Por Dmitry Zhdannikov
La OPEP defendió el miércoles su decisión de no intervenir para detener el colapso de los precios del crudo, dejando de lado las advertencias de grandes firmas del sector energético sobre que la política del grupo podría llevar a una enorme escasez de suministros si se paraliza la inversión.
Omán dejó al desnudo la tensión que la caída de más de un 50 por ciento de los precios del crudo desde junio ha puesto sobre los productores de petróleo, al criticar directa y públicamente la decisión de noviembre de la Organización de Países Exportadores de Petróleo de no recortar la producción y concentrarse en su participación de mercado.
Los precios del crudo han colapsado a menos de 50 dólares el barril como resultado de un exceso de suministros, debido principalmente a un enorme aumento en la producción de petróleo de esquisto estadounidense y una menor demanda global.
La rápida caída ha dejado a varios países que son pequeños productores de crudo tambaleándose y ha obligado a las empresas petroleras a recortar presupuestos.
Los jefes de dos de las mayores firmas petroleras del mundo advirtieron, en el marco del Foro Económico Mundial en Davos, en Suiza, que la caída de las inversiones en futura producción podría llevar a una escasez de suministros y a un dramático aumento de precios.
Claudio Descalzi, jefe de la compañía energética italiana Eni Spa, dijo que a menos que la OPEP actúe para restaurar la estabilidad de los precios del crudo, éstos podrían superar los 200 dólares el barril en los próximos años.
"Lo que necesitamos es estabilidad (...) la OPEP es como el banco central para el petróleo que debe dar estabilidad a los precios para poder invertir de manera regular", dijo Descalzi a Reuters Televisión.
Él espera que los precios permanezcan bajos durante 12 a 18 meses, pero luego iniciarán una recuperación gradual a medida que la producción de petróleo de esquisto estadounidense comience a menguar.
APEGADOS A SUS DECISIONES
Pero tanto la OPEP como Arabia Saudita, el mayor productor del grupo, se apegaron a sus decisiones.
"Si nosotros hubiésemos recortado la producción en noviembre, habríamos tenido que reducirla una y otra vez, porque los países que no son miembros de la OPEP la habrían aumentado", dijo en Davos el secretario general de la OPEP, Abdullah al-Badri.
"Todo el mundo nos dice que reduzcamos (la producción). Pero quiero preguntarles, ¿Producimos a un mayor o un menor costo? Produzcamos al menor costo primero y luego al mayor costo", sostuvo Badri. "Los precios se recuperarán. He visto esto unas 3 ó 4 veces en mi vida", agregó.
Al-Badri dijo que la política de la OPEP no está dirigida contra Rusia, Irán o Estados Unidos.
El presidente ejecutivo de Aramco, la compañía petrolera estatal de Arabia Saudita, Khalid al-Falih, también pareció impávido, diciendo que aunque podría tomar tiempo, el mercado del petróleo eventualmente se equilibrará.
El presidente ejecutivo de la petrolera francesa Total, Patrick Pouyanne, reiteró las advertencias de Descalzi.
"Existe una caída natural de un cinco por ciento al año en los campos existentes en todo el mundo. Eso significa que para 2030 más de la mitad de la producción global existente de crudo desaparecerá. Hay una enorme cantidad de dinero que debe ser invertida para obtener otros 50 millones de barriles por día de nueva producción", dijo Pouyanne.
Total recortará su gasto de capital en un 10 por ciento este año respecto a los 26.000 millones de dólares del 2014, reduciendo la inversión en el Mar del Norte y la producción de esquisto en Estados Unidos.
Total se suma a una serie de empresas petroleras internacionales, incluidas BP y ConocoPhillips, que han recortado sus presupuestos del 2015 debido a los menores precios del crudo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el precio promedio del petróleo en el mercado internacional estará por debajo de los $70 los próximos dos años y que esto no será suficiente para impulsar el crecimiento de la economía global, por lo que rebajó su estimación en 0,3 puntos porcentuales a 3,5%.
El Fondo publicó este martes su actualización de las Perspectivas Económica Mundiales (WEO por sus siglas en inglés) donde repasa los riesgos y previsiones a escala global y de las economías más grandes.
“Es posible que la corrección a la baja haya sido excesiva y que los precios del petróleo vayan a repuntar antes o más de lo previsto si la respuesta de la oferta a la baja de precios resulta más fuerte de lo esperado”, señala el Fondo, lo que impactaría negativamente en el crecimiento económico mundial.
Estiman que para 2015 el precio promedio del crudo será de $56,73 y para 2016 un repunte a $63,88, basado en los valores del Brent, WTI y Dubai.
Por otro lado apuntan que “el impulso que significa para la demanda mundial el abaratamiento de los precios del petróleo podría ser mayor que el actualmente proyectado, especialmente en las economías avanzadas”.
Ante el escenario petrolero actual el FMI indica que los países cuyo ingreso fiscal está alimentado sustancialmente por el petróleo “están experimentando shocks más profundos en proporción a sus economías”.
“Los (países) que acumularon fondos sustanciales cuando los precios eran más altos y disponen del espacio fiscal necesario, pueden permitir que los déficits fiscales aumenten y aprovechar esos fondos para que el gasto público se ajuste más gradualmente a la caída de los precios. En otros países, la principal estrategia a la que se puede recurrir para amortiguar el impacto del shock es permitir una depreciación sustancial del tipo de cambio”, señalan.
El informe no ofrece detalles sobre los países exportadores de petróleo, así que no hace referencia específica sobre Venezuela u otros productores de crudo.
La baja del precio del crudo y otras materias primas llevó al FMI a reducir su previsión de crecimiento de América Latina y el Caribe para este año desde el 2,2% (octubre) a 1,3%.
Mientras, que para el año próximo se espera un alza de 2,3% (0,5 puntos menos que lo calculado en octubre).
¿Se imaginan un barril de petróleo en 25 dólares? Irán, uno de los países más importantes a nivel productor de la materia prima, sí que lo contempla.
Así lo ha afirmado que el ministro de Petróleo de Irán, Bijan Zanganeh, quien ha señalado que los países exportadores podrían soportar ese precio de 25 dólares, aunque un valor óptimo para el país persa estaría entre 72 y 75 dólares.
“Incluso si el crudo cae a 25 dólares por barril, la industria petrolera no se verá amenazada”, ha explicado Zanganeh, según ha recogido la agencia de noticias Fars. Aunque también ha añadido que Zanganeh dijo para cuadrar el presupuesto iraní, el precio mínimo del crudo debería oscilar entre 72 y 75 dólares por barril.
Irán, junto a Venezuela y Rusia, es uno de los países más afectados por la caída del petróleo. Por ello, lidera la corriente de países miembros de la OPEP, la Organización de Países Exportadores de Petróleo, que defienden un recorte en la producción para elevar los precios.
No obstante, Zanganeh ha comentado que “Irán no tiene planes para celebrar una reunión de emergencia de la OPEP y está actualmente en consultas con otros estados miembros, en un intento de evitar la fuerte caída de los precios del petróleo”.
En estos momentos, los futuros sobre el petróleo suben un 0,5%, hasta 46,72 dólares.