El Fondo Monetario Internacional pronosticó ayer que la economía de la Argentina seguirá en recesión este año (una caída de 1,3%) y advirtió que nuestro país continúa enfrentando “importantes desequilibrios macroeconómicos”.
Alejandro Werner, director para Asuntos del Hemisferio Occidental, explicó a Clarín cuáles eran los desequilibrios que el país afronta: “Vemos caídas importantes en el sector industrial” que se arrastran ya desde el 2014, dijo, y también “números negativos en ventas minoristas y en la construcción”.
“Muchos sectores importantes traen contracciones desde el año pasado y en el 2015 se profundizan las restricciones externas y la caída de las importaciones”, señaló a esta corresponsal en una rueda de prensa en la sede del FMI. También enfatizó la “incertidumbre sobre la implementación de políticas” en torno del déficit fiscal, que consideran “elevado”.
Como hay dificultades para “generar un financiamiento externo para financiar esos desequilibrios, esto se termina reflejando en inflación, incertidumbre, restricciones y eso afecta la producción”. Por eso, dice, el resultado es “una contracción, un crecimiento negativo”.
El informe presentado ayer revisa las expectativas de crecimiento divulgadas en octubre pasado durante la asamblea del Fondo. Para 2015 el FMI había previsto entonces una caída de la economía argentina de 1,5%, que finalmente ajustaron a 1,3%. Pero para el año pasado la diferencia fue más significativa. El informe divulgado ayer señaló que en 2014 hubo “moderación de las presiones cambiarias y un crecimiento más vigoroso de lo previsto”. Fue finalmente una recesión de 0,4% en lugar de 1,7 que se había anunciado y por el cual tuvo un roce con Axel Kicillof, que decía que las proyecciones del FMI no eran las que él manejaba.
Consultado por Clarín, Werner señaló al respecto: “Cuando presentamos nuestros números en octubre, los datos del segundo trimestre no habían salido”. Luego, afirmó, se hizo el ajuste estadístico. Pero agregó que además “el sector agropecuario tuvo un mejor desempeño de lo que habíamos vaticinado y el financiero también”.
Respecto de las estadísticas de inflación y de producto bruto interno que están siendo revisadas por el organismo, Werner señaló que se están cumpliendo las pautas del programa de 15 meses que se había planeado, con dos revisiones intermedias y una final. “La Argentina cumplió con sus compromisos” en las revisiones intermedias, afirmó. Ahora queda pendiente la revisión final que será entregada el 28 de febrero para que la examinen los técnicos y se la eleven al directorio a fines de abril o principios de mayo. El board analizará el caso y luego revelarán la evaluación general de la calidad de las estadísticas, señaló Werner.