En los últimos días, el ministro de Energía, Máximo Pacheco, se ha reunido con variadas instituciones, como los Centros de Despacho Económico de Carga, para afinar los detalles de una decisión que tiene que tomar, atendiendo a los plazos que él mismo se impuso hace algunos meses, de acá a la próxima semana.
Se trata de la modalidad de interconexión de los dos sistemas eléctricos mayores del país: el SING y el SIC. “La interconexión dará mayor robustez y holgura al sistema de transmisión”, precisó Pacheco en noviembre pasado, al anunciar el plazo límite para la toma de una decisión, lo que se cumple exactamente el sábado de la semana entrante.
Y a pesar de que se ha tenido una agenda legislativa bastante recargada -se decidió aplazar el proyecto de asociatividad para marzo y se trabaja contra el tiempo para ingresar la nueva norma para la distribución de gas domiciliaria, mientras aún se tramita el proyecto que amplía el giro de ENAP para permitirle desarrollar proyectos de generación- en las últimas semanas el Gobierno ha intensificado las reuniones y afinado su decisión final sobre este tema con privados, mientras que se han recibido informes para contar con más antecedentes para la decisión.
“No hay definición aún, pero varios estamos participando con la información asociada a la serie de estudios encargados y de los resultados de ellos que debe conducir a la decisión, supongo que la próxima semana”, comenta un cercano al trabajo que hacen Pacheco y su equipo. No obstante, según trascendidos, la definición ya estaría prácticamente tomada.
Las alternativas son básicamente dos: licitar un proyecto nuevo, el que obligaría a lanzar un nuevo proceso, lo que a su vez podría retrasar la ejecución de la iniciativa, o bien apoyar la obra que el grupo Suez, mediante su filial Transmisora Eléctrica del Norte (TEN) está desarrollando en esa zona.
Los plazos son lo más apremiante. El proyecto de Suez incluso podría estar operativo comercialmente en junio de 2017, plazo que es muy atractivo para el Ejecutivo, entre varias razones, porque podría ser inaugurado por la Presidenta Bachelet, así como también espera cortar la cinta de proyecto Alto Maipo, hoy en plena ejecución.
Sabido es que la Mandataria quiere dejar el problema eléctrico resuelto antes de abandonar su mandato y para esto la interconexión, así como el impulso a las energías renovables, el robustecimiento del sistema de transmisión y la incorporación de más capacidad de generación de base, es clave.
La empresa franco belga sigue con mucho interés este tema. En la industria creen que no caben dos proyectos que conecten al SIC con el SING, básicamente porque no es necesaria tal capacidad de transmisión entre ambos sistemas -la iniciativa de Suez puede transmitir 1.500 MW mediante una línea de 500 kV en doble circuito. La cifra que se acerca a los 2.372 MW que fue el peak de generación en el SING el año pasado.
Lo más atractivo de este proyecto, se ha dicho, es la premura con la que puede comenzar a funcionar. Esto, porque la ingeniería básica ya fue desarrollada, el Estudio de Impacto Ambiental ya fue aprobado -faltan algunas modificaciones menores- y tanto en costo como en las características principales se acerca bastante a lo que planea el Gobierno.
Fuentes consultadas comentan que, eventualmente, el Ejecutivo se estaría inclinando por privilegiar este proyecto.
La tecnología escogida por Suez es la de corriente alterna, pues a juicio de la compañía permitiría conectar diversos proyectos solares o eólicos en el camino de la línea, atendiendo al elevado potencial principalmente solar en la zona sur de la Región de Antofagasta y en el norte de Atacama.
Esto es visto, además, como una oportunidad de negocio para Suez, que podría maximizar la rentabilidad de la línea sumando a más actores.
Junto a esto, sería un punto a favor de Suez en el Gobierno, donde creen que la línea en corriente alterna viabilizará más proyectos de ERNC que podrían ayudar a reducir los costos del sistema eléctrico tanto del SIC como del SING, atendiendo a que las empresas generadoras solares presentaron ofertas a precios muy atractivos en la última licitación para distribuidoras.
A favor de Suez hay una jugada maestra que la empresa realizó a comienzos del año pasado: declarar la línea Mejillones-Cardones en construcción, lo que obligó a incluirla en el Estudio de Transmisión Troncal. Esto permitiría a la Comisión Nacional de Energía (CNE) justificar el apoyo a la obra de Suez, pues hace inviable en términos económicos promover una obra de interconexión adicional.
A esto se suma otro antecedente: el listado de proyectos mineros que estaban en carpeta para materializar en el SIC Norte -Región de Atacama- ya no es tan abultado, pues varias iniciativas se han ido cayendo. Éstas serían largamente abastecidas con Punta Alcalde (Endesa, carbón, 740 MW), los proyectos ERNC y la quinta unidad de Guacolda (carbón, 152 MW). De esta manera, menos se justificaría una línea paralela a la de Suez.
Menos aún si se suma al cálculo la línea Cardones-Polpaico, que unirá Santiago con Copiapó y que construye la colombiana ISA, lo que transformará a Atacama de ser una zona con déficit energético a una con una oferta amplia y, más aún, a precios competitivos.
Una duda que aún queda por resolver es si la CNE insiste en la idea de su antecesora, que prefería la tecnología de corriente continua, dada la menor pérdida de energía que esta modalidad tiene versus la corriente alterna de Suez. A esto se añade el punto de conexión, que para la anterior CNE era la subestación Encuentro y no directamente Mejillones.
El SING pasó de ser un sistema deficitario -sobre todo después de los cortes de gas argentino- a uno con más capacidad de la que está disponible, contando tanto las centrales construidas como el potencial de crecimiento.
A esto hay que sumar el terminal GNL Mejillones, que abre la opción de desarrollar un gran parque de generación con gas, ampliando aún más la capacidad disponible en ese sistema eléctrico.
“De acuerdo al Informe Técnico Definitivo de octubre del 2014 que fija los precios de nudo en las barras del SING, la capacidad instalada en el año 2030 alcanzaría los 4.616 MW”, señala Valgesta Energía en su último informe sobre el SING, publicado la semana pasada.
Esta proyección, no obstante, no incorpora todos los proyectos disponibles y en desarrollo en el norte del país, por lo que la cifra puede ser potencialmente mucho más alta. Esto se compara con los 2.372 MW que fue el peak de generación del año pasado, cifra muy por debajo de la capacidad proyectada.
Cabe señalar que la proyección de la CNE, además, considera como principal insumo el crecimiento de la demanda, por lo que entre los proyectos y las nuevas instalaciones mineras, el sistema del norte tiene estabilidad garantizada.
El plan de obras del Informe Técnico Definitivo de octubre de 2014 del SING, proyecta 2.190 MW de capacidad adicional a la actual en ERNC al año 2023. Destaca la energía Eólica, y la Solar con un 55% y 41% del total de las centrales ERNC proyectadas por la CNE”, añade Valgesta.
Frente a este escenario, las generadoras están buscando mercado para colocar sus excedentes de capacidad, a espera que la demanda del SING se reactive. Y así como Suez y su filial E-CL escogieron el norte del SIC, AES Gener optó por Argentina.
En septiembre, la generadora solicitó formalmente al Ministerio de Energía la autorización para exportar electricidad a Argentina por un período de diez años, luego que concluyeran satisfactoriamente todas las pruebas técnicas y estudios hechos entre diciembre de 2012 y diciembre de 2013.
En ellas se comprobó que la operación técnica interconectada entre el SING y el SADI argentino era técnicamente factible y que no alteraba el normal funcionamiento del sistema chileno.
Pero a la fecha, AES Gener todavía no recibe una respuesta, a pesar de que el Gobierno se comprometió a hacerlo, a más tardar, a fines de diciembre. Desde el ministerio confirmaron que no hay novedades al respecto.