La autoridad ambiental de Chile reiniciará un proceso sancionatorio contra el polémico proyecto aurífero Pascua-Lama, de la canadiense Barrick, que podría llevar incluso a la revocación de su permiso, reveló el jefe del organismo en una entrevista publicada el miércoles por un diario local.
La iniciativa binacional con Argentina de Barrick, con un costo de 8.500 millones de dólares, está paralizada por orden de la justicia chilena hasta que no culmine obras de manejo de aguas que no fueron realizadas pese a haber estado incluidas en su permiso.
El jefe de la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), Cristián Franz, dijo en una entrevista con Diario Financiero que el nuevo proceso responde a la orden de un tribunal ambiental, que pidió que se reelaborara una sanción anterior, que consideró ilegal.
"La nueva sanción puede ubicarse en cualquier punto del espectro que establece la ley, que va desde la amonestación hasta la revocación de la RCA (permiso ambiental), incluyendo multas", explicó.
"Puedo decir que no descarto ningún escenario", dijo al referirse a la posibilidad de que se eleve la magnitud de algunas de las infracciones.
Franz espera que el proceso pueda culminar durante el primer semestre.
Pobladores de la zona se han opuesto al proyecto denunciando que la construcción de la mina afecta la disponibilidad de agua y que la empresa no realizó apropiadamente consultas a las comunidades indígenas como establece una resolución de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Pascua-Lama, enclavado en la Cordillera de los Andes entre Argentina y Chile, es uno de los proyectos clave y más arriesgados de Barrick, pero con un gran potencial que fortalecería sustancialmente las reservas que posee la minera.