La crisis ambiental en el santuario de la naturaleza Carlos Andwanter del río Cruces, en Valdivia, el 2004, puso los ojos de los chilenos en los humedales (ver recuadro). “Hoy son varias la iniciativas comunitarias que protegen estos espacios en la ciudad y la región. Efecto de una nueva conciencia que se levantó con la crisis”, dice José Araya, del movimiento Acción por los Cisnes.
Este santuario es uno de los 12 humedales del país que son parte de la convención Ramsar, tratado internacional que nació en 1960 debido a la creciente pérdida y degradación de los hábitat para las aves acuáticas migratorias. En 1977, este organismo instituyó el Día Internacional de los Humedales, que se conmemora cada 2 de febrero.
Alejandra Figueroa, jefa de la División de Recursos Naturales y Biodiversidad del Ministerio del Medio Ambiente y coordinadora del Comité Nacional de Humedales, explica que estos equivalen en superficie a 1.268.100 hectáreas, cifra que incluye a los lagos del país. “Tenemos más de 30 mil humedales, esto es, unidades que pueden o no formar parte de cursos o cuerpos de agua mayores”, sostiene.
Pero las cifras en hectáreas y número de humedales se podría incrementar si se suman los dos millones de hectáreas de turberas -un tipo de humedal- que existen entre las regiones de Los Lagos y Magallanes.
PROTECCIÓN
¿Qué tipo de protección ofrece Chile a los humedales que no tienen el estatus internacional? Según Alejandra Figueroa, los humedales pueden quedar declarados bajo las figuras de Reserva, Parque o Santuario. “Sin embargo, no hemos avanzado mucho en instrumentos territoriales que resguarden la pérdida de humedales. Es una deuda”, admite la funcionaria. Y agrega que las mayores amenazas son la presión inmobiliaria en los márgenes de sistemas costeros, ríos y lagos, la extracción de agua de acuíferos que alimentan vegas y bofedales, la extracción de turba desde los humedales de turberas y la extracción de áridos desde riberas de lagos y ríos.
Uno de los humedales costeros amenazados es el del río Maipo. Ubicado entre las comunas de Santo Domingo y San Antonio, concentra el 27% de la población de aves de Chile. Pese a su importancia, el área se encuentra amenazada por el hombre y depredadores.
Por esta razón, los alcaldes de ambas comunas firmarán hoy un convenio para solicitar que el lugar sea postulado como sitio Ramsar, proceso en el que cuentan con el apoyo de las fundaciones Cosmos y Mar Adentro.
“Tiene una inigualable riqueza biológica que amerita un mayor nivel de protección legal. Hemos creado una alianza para dotar a este ecosistema de planificación, gestión e infraestructura que permita protegerlo y convertirlo en un polo de investigación, educación y desarrollo en la comuna y provincia”, dice Diego Urrejola, director ejecutivo Fundación Cosmos.
“En nuestra comuna entendemos que el humedal del río Maipo posee una biodiversidad increíble y de gran importancia”, añade Fernando Rodríguez, alcalde de Santo Domingo. “Nuestro municipio ha estado trabajando en su protección y preservación, pero sin olvidarnos de la relevancia que tiene que nuestros vecinos y visitantes conozcan sobre su gran riqueza natural”.
Alejandra Figueroa dice estar en conocimiento de este interés, pero que no les ha llegado ninguna petición formal. La jefa de Recursos Naturales y Biodiversidad agrega que, al margen de esta solicitud, en 2014 ya se aprobó una norma secundaria de calidad de aguas para la cuenca del río Maipo, incluida su desembocadura, que protege los ecosistemas acuáticos.
El Ministerio de Medio Ambiente también trabaja en la implementación de una Plataforma Nacional de Humedales, que hoy está en marcha blanca y a la que se podrá acceder vía un sitio web. En el largo plazo contará con la información de todos los que existen en el país. “Esta plataforma permitirá, además, que quienes administran humedales, ya sean municipios, ONG u otros, puedan subir la información a esta plataforma cumpliendo con ciertos criterios rigurosos respecto de la calidad de la información que se entrega”, explica.
Colombia tiene una riqueza de "valor incalculable" en sus humedales, afirmó el especialista español en temas ambientales Eduardo Soler, con motivo del "Día mundial de los humedales" que se celebra este lunes.
Soler es gerente de la consultoría española Limonium, que supervisa el plan de manejo ambiental del humedal Los Patos, situado en Tocancipá, municipio situado 20 kilómetros al norte de Bogotá.
Colombia cuenta con seis humedales de los 2.000 que integran la lista de la Convención de Ramsar, adoptada en la ciudad iraní del mismo nombre en 1971 para promover "la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales y nacionales y gracias a la cooperación internacional".
La biodiversidad de humedales en paramos, ciénagas, montañas y sabanas de Colombia es de "valor incalculable al prestar servicios de pesca, agua y regulación del ambiente", aseguró a Efe Soler, ingeniero agrónomo por la Universidad de Lleida (Cataluña, noreste de España).
Colombia se sumó a la Convención de Ramsar en 1998 cuando seleccionó el sistema delta estuarino del río Magdalena (norte), y posteriormente inscribió el complejo de humedales laguna del Otún (centro), el delta del río Baudó (oeste), la laguna de La Cocha (suroeste), el sistema lacustre de Chingaza (centro) y los humedales de la Estrella Fluvial Inírida en la Orinoquía (este).
Las seis áreas inscritas por Colombia en la Convención de Ramsar, de la cual hacen parte 168 países, suman 741.525 hectáreas.
Según Soler, la selección de estos humedales se hace "por la relevancia internacional que tengan en el aporte de especies y procesos en el ecosistema, así como por el número de aves emigrantes o por alojar poblaciones de especies de aves acuáticas o de peces endémicos".
El especialista hizo énfasis en que Colombia tendrá más humedales en esta lista, ya que existen en el país zonas de gran valor en flora y fauna que no se encuentran en otras partes de la región y del mundo.
Sobre su trabajo en el humedal de Los Patos, explicó que se trata de un plan de apadrinamiento de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), y la Alcaldía de Tocancipá, con el apoyo de la multinacional Femsa Coca Cola para la preservación de ese terreno "al que llegan aves migratorias desde Norteamérica".