Timerman: "Que Nisman baje el dedo acusador y presente las pruebas y los testigos"
El Cronista
El canciller Héctor Timerman dio esta tarde una conferencia de prensa sobre la denuncia que el fiscal Nisman presentó ayer contra su persona y la de la presidenta Cristina Kirchner, acusándolos de encubrir a Irán en la investigación del atentado a la AMIA.
“La denuncia contra la Presidenta muestra el grado de confusión de la causa” y agregó que la mandataria “trabajo de manera permanente para encontrar justicia” por lo que le pidió al fiscal Nisman que le aclare si la denuncia contra la Presidenta tiene algo que ver con la separación de Stiuso”, el director General de Operaciones y número tres de la SI quien trabajaba allí desde fines de 1972. Y agregó: “Que Nisman baje el dedo acusador y presente las pruebas y los testigos".
“Para quienes dudan de nuestro compromiso con el terrorismo le pedimos que dejen de lado sus intereses electorales”, agregó el canciller.
En este sentido, el canciller habló sobre el pacto firmado con Irán: “En septiembre del año 2012, 9 años después que Néstor y Cristina Kirchner comenzaron a denunciar a la República Islámica de Irán en todos los foros internacionales la República Islámica de Irán solicitó que los cancilleres de ambos países se reúnan para buscar un mecanismo de cooperación judicial. ¿Cómo no íbamos a aceptar si era lo que ambos presidentes argentinos y los familiares de las víctimas exigían?” Y en este sentido, habló de un pedido de Cristina: “La Presidenta me dio una sola instrucción: que haya un juicio en la Argentina o en un tercer país. Tal cual lo manifestó en los años 2010 y 2011 en la Asamblea General de las Naciones Unidas invocando el conocido caso Lockerbie. Sin embargo, la opción preferida era, y lo sigue siendo, que sea el propio juez de la causa quien lleve adelante las indagatorias utilizando las sospechas recolectadas por el fiscal Nisman.
“El Memorándum de Entendimiento se firmó y lo aprobó el Congreso Nacional tal como indica la Constitución argentina”, aseveró Timerman.
Mientras tanto, la jueza María Servini de Cubría decidió hoy que no se habilitará la feria judicial para tratar la denuncia de Nisman.
Por Jesica Bossi.
Con preocupación por el efecto político y judicial de la denuncia contra Cristina Kirchner, el Gobierno cuestionó con durezaal fiscal Alberto Nisman, a cargo de la unidad especial del caso AMIA, y buscó desacreditar la investigación en la que se describe un "pacto de impunidad" para beneficiar a los iraníes acusados por el atentado a cambio de reforzar la relación comercial con ese país.
Más allá del intento de reivindicar el rol de la Cancillería en el esclarecimiento del hecho, nadie dio explicaciones sobre el eje central en el que el titular de la fiscalía basó su presentación: la existencia de una "diplomacia paralela", sostenida en escuchas telefónicas, en las que el dirigente K Luis D'Delía y el líder de Quebracho, Fernando Esteche, dicen actuar frente a emisarios de Irán en nombre del "más alto nivel" para negociar un acuerdo espurio.
En la Casa Rosada, dan por hecho que el pedido de indagar a la Presidenta por supuesto encubrimiento se enmarca en la guerra con un sector del Poder Judicial y, en un clima de incertidumbre, pronostican una "balacera" en ascenso, en pleno año electoral y con desenlace abierto.
Ayer, Cristina decidió que fuera el propio canciller Héctor Timerman, también imputado, el rostro visible para trazar la réplica oficial. Ella, de reposo en Olivos desde que se fracturó un tobillo a fines de diciembre, se limitó a tuitear el comunicado. En una declaración a la prensa, en la que no se admitieron preguntas, el funcionario avanzó contra el fiscal. "Ahora resulta que en vez de investigar a los sospechosos se dedicó clandestinamente a investigar a la Presidenta", sostuvo el canciller, y agregó: "Es muy fácil desenmascarar las mentiras de Nisman".
El contraataque argumental se dividió en dos pasos. Primero, ligarlo a Antonio Stiusso, alias Jaime, ex director de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia, desplazado el mes pasado y cuya remoción -según Timerman- podría haber disparado el proceder del fiscal. Segundo, descalificar la pesquisa al afirmar que no informó al juez Rodolfo Canicoba Corral de la nueva línea que apuntaba directamente a la jefa del Estado.
En despachos oficiales recibieron con alivio que el magistrado expusiera en público su postura crítica sobre el trabajo de Nisman. Ofreció así elementos al Gobierno para echar un manto de duda sobre la presentación que ayer, finalmente, la jueza María Servini de Cubría desestimó tratar en plena feria judicial.
Ahora, deberán esperar el regreso de Ariel Lijo, a cargo del juzgado federal número 4, donde recayó la demanda que fue resuelta por su colega, reemplazante interina hasta febrero. Si bien se trata del mismo juez que procesó al vicepresidente Amado Boudou por cohecho en la causa Ciccone, en el Gobierno estiman que viabilizar una citación a indagatoria de la mismísima Cristina sería una decisión de "daño inconmensurable" que se esperanzan Lijo no esté dispuesto a tomar.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, uno de los ministros de diálogo más frecuente con la Presidenta, insistió en la teoría del complot de una parte de la Justicia, los "grupos económicos concentrados" y los "servicios de inteligencia internacionales". Aunque no dio precisiones, puso en su boca lo que varios funcionarios deslizan en privado: el supuesto de que Nisman se mueve en las cercanías de la CIA, la agencia de espías de Estados Unidos, y del Mossad, de Israel.
"La trama envuelve no sólo la decisión aislada de un actor, sino de una estrategia deliberada con un objetivo determinado", dijo Capitanich.
Para contrarrestar la imputación de que el Gobierno se había comprometido a hacer caer las alertas rojas que pesan en Interpol sobre los iraníes acusados, la Cancillería hizo circular una carta membretada, de febrero de 2013, en la que Timerman informa a Ronald Noble, secretario general de la policía internacional, que la firma del memorando con Irán no afecta "el status de los requerimientos de captura" en cuestión. La respuesta, afirmativa, llega desde Lyon en marzo de ese año, con la firma del Consejero Jurídico, Joël Sollier.
El punto más incómodo puertas adentro es el impacto de las transcripciones telefónicas. "Son dimes y diretes de tipos que no son funcionarios", dicen, para desligarse de D'Elía, de incuestionable ADN kirchnerista, y de Esteche, jefe de una agrupación a la que se vinculó con la ex Side. Ambos oficiaron de interlocutores con el presunto agente iraní Alejandro Yussuf Khalil. Si bien no está su voz en las cintas, es mencionado como uno de los ejecutores del plan Andrés Larroque, diputado y secretario general de La Cámpora, organización fundada por Máximo Kirchner.
Por Ignacio Ortelli.
Una respuesta sin referencias a los ejes centrales de la acusación y condimentada con un aluvión de críticas. Fiel al estilo K, el Gobierno buscó ayer desacreditar al fiscal especial de la causa AMIA Alberto Nisman, luego de que pidiera la indagatoria para la Presidenta y un millonario embargo de sus bienes por entender que intentó encubrir a los iraníes sospechosos por el atentado a la mutual israelí que en 1994 provocó 85 muertes.
En medio del silencio que se impuso Cristina, la respuesta estuvo a cargo del canciller Héctor Timerman, quien desde Casa de Gobierno -y visiblemente nervioso- lanzó duros cuestionamientos contra el funcionario y volvió a vincularlo con el sector de la ex SIDE desplazado recientemente por la jefa de Estado. Timerman es uno de los acusados.
El canciller, quien convocó a una conferencia de prensa pero luego decidió no admitir preguntas de los periodistas, se limitó a leer un extenso comunicado. Titulado “AMIA: una vez más sin Justicia y sin verdad”, el texto leído por Timerman –y luego tuiteado por la Presidenta- inicialmente repasó la trayectoria de Cristina como legisladora y su tarea como integrante de la Bicameral de Seguimiento de los Atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA.
Más temprano, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, había dicho que la acusación del fiscal era una maniobra para tapar que había muchos turistas en Mar del Plata.
Anoche, la dirigencia judía anunció que espera conocer el contenido de la denuncia de Nisman, que por ahora se mantiene bajo secreto de sumario, antes de decidir si pide ser querellante en la causa (Ver página 9).
Luego, lejos de aclarar las acusaciones contra la Presidenta (Ver página 5), el ministro se dedicó a cuestionar la actuación de Nisman y dijo que su imputación a la mandataria “muestra el grado de confusión y parálisis de la causa”. En esa línea, recordó que en 2007 el Gobierno lo “debió convencer para que acompañara a la delegación argentina a la sede central de Interpol en Lyon para solicitar que se emitieran las órdenes de arresto contra los sospechosos iraníes”. “Nisman se rehusaba a viajar”, apuntó, irónico, al referirse al encuentro que el secretario general de Presidencia Aníbal Fernández dijo haber mantenido con el fiscal y el espía, cuando se desempeñaba como ministro del Interior, durante el gobierno de Néstor Kirchner.
Para rechazar la teoría de Nisman de que el Gobierno, mediante la firma del Memorándum con Irán, buscaba que cayeran las alertas rojas sobre los iraníes, el canciller leyó una nota que le envió el 15 de febrero de 2013 al secretario de Interpol Ronald Noble, aclarándole que “cualquier cambio en los requerimientos de captura” sólo podía ser realizado por el juez de la causa Rodolfo Canicoba Corral.
Luego, visiblemente nervioso, Timerman se apegó a la estrategia oficial de vincular a la imputación contra la Presidenta a la interna de la ex SIDE. “Nisman debería aclarar si la denuncia contra la Presidenta tiene alguna relación con la reciente decisión de separar a (Antonio “Jaime”) Stiuso de los servicios de Inteligencia o con la cercanía del inicio del juicio por encubrimiento”, lanzó. Este argumento, instantes después, fue rechazado por el propio Nisman, quien en diálogo con TN indicó: “A mí no me manejó ni Stiuso, ni nadie”.
Asimismo, Timerman destacó que la Presidenta “jamás dejó de denunciar la actitud negacionista (sic) de Irán” y de reclamar que “coopere con la investigación”. “Ahora nos enteramos que mientras Cristina hacía de la causa AMIA una cuestión de Estado, el fiscal la investigaba. Debería aclarar qué lo llevó a tomar esa decisión sin informarle al juez; y, más grave aún, si lo consultó u obedeció al agente de inteligencia ‘Jaime’ Stiuso”, agregó.
Tras señalar que Nisman “es el motor y el ideólogo de haber trabado la posibilidad que el juez indague a los sospechosos” del atentado, por haber planteado ante la Justicia la inconstitucionalidad del Memorándum; el canciller reencauzó los dardos hacia el fiscal porque “en vez de investigar a los sospechosos, se dedicó clandestinamente a investigar a la Presidenta”.
“En declaraciones radiales el juez de la causa alertó que no fue informado por el fiscal de esta nueva investigación y se hizo sin su autorización”, advirtió. Precisamente, en el cierre del monólogo, intentó reforzar la idea del presunto mal desempeño de Nisman al reclamar “que dé a conocer los nombres de los testigos que le aportaron las pruebas” para “que permita a los argentinos y en especial a los familiares de las víctimas, evaluar su trabajo”.
Sin embargo, el propio juez Canicoba Corral aclaró que el había autorizado a Nisman a pedirle a la oficina de la SIDE llamada OJOTA que interviniera los teléfonos del argentino de origen iraní Jorge Khalil, otro de los acusados por el fiscal como el nexo de los acuerdos secretos con Teherán (Ver página 10). Mientras, el kirchnerismo salía a criticar en masa a Nisman, también el líder de Quebracho, Fernando Esteche -otro de los acusados de encubrimiento- salió a afirmar que detrás de la presentación del fiscal estaba el Gobierno de EE.UU. Sin embargo, voceros del departamento de Estado aclararon que no tienen nada que ver con la denuncia.
El fiscal Alberto Nisman le pidió hoy al titular de la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE) que levante el secreto sobre la identidad de los espías que fueron imputados en su denuncia para que se conozca públicamente la prueba que recaudó en su acusación contra la presidenta Cristina Fernández y sus allegados.
“Le acabo de pedir al secretario de Inteligencia (Oscar Parrilli) que levante el secreto sobre la identidad de los agentes involucrados. Nadie más interesado que yo para que la gente común evalúe la prueba”, aclaró esta tarde Nisman en una entrevista con el canal TN, después de las palabras del canciller Héctor Timerman desafiándolo a presentar los elementos que cuenta para formular su denuncia.
Al mismo tiempo, el fiscal ratificó los términos de su denuncia y trató a Timerman como “el imputado”
“Todo lo que tenga que decir el imputado Timerman, porque es canciller pero es imputado, lo va a decir delante del juez . Ratifico la contundencia de la prueba que tengo”, dijo Nisman.
Fuente: Agencias
Tras la denuncia del fiscal Alberto Nisman, donde se pide indagar a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, la mandataria se refirió al tema a través de su cuenta oficial de Twitter. Allí, publicó una foto donde se la ve junto al ex presidente Néstor Kirchner en un marcha por la causa AMIA.
El tuit de la Presidenta es acompañado por el comunicado emitido hoy por el canciller Héctor Timerman, quien en conferencia de prensa salió al cruce de la denuncia de Nisman.
Tras la grave denuncia del fiscal, la palabra de la mandataria era la más esperada quien hasta el momento no ha difundido otro comunicado o postura oficial.
Mientras tanto, la jueza María Servini de Cubría decidió hoy que no se habilitará la feria judicial para tratar la denuncia de Nisman.
"El pedido para que la presidenta Cristina Fernández declare por presunto "encubrimiento" en la causa AMIA será resuelto recién en febrero. Mientras tanto, el Gobierno y el fiscal del caso, Alberto Nisman, se lanzan acusaciones de todo tipo.
Por su parte, el canciller Héctor Timerman, también imputado, tildó de "patrañas" y "mentiras" las acusaciones de Nisman y éste le respondió: "A mí no me maneja nadie". Además, anunció que pidió a la Secretaría de Inteligencia que levante el secreto sobre laidentidad de los espías de lo que él llamó un "plan criminal" para "fabricar la inocencia" deIrán.
Desde el Gobierno, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich calificó de "absurda" la imputaciónde la Presidenta, mientras que también la respaldaron el ministro de Defensa, Agustín Rossi, el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez y el diputado kirchnerista Luis Cigogna.
En la oposición, en tanto, Elisa Carrió acusó a la Presidenta de vincularse con una "diplomacia paralela", Fernando "Pino" Solanas exigió que se investigue a la ex SIDE y el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández juzgó "absolutamente posible" lo que dice el fiscal Nisman sobre la mandataria.
En el ámbito judicial, el debate sobre el contenido de la denuncia de Nisman -presentada el miércoles- deberá esperar hasta febrero, cuando se reanude la actividad judicial en los tribunales de Comodoro Py 2002.
El juez federal Ariel Lijo, quien ya procesó por encubrimiento del ataque a la AMIA al ex presidente Carlos Menem y al ex juez Juan José Galeano entre otros, está de vacaciones y hoy su colega y subrogante, María Servini de Cubría, decidió no habilitar la feria para analizar el escrito de Nisman.
"El caso no es de aquellos supuestos que habilitan a ser tratados en el transcurso de feria -aún por gravedad institucional- en razón de que no se han acompañado las pruebas que le otorgan sustento a sus solicitudes. Y toda vez que el escrito describe hechos nuevos, entiendo que por no tratarse de un asunto de feria, corresponde al juez que conoce en la causa -Dr. Lijo- y más considerando la complejidad del caso, quien evalúe la vinculación con la causa principal", señaló en su resolución.
Quedaron pendientes, así, las medidas solicitadas por el fiscal Nisman, entre las cuales figuran la prohibición de la salida del país de varios de los denunciados, dijeron a DyN fuentes del caso.
Por su parte, el juez federal Rodolfo Canicoba Corral, quien interviene en la causa principal por el atentado contra la AMIA, puso en duda la "fehaciencia" de la denuncia de Nisman tras quejarse porque el fiscal no lo consultó antes de presentar su denuncia.
Canicoba dio a entender que Nisman estaba siendo direccionado por sectores de la exSIDE, al señalar: "Me parece que los conducidos resultan ser los conductores y el que debía haber conducido resulta ser conducido él".
El juez aclaró además que él no autorizó ninguna escucha telefónica a funcionarios nacionales. Timerman ofreció en Casa de Gobierno una conferencia de prensa para precisar la postura del Gobierno frente a la determinación del fiscal, que también imputó al piquetero Luis D-Elia, el diputado camporista Andrés Larroque, el dirigente de Quebracho Fernando Esteche y el "agente iraní" Jorge Khalil.
Bajo el título, "AMIA, una vez más, sin Justicia y Verdad", el ministro de Relaciones Exteriores hizo un repaso de las acciones de la mandataria y del ex presidente Néstor Kirchner en las que se comprometieron con la resolución de la causa y señaló al fiscal de la causa al que acusó de llevar a cabo una "campaña macarthista".
La acusación hacía alusión a la figura de Joseph McCarthy, político estadounidense de los años '50, que en plena Guerra Fría organizaba "cazas de brujas" para detectar comunistas infiltrados en la política y el mundo de la cultura.
La intensidad de su accionar llevó a que ciento de personas fueran presas o se les impidiera trabajar por integrar listas negras de presuntos colaboradores con la ex Unión Soviética. A partir de allí se generalizó el uso del término "macarthismo" para denominar cualquier campaña de acusación falsa fundada en prejuicios ideológicos.
"Luego de años de contar con el respaldo de Néstor, el fiscal acusa vilmente a la política más activa en buscar el juicio al atentado", comenzó el funcionario y denunció que el fiscal, "en vez de investigar a los sospechosos, se dedicó a investigar clandestinamente a Cristina Kirchner".
Como lo hizo el secretario de la Presidencia, Aníbal Fernández, el canciller también apuntó a los cambios que hizo la mandataria en la ex SIDE como causa principal de la denuncia a la mandataria.
"Que los servicios de inteligencia conduzcan el poder judicial nos remite a las noches más negras", reflexionó el funcionario.
"Desde su época de legisladora, Cristina interfirió en la comisión bicameral para el seguimiento de atentados, trabajó en forma permanente para lograr el esclarecimiento judicial. En los dos últimos informes de la comisión de seguimiento, debió figurar en soledadsu opinión sobre el nefasto juez Galeano, quien hoy está acusado por encubrimiento junto a sus fiscales", argumentó Timerman.
En distintas partes del comunicado, el canciller hizo alusión a las palabras del ex presidente fallecido, Néstor Kirchner, quien decía que "el terrorismo es una amenaza a la vida".
"Quiero pedirle a quienes dudan de nuestro compromiso con el terrorismo que sean honestos", aseveró el diplomático, y le pidió luego a algunos candidatos que dejen de lado "lo electoral".
En una acérrima defensa a la jefa de Estado,Timerman aseguró que "la Presidenta exigió una y otra vez que Irán coopere con la investigación" y "buscó distintas fórmulas legales". "Tal es el compromiso con la causa AMIA que el único otro tema mencionado tantas veces es Malvinas", dijo al respecto.
Seguido a ello disparó contra el fiscal: "Es muy fácil desenmascarar las mentiras de Nisman, pueden llamarlo y preguntarle por qué miente".
En sintonía con eso último, el ministro de Relaciones Exteriores pidió que Nisman dé a conocer los nombres de los testigos que le aportaron las pruebas. Y arremetió: "Si el fiscal no realizó con eficiencia su trabajo no puede decir que fue por falta de herramientas legales".
Por último concluyó al decir que la Cancillería no se va a prestar "al show mediático del fiscalni de los medios de comunicación que lo promueven".