"Un poco averiada pero jamás hundida", dijo hoy la Presidenta de la Nación en su convocatoria a los gobernadores para refinanciar las deudas de 17 provincias. La mandataria aprovechó la ocasión para anunciar un aumento a los jubilados a partir de marzo próximo. Antes, dio un paso más en el plan de renovación ferroviaria con el pre candidato presidencial Florencio Randazzo. Al final, repitió su costumbre de hablarle a la militancia partidaria, dándole un mensaje de duras críticas al ámbito judicial y de apelación a la paz social en el año electoral.
La suba de las jubilaciones será de 18,26% a partir del 1°de marzo
La Nación
En medio de la crisis por la muerte del fiscal Alberto Nisman , Cristina Kirchner encabezó esta mañana anuncios económicos. La Presidenta anunció desde la Casa Rosada un nuevo aumento para los jubilados en el marco de la ley de movilidad obligatoria.
El incremento ordenado por el Ejecutivo, el primero de 2015, es del 18,26%. El nuevo salario para los jubilados regirá desde el 1 de marzo. El haber jubilatorio mínimo pasará de $3231,63 a $3821,73 mensuales.
"Fue el incremento más grande desde que se sancionó la ley de movilidad obligatoria", dijo Cristina Kirchner desde el Salón de las Mujeres Argentinas. La mandataria remarcó que si se toma el aumento anterior del 17,21% que rige desde septiembre se trata de más del 38% de incremento para los jubilados en menos de un año..
En su primer acto en Casa Rosada tras la fractura que sufrió en un tobillo, Cristina Kirchner se mostró junto a la mayoría de los gobernadores oficialistas en una cadena nacional en la que evitó mencionar directamente el caso Nisman, pero aludió a Diego Lagomarsino, los jueces y también pidió que “no traigan” al país conflictos de otras regiones del planeta.
El extenso discurso de la Presidenta comenzó con una teleconferencia con Florencio Randazzo, que junto a los líderes de los dos principales gremios ferroviarios (incluido el opositor Omar Maturano) anunció mejoras en el ramal Retiro-José León Suárez de la línea Mitre.
Luego, los gobernadores desfilaron uno a uno para firmar el convenio de refinanciación de deudas. Con presencia de la mayoría de los mandatarios oficialistas más los opositores Ricardo Colombi y Alberto Weretilneck, Cristina logró mostrarlos alineados en momentos de alta tensión para su gestión y tras algunos amagues de rebeldía de parte de los líderes provinciales. Como explicó LPO, varios de ellos querían evitar la foto, pero la necesidad de fondos y el temor a represalias fue más determinante.
El tema central del discurso y acaso la novedad más concreta fue el anuncio del aumento de las jubilaciones, que se esperaba para su regreso de China pero que fue adelantado. Según informó Cristina, desde marzo la jubilación mínima pasará de $3231,63 a $3821,73, un 18,26 por ciento. Con el aumento que se otorgó en septiembre, el incremento anual fue de 38,61%, indicó.
Este medio había adelantado que el Gobierno preparaba una batería de anuncios económicospara tratar de sacar del centro de la escena el caso Nisman y, de paso, intentar cambiar el humor social, reflejado en un descenso de la imagen positiva de Cristina. “Lo anuncio hoy porque tengo obligación por ley, porque se paga a partir del 1º de marzo. Que quede claro por qué lo anuncio hoy”, respondió la mandataria ante la evidente lectura que genera esa información. De todos modos, al regreso de China, habría más anuncios sobre seguridad social, como el aumento de la AUH.
Luego de largos elogios a su política y a la del gobierno de Néstor Kirchner en materia económica, Cristina se dedicó a comentar algunos títulos de los diarios y se explayó sobre “buenas noticias”, al estilo 678. Al respecto, insistió con la “explosión” de turistas y el “nivel récord de ocupación” como dato para desmentir los malos presagios. “Asustaron a la gente”, se quejó. No obstante, admitió que la situación está mejor de lo imaginado, incluso por su propio equipo económico. “Cuando llegó diciembre, nos encontró con más reservas de las que nosotros mismos pensábamos que íbamos a estar”, señaló.
Ya sobre el final de su discurso Cristina hizo unas pocas alusiones indirectas al caso que conmueve a la sociedad argentina desde hace dos semanas. En principio, le apuntó -sin nombrarlo- al vicepresidente de la Asociación de Magistrados y Fiscales, Ricardo Sáenz, quien había afirmado que la Presidenta no debía opinar sobre la investigación del caso Nisman, ya que incurría en una violación del artículo 109 de la Constitución.
“El vicepresidente de una ONG de jueces y fiscales dijo que yo no debería opinar ni hablar. Quiero decirle que todos los argentinos somos iguales. La libertad de expresión y la libertad prensa es para los 40 millones de argentinos, incluida la Presidenta. La libertad de expresión no debe ser solamente para los que critican, insultan y agravian al Gobierno”, afirmó.
“Es una frase muy poco feliz (…) Es como si yo dijera que jueces y fiscales sólo deben hablar por sus sentencias o dictámenes, cuando habrán escuchado todos los días a jueces y fiscales hablar de lo que piensan y se les ocurre, y están en todo su derecho. Pero nadie desde otro Poder le puede decir a la Presidenta que se calle la boca y que no hable. Hablar voy a hablar, y todas las veces que yo quiera”, advirtió.
A continuación, hizo una sugerente declaración sobre “los jueces y fiscales que crean opiniones, sobre todo cuando tienen causas y también crean opinión”. Pareció una referencia indirecta para la fiscal Viviana Fein, que días atrás se encargó de derrumbar las acusaciones que había hecho Cristina sobre el regreso de Nisman y contra Diego Lagomarsino.
Justamente el ex empleado de Nisman fue otro de los objetivos de la mandataria. Sin mencionarlo, se refirió a un tweet que Lagomarsino escribió en 2013, insultando groseramente a Cristina. "Los insultos de los mediocres nunca me importaron ni me importarán jamás", exclamó, luego de hacer una extraña reproducción del mensaje. Pareció un paso más en la “demonización” del Gobierno contra Lagomarsino.
Para el final, dejó la mención más directa al tema y habló de “conflictos de otros países” que quieren traer a la Argentina. “No permitamos que nos traigan conflictos de afuera, que no son nuestros. Se los pido por favor como Presidenta”, afirmó en lo que pareció una referencia a los conflictos en Medio Orient
“Peleémonos por las cosas nuestras, nuestros problemas, pero por favor no permitámos que nos traigan acá conflictos que están provocando desolación, muerte y agobio en otros lugares en otros pueblos. No permitamos que nos dividan”, exclamó.
“No traigan el drama y la tragedia de otras regiones remotas del mundo, donde se matan, se tiran misiles. Eso no tiene nada que ver con nuestra historia, con nuestra realidad. Toda esa mugre que hay afuera no la traigamos adentro”, completó.
Por cadena, Cristina volvió a confrontar con la Justicia y desafió: “No me van a silenciar”
Cronista
En una cadena nacional que se extendió por una hora, la presidenta Cristina Kirchner se refirió en forma indirecta a la investigación por el caso Nisman, pero sin mencionarlo nunca y solo para rechazar el pedido de la Asociación de Magistrados de que evitara hacer hipótesis sobre la causa y redoblar la carga contra Diego Lagomarsino, el asesor de la UFI-AMIA imputado por haberle prestado al fiscal el arma que le provocó la muerte.
“No me van s silenciar (…) Voy a hablar todas las veces que quiera hablar”, manifestó la Presidenta en su discurso, en el que elogió los números de la economía, anunció que el aumento de marzo en las jubilaciones será del 18,26%, reclamó que no se traigan al país los conflictos de Medio Oriente (en realidad, no dijo que conflictos pero quedó claro que se refería principalmente al de Israel y Palestina) y resaltó como un reclamo que “la libertad de expresión” la incluye también a ella.
Lo último fue en respuesta al presidente de la Asociación de Magistrados, Ricardo Recondo, quien había cuestionado en los últimos días las especulaciones de Cristina sobre el caso Nisman: "Las opiniones de la Presidenta -había dicho Recondo- influyen en el desarrollo del caso (…).Si no nos dejan trabajar (a los jueces) con tranquilidad, nos perturban mucho".
“Voy hablar voy a hablar todas las veces que quiera hablar”, insistió hoy la mandataria, que no nombró a Recondo pero sí dejó en claro que se refería a él. “No me interesa una democracia silenciosa ni silenciada”, agregó.
Cristina tampoco nombró por su nombre a Lagomarsino. Pero también volvió a cargar contra él al recordar “un tuit” del año 2013 en el que, con un lenguaje soez, el asesor en inormática de la UFI-AMIA que conducía el fallecido Nisman criticaba a la Presidenta.
Tras dar un largo y llamativo rodeo para evitar las malas palabras (textualmente: ”Me decía: ‘Por los acontecimientos del día de la fecha te podés ir’, y me mandaba a un lugar que es el lugar por donde nacemos todos los seres humanos, de mi mamá, era el lugar, y además agregaba en forma inmediata ‘sos una hija de una señora que se gana la vida de mala manera’, con otras palabras. Y finalizaba: ‘punto Amén’”), la Presidenta apuntó que el mensaje había sido escrito porun empleado de la Justicia cuyo sueldo es pagado por el Estado y al que nadie lo sancionó.
Y reclamó: “Todos los argentinos somos iguales y la liberta de expresión y de prensa es para los 40 millones de argentinos, incluida la Presidenta, y no solo para los que critican insultan o agravian”.
A pesar de esa respuesta a Recondo, la renovada carga contra Lagomarsino y el elíptico pedido de que nadie traiga a la Argentina los conflictos de Medio Oriente –en todos los casos, de manera indirecta-, Cristina no mencionó nunca en su mensaje al fiscal Nisman, sobre cuya muerte sí había hablado en la anterior cadena nacional –cuando anunció el proyecto para reformar el sistema de Inteligencia- y en dos mensajes que publicó en Facebook.
La presidente Cristina Kirchner volvió a encabezar un acto en Casa de Gobierno luego de la fractura que sufrió en el pie izquierdo en un accidente doméstico. Su último mensaje había sido grabado en la Quinta Presidencial de Olivos para anunciar la creación de la Agencia Federal de Inteligencia.
Luego de compartir una videoconferencia con el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, la jefa de Estado realizó una breve introducción antes de avanzar con el núcleo de los anuncios previstos para este viernes. "Acá estoy, en pleno ejercicio de mis funciones, estoy averiada como en la Batalla Naval, pero jamás hundida", declaró. Una cortina de risas y aplausos la interrumpió.
En un discurso que se prolongó durante casi 60 minutos, la jefa de Estado les contestó a lasasociaciones de jueces y de fiscales que en las últimas horas habían cuestionado una supuesta "intromisión" del Poder Ejecutivo en la investigación judicial por la muerte del fiscal Alberto Nisman.
"Nadie desde otro poder le puede decir a la Presidenta que se calle la boca y no hable. Voy a hablar todas las veces que quiera hablar", enfatizó la jefa de Estado desde el Salón de Mujeres Argentinas de la Casa Rosada.
Y continuó: "Escuché a una ONG que nuclea a jueces y fiscales que decía que yo no debía opinar ni hablar; yo quiero decirles que todos los argentinos somos iguales. La libertad de expresión es para los 40 millones de argentinos, incluida la Presidenta. La libertad de prensa y la libertad de expresión es para ellos y también para nosotros, los que pensamos de otra manera. En eso radica la libertad".
Y completó: "Si desde el presidente de la Corte hasta el último juez pueden hablar, pueden hacer reportajes, declaraciones y descalificaciones... Ir en listas opositoras al Gobierno... ¿Cómo no voy a poder hablar yo que soy Presidenta y estoy sometida al juzgamiento de los demás poderes? Por favor, lean la Constitución. El artículo más importante es el 16, que dice que todos los habitantes son iguales en la República Argentina".
Durante el mensaje, que fue transmitido en cadena nacional, la Presidente también anunció un aumento de 18,6% en las jubilaciones que regirá a partir de marzo. El aumento surge de la ley de movilidad votada por el Congreso en 2009. La Presidente informó que el haber mínimo pasará de $3.231 a $3.821.63.
Sobre el final también mencionó conflictos internacionales que a su parecer no tienen que ver con la realidad del país: "No permitamos que nos traigan conflictos de afuera que no son nuestros. Desolación, muerte y agobio de otros pueblos, no son contradicciones que tengamos acá. No permitamos que nos dividan. Vayamos a las próximas elecciones en paz, con alegría y que el pueblo se exprese quién quiere que lo conduzca. No traigamos cosas de donde se matan, se tiran misiles, no tiene que ver con esta realidad ni con nuestra historia, no tiene nada que ver con la Argentina de los inmigrantes. Que toda esa mugre que hay afuera nadie la traiga adentro".
El diálogo previo con Randazzo
Antes de su discurso, Cristina Kirchner mantuvo una videoconferencia con Randazzo, que estaba en la estación Retiro, desde donde anunció la incorporación de las nuevas formaciones para el ramal Suárez de la línea Mitre.
El tono del diálogo entre el ministro del Interior y Transporte y la Presidente no fue el habitual intercambio de palabras sobre la gestión, sino que tuvo un inusual tono político. Randazzo le brindó un fuerte respaldo a la mandataria, que incluso se emocionó al final de la conversación.
"Los que creemos en la independencia de la política por encima de cualquier interés sectorial, estamos convencidos de que no hay ningún ataque, por más impiadoso que sea, que pueda parar este proceso de transformación que encabezás vos, Cristina", le dijo Randazzo a la Presidente al tomar la palabra.
Randazzo afirmó que "sectores económicos, empresariales y mediáticos concentrados, han condicionado a muchos gobiernos e incluso han gobernado la Argentina sin votos y sin rostro", y agregó: "Somos millones los argentinos que tenemos la tranquilidad de saber que contamos con una Presidenta dispuesta a no renunciar jamás a la defensa del interés general, cueste lo que cueste".
