La actividad en las estaciones de servicio, uno de los puntales más dinámicos de la economía kirchnerista, no pudo escapar a los efectos de la recesión que se instaló en el país en el primer trimestre del año pasado. Un indicador importante así lo demuestra: las ventas de nafta súper, el combustible más utilizado por la clase media argentina, mostró entre enero y noviembre de 2014 el menor crecimiento de la última década, según números oficiales. Hay que remontarse hasta 2004 para ver un comportamiento más austero de la demanda.
Según las cifras disponibles hasta ahora, la venta de nafta súper al mercado interno alcanzó los 5,61 millones de metros cúbicos el año pasado. Eso la coloca 1,85 por ciento por encima de los registros de 2013. Sin embargo, está muy lejos de la mejor performance de la década, que en todos los años mostró un incremento importante de las ventas. En algunos casos, el salto fue gigantesco.
Por ejemplo en 2008, que quedará en los libros de historia económica como el año de la crisis financiera internacional que comenzó con la quiebra del banco Lehman Brothers en aquel septiembre, fue para los surtidores un período sobresaliente, con ventas 24 por ciento por encima del año anterior, que también había sido muy bueno. Y en siete de los últimos once años el crecimiento respecto del año anterior fue de dos dígitos.
Además de la marcha de la economía, los precios son el otro ingrediente por tener en cuenta. Por ejemplo, hasta principios de 2008, cuando se concretó el ingreso de la familia Eskenazi en la petrolera YPF, los precios de todo el mercado estuvieron controlados de cerca por el Gobierno.
El año pasado, en cambio, la decisión política fue otra. La petrolera que conduce el ingeniero Miguel Galuccio encabezó los aumentos de precios. Los valores de hoy -el litro de nafta súper cuesta 11,31 pesos- muestran un incremento de 27 por ciento respecto de los de enero del año pasado. Pero contemplan una baja del 5 por ciento que el Ministerio de Economía acordó con las petroleras para plasmar en el mercado local, aunque muy parcialmente, la caída en el precio internacional del precio del barril de petróleo. Esa iniciativa, sustentada en el decreto 2579 y publicada este mes en el Boletín Oficial, moderó los aumentos de 2014, que en diciembre acumulaban 33 por ciento en el año.
Según un informe elaborado por el Instituto Argentino de la Energía General Mosconi, "tras una leve recuperación en septiembre, las ventas de naftas [en sus variedades súper, premium y común] volvieron a caer en octubre, con lo que disminuyeron 2,4% respecto del mismo mes del año anterior, y acumulan en el último año móvil un incremento del 1,2% respecto del período noviembre 2012-octubre 2013".
El mismo trabajo destaca la caída en las ventas de gasoil, el combustible habitualmente relacionado con "el trabajo". En octubre del año pasado cayeron 2 por ciento respecto del mismo período de 2013, mientras que en los últimos 12 meses "las ventas de este combustible acumulan una caída del 2,6%, en notable aceleración".
TANQUES A MEDIO LLENAR
La demanda de combustibles tuvo un freno significativo
-2,6%
Gasoil
Las ventas no sólo bajaron el año pasado, sino que dan señales de mayor enfriamiento hacia el futuro
1,85%
Nafta súper
Tuvo en 2014 un leve repunte, pero incomparable con el comportamiento que venía mostrando
24%
Ritmo anterior
Es el aumento que llegó a tener la demanda de nafta súper en 2008 en relación con el año anterior
5%
Rebaja
Es la disminución de precios que, tras la estrepitosa caída en el crudo, el Gobierno obtuvo de las petroleras
27%
Más cara
Es el aumento que tuvo la nafta súper si se contrasta el precio de enero con el de hace un año
$ 11,31
Por litro
Es el valor que tiene hoy la nafta súper de YPF en los surtidores de la Capital Federal.