El crecimiento económico de China se mantuvo en 7,3 por ciento en el cuarto trimestre del 2014, estable en comparación con un año antes y algo por encima de lo que se esperaba, pero sigue cerca de su menor nivel desde la crisis financiera global y presiona a las autoridades para evitar una desaceleración mayor.
La segunda mas grande economía del mundo creció un 7,4 por ciento en todo 2014, informó el martes la Agencia Nacional de Estadísticas china. El resultado estuvo por debajo del objetivo oficial de 7,5 por ciento y fue la expansión más débil en 24 años, lo que ensombrece aún más el panorama para la demanda mundial.
Es la primera vez desde 1999 en que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) no cumple con la meta gubernamental.
Economistas encuestados por Reuters habían anticipado que el crecimiento del cuarto trimestre se ralentizaría a un 7,2 por ciento desde el 7,3 por ciento del tercer trimestre.
En comparación con el trimestre anterior, la economía creció un 1,5 por ciento frente a las expectativas de una expansión de un 1,7 por ciento, y se desaceleró en comparación con el crecimiento del 1,9 por ciento en el tercer trimestre.
La producción de la fábricas creció un 7,9 por ciento en diciembre frente al mismo mes del año anterior, lo que se compara con un 7,4 por ciento de noviembre, según otras cifras publicadas el martes.
En tanto, las ventas minoristas subieron un 11,9 por ciento en diciembre frente al mismo mes del año anterior, lo que superó las expectativas de los analistas de un avance de un 11,7 por ciento.
La inversión en activos fijos, un motor del crecimiento, se incrementó un 15,7 por ciento en todo 2014 frente al año anterior, apenas por debajo de los pronósticos de un alza de un 15,8 por ciento.
Una serie de modestas medidas de estímulos económicos durante el año hicieron poco para evitar que la economía se desacelerara por el enfriamiento del mercado inmobiliario, un exceso de capacidad industrial, un debilitamiento de la inversión y exportaciones erráticas.
El banco central bajó inesperadamente en noviembre las tasas de interés por primera vez en más de dos años, para bajar los costos de los créditos y apoyar el crecimiento. Más tarde, relajó restricciones a los préstamos para animar a los bancos a ofrecer más crédito.
Se espera que el banco central baje aún más la tasa de interés o reduzca los ratios de encaje bancario este año.
Como el mercado inmobiliario sigue bajo presión y la inversión es débil, muchos agentes en el mercado esperan que Pekín baje su objetivo de crecimiento para 2015 a cerca de un 7 por ciento.
La producción de acero de China creció en 2014 a su ritmo más lento en tres décadas, en un contexto de enfriamiento económico que provocó la caída de la demanda en el mayor productor mundial, unido a las medidas del Gobierno para combatir el exceso de volumen y la contaminación.
La desaceleración sugiere que las autoridades chinas tuvieron cierto éxito en sus esfuerzos por bajar la producción y cerrar plantas contaminantes, aunque los analistas advirtieron de posibles revisiones al alza de los datos de 2014, al tiempo que se prevé un leve aumento de la producción en 2015.
"Este año seguimos esperando un crecimiento marginal de la producción de acero, ya que Pekín ha acelerado la aprobación de proyectos de construcción de infraestructuras", dijo Sara Wang, analista de Masterlink Securities en Shanghái.
La producción alcanzó un récord de 822,7 millones de toneladas -cerca de la mitad de la producción global prevista-, pero subió apenas un 0,9 por ciento en relación al año anterior, el crecimiento más lento desde 1981, según mostraron el martes datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (NBS, por sus siglas en inglés).
La segunda mayor economía del mundo creció un 7,4 por ciento en 2014, por debajo del objetivo del 7,5 por ciento previsto por el Gobierno, la menor expansión en 24 años.
La producción de acero se ha duplicado en solo ocho años, impulsada por el crecimiento de la economía china gracias a la expansión de la industria pesada, pero esto ha provocado un gran exceso de volumen y graves problemas de contaminación, sobre todo en las regiones del norte.
En un intento por mejorar la calidad del aire, Pekín adoptó las medidas más duras de su historia, ordenando a las fábricas de acero que reduzcan su actividad. Además, las fuertes caídas en el precio del metal y los altos inventarios también obligaron a algunas factorías a controlar su producción.
La Asociación del Hierro y el Acero de China aseguró la semana pasada que la producción podría estar aproximándose a su cota máxima, al tiempo que instó a los productores a que sigan recortando su exceso de capacidad y mejorando la eficiencia.
Superando por poco las expectativas, la segunda economía más grande del mundo creció 7,3% en el cuarto trimestre del año pasado. Los expertos anticipaban una expansión de 7,2% para China. Y si bien durante todo 2014 el PIB del país se incrementó al menor ritmo en 24 años, 7,4%, en general los mercados reaccionaron de forma positiva alentados por las expectativas de reformas, la producción industrial y las ventas minoristas. Pero si bien los commodities podrían beneficiarse del avance del gigante asiático, esto sería sólo transitorio.
Las acciones del índice de la bolsa de Shanghai cerraron el día con un avance de 1,82%. Y es que la producción industrial del gigante asiático creció 7,9% en diciembre, superando las previsiones de los analistas que esperaban un aumento de 7,5%. Además, las ventas minoristas subieron 1,01% en diciembre en comparación con el incremento de 0,89% del mes anterior.
De esta forma, las acciones europeas también vivieron una jornada positiva. El índice Ibex 35 de España terminó la jornada con un aumento de 1,24% y el Cac 40 de Francia hizo lo mismo en 1,16%.
Y a pesar de que el petróleo tuvo un nuevo día de caída, los metales reaccionaron al alza. El cobre, por ejemplo, cerró con un aumento de 1,58% en US$2,61 por libra. John Mothersole, director de investigación de la consultora IHS, cree que las nuevas cifras de la economía china podrían ayudar a compensar algo del sentimiento negativo que se ha desarrollado en los mercados de commodities, pero no ve un “cambio en el panorama relativamente mediocre para las materias primas en el corto plazo”. En cuanto al cobre, Mothersole agregó: “Los últimos datos de China no cambian mi visión de que es probable que el crecimiento del consumo (de cobre) se desacelere durante 2015”.
Según una encuesta de Reuters, es poco probable que los precios de los commodities repunten en 2015.
¿Más reformas en camino?
Como el 7,4% de expansión en 2014 es el menor en 24 años y la inflación se ubica en 1,5% con altas probabilidades de seguir cayendo, otro de los factores que influyeron, en la reacción positiva de los mercados -además de las previsiones de un programa de estímulo para la economía por parte del BCE- son las expectativas de nuevas reformas para impulsar el crecimiento en China.
“El crecimiento más lento y la inflación subyacente en tendencia a la baja dan al Banco Popular de China (PBoC, su sigla en inglés) el alcance para aliviar la política monetaria para apoyar el crecimiento económico. Esperamos que el PBoC reduzca sus tasas de préstamo y requerimientos de reservas este año”, dijeron los economistas de Wells Fargo en un informe. Eso sí, lo expertos señalaron que podría haber un aumento de la flexibilidad y no una flexibilización total, a menos que la economía colapse, algo que no esperan.
Para John Mothersole, el dilema no está en las reformas sino en que estas sólo retrasarían el reajuste en la economía. En sintonía con Wells Fargo, desde IHS también sostuvieron que no esperan mayores medidas de estímulo por parte del gobierno debido a la superabundancia en el crédito, el sector inmobiliario y la capacidad industrial. “Puede que el gobierno introduzca algunos estímulos fiscales moderados a través de inversión en infraestructura y alguna flexibilización monetaria menor que impacte las pequeñas y medianas empresas. Probablemente Beijing ayudará a suavizar la desacleración, pero no hará nada agresivo para acelerar el crecimiento”, dijo el economista que dirige el grupo de China en IHS, Todd Lee.