La caída de los precios del petróleo va a afectar a los autos eléctricos y a los biocombustibles más que a otros segmentos de la industria energética verde, advirtió el director de la agencia de energía renovable más importante del mundo.
Esto se debe a que compiten directamente con rivales como los vehículos a nafta que, a medida que bajan los precios del combustible son más baratos de usar.
Sin embargo, las plantas solares, los parques eólicos y otros generadores de electricidad renovable no deberían verse afectados por la caída de precios pues no enfrentan el mismo nivel de competencia, explicó Adnan Amin, director general de la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA), un organismo intergubernamental con sede en Abu Dhabi.
"No vemos que los precios del petróleo tengan un impacto directo en la generación de energía", afirmó Amin, explicando que las plantas de electricidad que dependen del petróleo actualmente apenas representan el 5% de la generación energética mundial .
"Donde sí esperamos ver un impacto es en la producción de biocombustibles líquidos, la inversión en biocombustibles líquidos y la inversión en la movilidad hacia los autos eléctricos e híbridos", aseguró al margen de la reunión anual en Abu Dhabi el fin de semana.
Amin aceptó que el derrumbe de los precios del crudo está creando incertidumbre en la industria de energía renovable y podría provocar una reducción en el costo del gas, que podría presentar un problema para los generadores solares y eólicos.
Pero se veía optimista acerca del resultado general del sector que, según dijo, ha cambiado notablemente desde que IRENA comenzó a operar hace cuatro años.
"Hoy hay una sensación cualitativamente diferente sobre el potencial de la energía renovable, especialmente en la generación de energía", aseguró señalando que bajó en gran medida el costo de muchas formas de energía renovable, especialmente los paneles solares.
Los precios de los paneles solares cayeron 75% desde 2009 y la instalación de las grandes plantas solares es 65% más barata comparado con 2010, según IRENA.
Eso ha permitido algunos contratos importantes, hasta en Medio Oriente, región rica en petróleo.
Recientemente la empresa estatal de servicios públicos de Dubai adjudicó un contrato para una nueva planta solar a un grupo dirigido por ACWA Power de Arabia Saudita, que venderá electricidad por menos de 6 centavos estadounidenses por kilovatio-hora. "Eso es al menos 2 a 3 centavos más barato que el precio actual de gas en Dubai", afirmó Amin.
En otros lugares, los parques eólicos en las costas y plantas geotérmicas, de energía hidráulica y de biomasa se volvieron competitivas o más baratas que aquellas alimentadas a carbón, petróleo y gas, aun sin apoyo financiero y a pesar de los precios a la baja del petróleo, de acuerdo a un informe que IRENA dio a conocer el fin de semana.
El costo de la energía verde varía según el país y algunas tecnologías renovables, como la eólica de litoral, continúan siendo caras.
Además, el informe de la agencia deja claro que la porción renovable del total global de energía no está creciendo tan rápidamente como se necesitaría si es que se va a convertir en una alternativa a los combustibles fósiles contaminantes.
La energía renovable generó el 22% de la electricidad global en 2013, de acuerdo a IRENA, y 19% del total de consumo, lo cual incluye transporte y calefacción al igual que electricidad. Pero esa cifra de 19% ha cambiado poco desde 2011 cuando una iniciativa de la ONU conocida como la Energía Sustentable para Todos, fijó el objetivo de duplicar la participación de la energía renovable en el mix global de energía para el año 2030.
Esa participación solamente aumentó cerca de 0,2 puntos porcentuales por año, cuando debería estar creciendo cerca de 1 punto porcentual anual, dijo Dolf Gielen, director de innovación y tecnología en IRENA.
"Hemos visto un crecimiento rápido de las energías renovables en el sector de la generación de energía", pero mucho menos en otros sectores de energía tales como calefacción y transporte, aseguró. "Estamos viendo un repunte pero hace falta mucho más", comentó.
Ante la reducción récord de plataformas operativas de extracción petrolera en EE.UU., expertos están haciendo pronósticos sobre la dinámica del mercado del crudo en el país.
Varios expertos creen que los precios del crudo seguirán decreciendo, dado que la clausura de torres de perforación no ha afectado a los volúmenes de extracción. En la semana desde el 2 de enero la extracción aumentó en 60.000 barriles por día a 9,19 millones de barriles diariamente, según la Administración de Información de Energía de EE.UU.
La OPEP prevé que la extracción en el país subirá en casi un millón de barriles diarios este año, llegando a los 13,8 millones.
"Los precios pueden caer hasta los 25 dólares", cree el presidente de la petrolera rusa LUKoil, Vaguir Alekpérov, citado por el portal 'OilExp'.
Sin embargo, el vicepresidente de BP Rusia, Vladímir Drebentsov, opinó que si los precios van por debajo de los gastos de explotación y varias compañías dejan de perforar es posible que un descenso en la oferta haga rebotar los precios.
"Cuanto más profunda sea la caída de los precios, más rápido será el rebote. Es imposible mantener por un largo período la extracción a 25-35 dólares por barril", señaló Guerman Gref, gerente del banco ruso Sberbank y exministro de Desarrollo Económico de Rusia.
"La extracción de crudo de pizarra es lo suficiente flexible, puede caer igual de rápido como recuperarse", señaló Serguéi Pigarev, analista de la compañía inversionista Rye, Man & Gor Securities.
Quienes sufrirán por los precios bajos serán las endeudadas compañías pequeñas, que irán a la bancarrota. La capitalización de tales empresas ha caído de forma importante en EE.UU., algo que se traducirá en adquisiciones y fusiones.