El desplome de los precios del crudo dará un breve impulso al crecimiento a nivel global, pero los beneficios no serán lo suficientemente fuertes como para mantener a la economía mundial a salvo de un bache cada vez más profundo, dijo el martes el Fondo Monetario Internacional.
En sus nuevas previsiones, el FMI ha rebajado sus perspectivas para más de una docena de las mayores economías del mundo, incluyendo una notable desaceleración en China. El fondo anunció que el crecimiento global será de 0,3 puntos porcentuales menos este año y el siguiente respecto a lo que anticipaba anteriormente. Ahora prevé que la economía mundial crezca un 3,5% este año y un 3,7% en 2016.
“El precio del crudo es una inyección de ánimo”, dijo Olivier Blanchard, economista jefe del FMI, en una entrevista. “Pero hay un claro estado de debilidad en la economía mundial y esta inyección no es suficiente”.
El FMI ha mejorado las previsiones para la economía estadounidense este año en medio punto porcentual al 3,6% por la caída de los precios de los combustibles en el surtidor, que ha contribuido a la recuperación del país.
Pero el desplome del petróleo no ha logrado eliminar la obstinada anemia de la eurozona y Japón, dos de las mayores economías del mundo que corren el riesgo de caer en la recesión de nuevo. El FMI rebajó sus perspectivas de crecimiento en 2015 para el bloque monetario en 0,2 puntos porcentuales al 1,2% y redujo en la misma proporción las de Japón, la tercera mayor economía del mundo, hasta el 0,6%.
El organismo también ha rebajado en 0,3 puntos porcentuales las perspectivas de crecimiento de China, pese a los menores costos energéticos, ya que Pekín ha sacrificado su producción para apuntalar los colchones ante las turbulencias financieras de su mercado inmobiliario. El FMI prevé que China crecerá un 6,8% en 2015, la menor tasa de expansión desde 1990 y por debajo del objetivo de crecimiento del 7% que muchos economistas creen que Beijing fijará para este año. En 2016, la expansión de China descenderá medio punto porcentual al 6,3%, según las estimaciones del FMI.
Los problemas del mercado de la vivienda en China son más graves de lo que el FMI pensaba inicialmente. Blanchard anunció que cualquier beneficio que China obtenga del abaratamiento del petróleo será anulado por el endurecimiento por parte del Gobierno de la regulación del sector financiero no bancario y por la rebaja de las inversiones públicas.
El organismo ha reducido en más de medio punto porcentual sus previsiones de crecimiento de las economías emergentes y prevé una contracción del 3% en Rusia por el desplome del crudo y el efecto de la sanciones occidentales sobre Moscú. También prevé menor crecimiento en Brasil, Sudáfrica y otras de las principales economías en desarrollo.
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, dijo la semana pasada que las vulnerabilidades de la economía global ponen de relieve la creciente urgencia de las autoridades de todo el mundo para poner en marcha medidas más agresivas para fomentar el crecimiento.
El FMI ha defendido abiertamente que el Banco Central Europeo utilice sus arcas para estimular la expansión en Europa y ha instado a Alemania a utilizar el efectivo gubernamental para fomentar el crecimiento en la eurozona y a los miembros más débiles del bloque a que lleven a cabo reformas en sus economías.
Blanchard dijo que la depreciación del euro en las últimas semanas indica que los inversionistas ya han descontado un anuncio de nuevas medidas por parte del BCE el jueves.
“¿Funcionará? Yo creo que ha funcionado en gran medida”, aseguró Blanchard. “La cuestión es si no funcionan, entonces será un problema”.
La potencial actuación por parte del BCE se produce mientras el mercado prevé que la Reserva Federal elevará las tasas de interés a mediados de año, en medio de señales de que la economía estadounidense está ganando tracción.
Blanchard alertó de posibles turbulencias en los mercados globales si se amplía la brecha en las políticas monetarias entre Estados Unidos, con su potencial subida de tipos de interés, y el BCE y el Banco de Japón, que se mueven justo en la dirección contraria en un intento por estimular el crecimiento con medidas de relajación monetaria.
De todos modos, los mercados han tenido tanto tiempo para digerir la anticipada subida de tipos de la Fed que, si bien es posible que genere cambios en los mercados de divisas, deuda y renta variable, es improbable que cause un daño significativo a la economía global, dijo Blanchard.
“Habrá algunos ajustes en los precios y en los tipos de cambio, y esto podría desencadenar turbulencias”, explicó. “¿Puede convertirse en algo que tenga un impacto macroeconómico? Mi instinto me dice que no”.