El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, encabezaron la firma de los contratos correspondientes a la provisión de cañería y construcción de la etapa II del Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA).
La etapa II comprende la construcción de los tramos troncales y ramales de aproximación así como las cañerías en tres provincias, Formosa, Chaco y Santa Fe. El GNEA nacerá en el gasoducto Juana Azurduy y abastecerá 168 localidades del NEA, contará con 4.144 kilómetros de gasoductos troncales y de aproximación, ocho plantas compresoras y 165 plantas reguladoras.
Se construirán también más de 15.000 kilómetros de redes domiciliarias, con una inversión total de $ 25.000 millones, que permitirá a la región tener gas natural por redes.
En ese marco, De Vido sostuvo que los contratos firmados "no son solamente importantes para la industria de la construcción, también se firmó la provisión de gas para la industria siderúrgica" y recalcó que las obras totales ocuparán a más de 25.000 personas.
"Capitanich fue un gran impulsor de este proyecto, recuerdo cunado asumió el presidente boliviano Evo Morales que fuimos a La Paz a impulsar este gasoducto, desde donde fluirán 27 millones diarios de BTU (Unidad Térmica Británica)", repasó el titular de Planificación. "Es una obra muy compleja, hay que abrir fronteras, no había caminos pavimentados. La traza prevista en 2003 no pasaba por Formosa, y se trabajó muchísimo para que se ordenara la traza", aseveró, tras afirmar que la Etapa II implica un desembolso de $ 11.348 millones del Estado nacional, que beneficiará a 80 localidades.
"Con las gestiones de Néstor Kirchner desde 2003 obtuvimos el mejor precio de importación del gas de Bolivia. Cuando asumió Cristina, en 2007, eran 3 millones de BTU. Hoy estamos cercanos 10 millones de BTU y vamos a llegar a 27 millones de BTU para dar seguridad energética a estas regiones, y con esta inversión va a quedar conectado al sistema nacional", agregó.
De Vido aprovechó los anuncios para defender las inversiones en el servicio de luz y el congelamiento de tarifas. "Durante 12 años el gobierno trabajó para que las tarifas de la energía para que sean populares", manifestó, y remarcó que antes había "argentinos de segunda que pagaban tarifas eléctricas y no recibían las obras" para mejorar el servicio.
En ese marco, recalcó que en las últimas semanas se firmaron "convenios para mantener la convergencia tarifaria, como lo hacemos desde 2003" con 13 provincias. Además, anunció que los próximos distritos son Chaco, Río Negro, La Pampa y Catamarca "para llegar a 17 jurisdicciones y junto al área metropolita, vamos a estar en el 80% de la población energética", dijo, y subrayó que estas medidas apuntan a "sostener la demanda residencial y de las industrias".
&buli; Reparación histórica
A su turno, Capitanich señaló que el gasoducto "es el cumplimiento de un sueño" los pueblos del NEA. "Cada vez que decíamos que era posible la construcción de esta obra nos miraban con escepticismo", dijo y también recordó los viajes a Bolivia, donde "teníamos que acordar el precio del gas, luego elegir la traza para que llegue al mayor número de localidades y gente en cada una de las provincias".
En esa línea, el funcionario comparó la megaobra con la "decisión estratégica de Juan Domingo Perón de traer el gasoducto de Comodoro Rivadavia a la ciudad de Buenos Aires" y recordó que todavía hay habitantes que recurren a las garrafas para acceder al suministro.
"Es una verdad reparación histórica para el Norte argentino", dijo Capitanich, quien destacó que se garantizará gas por red domiciliaria, se permitirá reindustrializar a la región, con mayor valor agregado en los productos industriales regionales.
Además, celebró que se contratarán a más de 25.000 trabajadores en el proceso de construcción y luego habrá una capacitación de gasistas para tener mantenimiento de las redes. "Se ejecuta la obra del gasoducto troncal y los ramales de aproximación y la extensión de la red domiciliaria", afirmó y estimó que en abril o junio tendrá "un ritmo de ejecución significativo", con miles de fuentes de empleo activas.
"Unas palabras que sintetizan con muchas gracias, porque a veces los provincianos del norte nos sentimos absolutamente discriminados por las políticas nacionales y hoy sentimos que es una reparación histórica. Se puede pregonar le federalismo de palabra, pero hay que pregonar el federalismo de acción", enfatizó el jefe de ministros.
Por último, Capitanich envió un saludo a la jefa de Estado y aseguró que Cristina de Kirchner trabaja intensamente todos los días, a pesar de la fractura del pie. "La Presidenta podrá tener una lesión en el tobillo, pero le funciona muy el cerebro", remarcó.
Por Carlos Sánchez Rangel.
Luego de que el gobierno nacional adjudicó ayer el segundo tramo del Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA) con una inversión de 11.348 millones de pesos, especialistas consultados por LA NACION mostraron dudas respecto de un pronto inicio de las obras.
Daniel Montamat, ex secretario de Energía, consideró que como ayer se adjudicó solamente un tramo parcial, la terminación de todo el gasoducto quedará para el próximo gobierno. "Es posible que no estén todos los fondos que este tramo demande [para su inicio], con lo que quedaría a mitad de camino; y lo que quieren [en el Gobierno] es llevar adelante algo para comprometer a una gestión de gobierno en el futuro", explicó Montamat.
El ex funcionario cuestionó, sin embargo, que, más allá del inicio de los trabajos, falta saber el rendimiento que tendrá la obra cuando sea concluida.
"La gran duda que hay para este nuevo gasoducto es si Bolivia podrá desarrollar nuevas reservas. Si ese país no lo hace, tiene gas para darnos conforme a lo que se ha comprometido, pero no habrá gas adicional para llenarlo al total de su capacidad", advirtió Montamat.
"Me parece que estamos por construir una obra que tiene que cerrar desde el punto de vista de la capacidad que tendremos para operarlo al ciento por ciento. Antes de dar continuidad a esa obra deberíamos asegurarnos de lo anterior", agregó el ex secretario.
Otras fuentes consultadas comentaron que no hay muchas razones para dudar del inicio de los trabajos. "El primer tramo se adjudicó en agosto de 2014 y se está avanzando, así que podría ocurrir lo mismo con el segundo", dijeron a LA NACION.
Las obras adjudicadas por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Planificación, Julio De Vido, corresponden al tramo troncal del gasoducto, que comprenderá 667 kilómetros, y a los ramales de distribución, que se extenderán por 1533 kilómetros y a lo largo de 80 localidades.
Del total de la inversión anunciada ayer, 8896 millones de pesos serán utilizados para los trabajos de la construcción y 2452 millones serán dedicados a la compra de cañerías que transportarán el gas.
"DEJÓ DE SER UN SUEÑO"
A pesar de que las obras del segundo tramo no se han iniciado formalmente, el jefe de Gabinete sostuvo que la firma de ayer constituye "una verdadera reparación histórica para el noreste [argentino]; es una obra estratégica de una dimensión inconmensurable".
Asimismo, Capitanich señaló que "ya hay veintitrés localidades en la etapa uno, que está en proceso de ejecución; o sea, dejó de ser un sueño y se convierte en realidad".
El gasoducto, expresó el funcionario, es resultado "de un federalismo de acción -y no de palabras-, que repara, con obras, las injusticias que hemos padecido los habitantes del norte argentino y potencia la industrialización, al reducir el costo energético, lo que permitirá el procesamiento de productos en el lugar de origen".
Por su parte, el ministro De Vido ponderó el proyecto y aclaró que todavía queda mucho por hacer para resolver del todo la cuestión energética del país.
"[El gasoducto] durante este año va a haber redundado en 25.000 fuentes de trabajo, mayor actividad económica en los pueblos y, fundamentalmente, la posibilidad de mejorar la calidad de vida de una región que en servicio de gas, por lo menos, fue históricamente desincluida, postergada (...). Había argentinos de primera que tenían gas y tarifas populares, y argentinos de segunda que pagan tarifas eléctricas imposibles de sostener y que no apuntan a la construcción y al fortalecimiento de la infraestructura."
En Formosa, la inversión global será de 3568 millones de pesos, de 4373 millones en Chaco y en Santa Fe se desembolsarán 3406 millones.
El Gobierno Nacional adjudicó ayer las obras del segundo tramo del Gasoducto del Noreste (NEA) con las que se llevará el combustible a Formosa, Chaco y norte de Santa Fe, con una inversión de 11.348 millones de pesos.
La red troncal y sus ramales de aproximación llegarán a unas ochenta localidades de las tres provincias, que se sumarán a las que ya están en ejecución en el este de Salta y oeste de Formosa y a las 65 de Corrientes y Misiones que se licitarían este trimestre.
‘Esto es una reparación para esta región históricamente excluida y postergada de la Argentina‘, dijo el ministro de Planificación, Julio de Vido, en el acto de firma de los contratos, acompañado por el jefe de Gabinete Jorge Capitanich.
Las obras -que cuentan con un plazo de ejecución de 24 meses- contemplan unos 667 kilómetros de tramo troncal de 24 pulgadas; 1.553 kilómetros de ramales de aproximación de 10, 8, 6 y 4 pulgadas, lo que demandará una inversión de 11.348,2 millones de pesos.
El funcionario precisó que del total invertido, unos 8.896 millones de pesos irán a la construcción y los $2.452 millones restantes serán destinados a la compra de caños, por lo que se volcarán a la industria siderúrgica local.
A las obras en Formosa se destinarán unos 3.568 millones de pesos, que serán administrados por la empresa JCR Servicios Vertúa, ganadora de la licitación para la construcción del tramo troncal y los ramales de aproximación a 23 localidades.
A la provincia de Chaco irán unos 4.373 millones de pesos, con los que las compañías Chediack, Ucsa y Conta Walter Mario construyan el tramo troncal y las firmas BTU, Esuco y Víctor Contreras se encarguen de las ramificaciones en 34 localidades.
Y a Santa Fe se destinarán unos 3.406,8 millones de pesos, para las obras del tramo troncal adjudicadas a las empresas Contrera Hermanos, CPC, Helport y Rovella y también para los ramales de aproximación a 23 localidades que estarán en manos de Chediack, Ucsa y Conta Walter Mario.
El Gobierno adjudicó la producción de los caños de 24 pulgadas a la empresa SIAT, mientras que los que se utilizarán en las ramificaciones a las ciudades estarán en manos también de SIAT y M. Royo.
Una vez finalizado, el Gasoducto del NEA llevará gas a 168 ciudades de la región a través de 4.144 kilómetros de cañerías, ocho plantas compresoras y 165 plantas reguladoras, con una inversión total de 25.000 millones de pesos y la demanda de mano de obra de unas 25.000 personas.
La tercera y última etapa que se licitaría en marzo contempla unos 345 kilómetros de red troncal y 810 kilómetros de ramales de aproximación a los largo de unas 65 localidades de Corrientes y Misiones, con una inversión de 8.701 millones de pesos.
‘Esto es posible gracias a que Néstor Kirchner creó Enarsa, a que construimos el gasoducto Juana Azurduy (que ingresa desde Bolivia por Salta) y a que gestionamos el mejor precio posible del gas‘ que se importa desde el vecino país, afirmó De Vido.
Matriz energética
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, consideró que la realización del gasoducto significará un cambio en la matriz energética de todo el nordeste argentino, lo que potenciará la industrialización en origen de la producción.
‘Es una verdadera reparación histórica para el NEA que se suma a otras obras clave como la de la Hidrovía Paraná-Paraguay, el electroducto que conectó a la región al país, la llegada de la fibra óptica, los miles de kilómetros de rutas y la restauración de los ferrocarriles como el Belgrano Cargas‘, consideró.
Capitanich, quien es gobernador en uso de licencia del Chaco, remarcó que el gasoducto permitirá impulsar el crecimiento económico de la región y con ello la generación de nuevos puestos de empleo.
También señaló que el Gobierno está trabajando con el Banco Interamericano de Desarrollo y con la Comisión Andina de Fomento para que financien la conexión de los cientos de miles de hogares a la nueva red de gas.