Además de los proyectos mineros conocidos, como la Ampliación de Cerro Verde y Tía María, recientemente se ha aprobado el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de dos importantes proyectos mineros en Arequipa; se trata de Pampas del Pongo y de Tambomayo.
El Proyecto de Pampas del Pongo es un yacimiento de hierro que será explotado por la empresa china Jinzhao Mining Perú S.A., que podría ser la mina de hierro más grande del país, con una producción estimada de 22.5 millones de toneladas al año y una inversión estimada de 1,500 millones de dólares.
Este proyecto se ubica en la costa de Arequipa, específicamente en la provincia de Caravelí, distrito de Bella Unión.
También se ha aprobado el estudio ambiental para la construcción de un terminal portuario para el embarque del mineral, con una inversión adicional de más de 300 millones de dólares.
Cabe mencionar que la única mina de hierro del país está localizada en Marcona (Ica) y es operada por Shougang Hierro Perú, también de capitales chinos.
El otro proyecto cuyo EIA ha sido recientemente aprobado es Tambomayo, del Grupo Buenaventura, para la producción de oro; está localizado en la provincia de Caylloma, Arequipa, a una altura de 4,800 metros sobre el nivel medio del mar.
Se estima una producción de 150,000 onzas troy de oro al año.
El Grupo Buenaventura añade otro proyecto a su amplia cartera de inversiones en este sector.
El Sur Región Minera
A veces no se quiere reconocer que el sur del Perú es una región minera, ya que hay importantes yacimientos en Cusco, Apurímac, Puno, Arequipa, Moquegua y Tacna, de diferentes minerales, lo que ha sido motor de crecimiento y desarrollo; gran parte del desarrollo local alcanzado en las diferentes ciudades del sur, ha sido gracias a la minería, específicamente por los ingresos generados para sus trabajadores y por la compra de insumos y materiales en nuestras regiones.
Es por ello extraño que sin ninguna razón técnica la población se oponga a la ejecución de determinados proyectos, como acaba de suceder en el Valle de Tambo, con relación al proyecto Tía María.
Se plantean disyuntivas irreales como “mina no, agro sí”, como si fueran alternativas excluyentes, cuando está ampliamente demostrado que la minería y la agricultura puede convivir perfectamente, sin que ninguna de las actividades afecte a la otra.
Es posible que en estos casos la población esté desinformada, y lamentablemente, en algunos otros, mal informada por algunas personas influyentes.
Sin embargo es importante mencionar que la mayoría de la población no se opone a los proyectos mineros, pero algunos grupos reducidos crean conflictos y amedrentan a la población.
Esperamos que por el bien del país y de la Macrorregión Sur en particular, esta situación cambie, y todos, repito todos, demos un apoyo claro y decidido a estos proyectos, tan importantes para el desarrollo del país.