Por José Antonio Bonito Martín
Sigo atentamente toda la información sobre el mercado del Uranio, y observo en los analistas un abanico de razones para explicar la caída del precio. Como siempre, cuando no se encuentra una razón, se buscan razones. La realidad, como yo la veo, es evidente, y la detallo sin ánimo de polémica.
1º) La tendencia bajista del precio del Uranio se debe, básicamente, al desequilibrio entre oferta y demanda, que complica la financiación de algunos proyectos. En la década de 1.980 pasó algo parecido, cuando los precios del Uranio se desplomaron de 17 a 7 dólares/libra debido a que se tarda mucho tiempo en construir nuevas centrales, y la mayoría de las centrales operativas ya tenían aseguradas sus necesidades de suministro de Uranio a largo plazo. De éste modo, la demanda real no cubrió las expectativas.
2º) El precio del Uranio en los mercados financieros de materias primas se mueve actualmente en el entorno de los 35 dólares/libra. Una cifra que se encuentra muy lejos de los 70 dólares que se pagaban semanas antes del lamentable terremoto y posterior tsunami que afectó a la central nuclear de Fukushima, cuando arrancó éste último desplome. Y, por supuesto, de los 135 dólares, máximos históricos registrados registrados en 2.007 a causa de la inundación de la mina Cigar Lake, que tiene las mayores reservas de Uranio del Mundo.
A largo plazo, en cambio, las expectativas resultan más optimistas, y cada vez son más los analistas y expertos que esperan que el mercado crezca significativamente. De hecho, detallados estudios realizados por la Agencia Internacional de la Energía indican que la demanda de Uranio aumentará entre los años 2.015 y 2.035 en un 115%, lo que presionará sus precios al alza. Esta tesis del crecimiento del mercado sigue la marcada por la World Nuclear Association, según la cuál existen actualmente 72 reactores nucleares en construcción y se proyectan otros 484 nuevos reactores, lo que incrementará la capacidad de generación nuclear desde los 392 GWe de 2.013 hasta los 745 GWe de 2.035.
Lo que establece la rentabilidad de la minería del Uranio, como en cualquier caso, es la relación entre los costes de extracción y producción con los precios del mercado internacional. Entre los costes inherentes a la extracción de Uranio están la extracción de las rocas, el tratamiento químico para separar el Uranio del resto de los materiales que contiene la roca, el coste de desarrollo de la mina, los costes de explotación directos, los royalties ó cánones, la amortización y las coberturas del tipo de cambio. Con todo ello, a día de hoy, el coste total de extracción del Uranio se sitúa entre los 20 y 22 dólares/libra para la mayoría de las empresas mineras.