunicado en el que reafirmó lo dicho por Capitanich.
A ambos los desmiente el propio expediente que investiga la muerte de Nisman. El borrador de la denuncia del fiscal está incorporado como prueba en esa causa.
Ocupa al menos 26 páginas.
En el folio 65 se lee el título “Pedido de detención y prohibición de salida del país”.
Y en la foja 67 el fiscal solicita “al Sr. Magistrado” que disponga “la DETENCIÓN de CRISTINA ELISABET FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, de Héctor MARCOS TIMERMAN, de ANDRÉS LARROQUE (previo procesos de desafuero, remoción o juicio político, según corresponda, en virtud de sus respectivas condiciones de Presidente de la Nación, Ministro de Relaciones Exteriores y Culto y Diputado Nacional -arts. 53, 59, 68, 69 y 70 de la Constitución Nacional)”.
Y después ordenaba “la DETENCIÓN INMEDIATA de LUIS ÁNGEL D’ELÍA, JORGE ALEJANDRO KHALIL, HÉCTOR LUIS YRIMIA, FERNANDO ESTECHE y del sujeto conocido como ‘Allan’, una vez sea debidamente identificado”.
Nisman daba más información sobre éste último imputado: “ ... según los indicios obtenidos hasta el momento, podría tratarse de Ramón ‘Allan’ Héctor Bogado”, a quien vinculó a la Secretaría de Inteligencia.
El borrador de la denuncia del fiscal da varios indicios que muestran que su acusación contra la Presidenta no fue redactada a último momento, tal como intenta instalar el Gobierno: está fechado, por ejemplo, en “junio del 2014”.
En el escrito que apareció en la basura de su casa, Nisman alerta varias veces sobre la presión que podrían ejercer los imputados sobre el Poder Judicial.
El fiscal le había aconsejado al juez en esta versión de su denuncia que debía “extremar los recaudos” para evitar “maniobras o ardides” de los investigados, a los que describe como “sujetos jurídicos afectados” con una “total falta de escrúpulos”.
Facsímiles
El primero es la primera vez que Nisman escribió el pedido de detención de Cristina en su borrador de junio de 2014 y de 26 páginas. El segundo puntualiza todas las detenciones que pedía al juez que iba a tener su denuncia. Y el tercero es el acta que firmó el comisario Rodolfo Gutierrez, jefe de la división Criminalística de la Policía Federal que está en la causa por la muerte de Nisman que instruye la fiscal Viviana Fein. Está fechada 20 de enero 2015.
¿Yo, señor? No, señor. La frase inmortalizada por El Gran Bonete parece aplicarse a la perfección a los caminos judiciales que recorre el dictamen presentado por Alberto Nisman antes de su muerte. Se trata de la denuncia que incluye a la presidente Cristina Kirchner, a su canciller Héctor Timerman, al piquetero Luis D'Elía y al líder de Quebracho, Fernando Esteche, entre otros.
En ese escrito Nisman acusó al Gobierno de organizar una "confabulación criminal" para desviar la causa por la voladura de la AMIA y librar de responsabilidades a los iraníes que están acusados en el expediente. Según el dictamen, Irán se había comprometido a mejorar las relaciones comerciales con la Argentina a cambio de que cayeran las circulares rojas emitidas por Interpol para detener a los sospechosos implicados en el atentado.
Antes de morir, el fiscal de la UFI-AMIA radicó su denuncia ante el juez federal Ariel Lijo. Lo eligió a él porque es el mismo magistrado que interviene en otra pesquisa por encubrimiento que este año debería llegar a la etapa del juicio oral. Eran mediados de enero, y la mayoría de los tribunales estaban cerrados. La jueza de feria, María Servini de Cubría, consideró que no había elementos para acelerar el tratamiento del escrito de Nisman y aplazó su tratamiento para febrero.
El domingo 18 de enero cambió el escenario judicial (y político). Nisman apareció muerto en su casa, Lijo interrumpió su licencia y tomó el control de la pesquisa. Durante los últimos días de enero, el juez dispuso una serie de medidas para preservar las pruebas pero no tomó decisiones de fondo en el caso. Ya tenía en claro que iba a rechazar su competencia una vez que cesara la feria.
Y así fue. El 2 de febrero el escrito de Nisman recorrió varios metros dentro de los pasillos de los tribunales de Comodoro Py. Lijo se declaró incompetente, la Cámara Federal realizó un nuevo sorteo, y el azar quiso que la instrucción quedara en manos de Daniel Rafecas, quien estará de licencia hasta fin de mes. Sebastián Ramos, el juez que lo subroga, también rechazó el caso -previa consulta a Rafecas-. Ahora la última palabra la tendrá la Cámara Federal. ¿Pues entonces quién la tiene?
"ESPERO QUE LOS JUECES NO TENGAN MIEDO, SINO QUE SE DEDIQUEN A OTRA COSA"
Las idas y vueltas disgustaron a la comunidad judía. El vicepresidente de la DAIA, Waldo Wolff, pidió que los magistrados no tengan miedo de tomar el expediente y analizar las responsabilidades de los funcionarios acusados por Nisman.
"En el caso del juez Rafecas, tengo muy buenas referencias; pero que están pasando cosas, sí están pasando cosas. La verdad espero que los jueces no tengan miedo, sino que se dediquen a otra cosa", señaló en diálogo con Luis Novaresio, en radio La Red.
El vicepresidente de la DAIA, manifestó así su preocupación por la falta de un magistrado en la denuncia presentada por Nisman contra la Presidente, cuatro días antes de morir. "Será hora de que en aras de una República mejor, con valores universales y para toda la sociedad, no usufructuados por intereses personales o partidarios, la gente se ponga la camiseta y sobre todo los que ocupan la magistratura", reclamó.
En este sentido, Wolff aclaró que no tiene pruebas sobre los posibles temores que hay en el Poder judicial, pero comentó que en su ámbito se "escuchan cosas". "No me consta que tengan o no miedo, pero a mí la gente me para por la calle y me dice que me cuide y que tenga cuidado", manifestó.
El representante de la comunidad pidió tranquilidad a la sociedad y dijo que "no va a pasar nada". "No tengan miedo, en diciembre no se termina el mundo, la Argentina sigue adelante", dijo y concluyó: "Somos pacientes y en algún momento vamos a tener juez".
La mirada del Gobierno
El secretario General de Presidencia, Aníbal Fernández, volvió a desestimar la presentación que había realizado el fiscal especial para la causa AMIA, que tenía como imputados a la Presidente, el canciller y otros dirigentes vinculados al oficialismo.
El funcionario kirchnerista insistió en que la denuncia "no la escribió" el fallecido funcionario judicial: "Cuando se presentó ya dije que era bochornosa. Alguien le dio ese escrito para que él le pusiera la firma".
Además reiteró que detrás de esta resonante acusación hay servicios de inteligencia que no responden al Gobierno. Y se refirió a la decisión del juez Ariel Lijo, que eligió declararse incompetente y envió la causa a sorteo.
"El trabajo que hizo Nisman están tan falto de solvencia que no ha constituido los elementos suficientes para demostrarle al magistrado que hay conexidad entre las causas. Y como no la hay, a Lijo no le quedó otra que elevarlo a la Cámara para que lo sortee", sentenció.