Los precios del cobre ampliaron pérdidas este miércoles hasta registrar su cota más baja de los últimos casi seis años, pues las preocupaciones suscitadas en torno a las previsiones económicas a escala mundial y el impacto sobre los futuros pronósticos acerca de la demanda lastraban el interés por la materia prima.
En lo relativo a la división Comex del New York Mercantile Exchange, el cobre para entrega en marzo se desplomó la friolera de un 7,9%, situándose en 2,434 USD por libra, mínimos de la sesión y su cota más baja desde junio de 2009, para después situarse en 2,493 USD durante la mañana de la jornada de negociación en Europa, con un retroceso del 5,71% o 15,1 centavos.
El cobre cerró la jornada anterior en 2,644 USD por libra, con un retroceso del 2,99% u 8,1 centavos, pues las pronunciadas pérdidas registradas en los mercados de valores y del petróleo hicieron que los inversores huyeran de los activos considerados de riesgo.
Era posible que los futuros encontraran un soporte en el nivel de 2,400 USD y una resistencia en 2,729 USD, su máximo del 13 de enero.
El Banco Mundial revisó a la baja sus previsiones de crecimiento global para este año hasta el 3,0%, frente al 3,4% estimado con anterioridad, alegando un crecimiento menor de lo esperado en la eurozona, Japón y algunas de las principales economías emergentes.
La agencia también recortó sus pronósticos de crecimiento global para 2016 del 3,5% al 3,3%.
El cobre se ve siempre afectado por las previsiones acerca del crecimiento económico a causa del variado uso que de él se hace en todas las industrias.
Mientras, los precios del petróleo siguieron desplomándose este miércoles y se aproximaron a mínimos de seis años pues la constante preocupación suscitada en torno a la superabundancia de las reservas seguía lastrando los precios.
Los precios del Brent que se negocian en Londres se desplomaron un 1,89% o 91 centavos hasta situarse en 46,92 USD por barril, mientras que el petróleo del Nymex retrocedió un 1,36% o 62 centavos para negociarse a 45,27 USD por barril.
En otros ámbitos del Comex, el oro para entrega en febrero se dejó un 0,45% o 5,60 USD hasta 1.228,00 USD por onza troy, mientras que la plata para entrega en marzo se desplomó un 1,88% o 32,3 centavos para negociarse a 16,83 USD por onza troy.
Los inversores aguardaban la publicación de datos de Estados Unidos sobre ventas minoristas, previstos para el transcurso de la jornada, además de informes sobre precios de las importaciones y existencias empresariales, para conocer más indicios acerca del estado de la economía.
El oro se vio respaldado después de que el último informe sobre empleo de Estados Unidos indicara una inesperada caída de los salarios por hora, lo que indicaba que la Reserva Federal podría mantener inalterados los tipos durante algún tiempo más.
El metal precioso perdió cerca de un 2% en 2014 ante las expectativas de que el avance de la recuperación económica de Estados Unidos obligará a la Fed a comenzar a subir los tipos de interés antes y más rápido de lo previsto.
Una demora de la subida de los tipos indica la tendencia optimista del oro, pues disminuye el costo relativo del metal, que no ofrece a los inversores ninguna garantía de reembolso similar.
El precio del cobre registró ayer una caída diaria de 3,52% hasta US$2,68 la libra en Londres, la mayor baja desde abril de 2013. Adicionalmente la cotización quedó en el valor más bajo desde octubre de 2009. ¿Qué gatilló esta ola vendedora?
Varios elementos concluyeron para que la jornada de ayer alcanzara varios récords.
Según explica el economista de EuroAmerica, Luis Felipe Alarcón, “la baja se dio producto del efecto arrastre del precio del crudo, lo que lleva a que hedgefunds reportfoleen sus inversiones en otros commodities para equiparar pérdidas”.
En ese sentido, efectivamente hubo un rol importante del sector netamente financiero en el desempeño del metal. Gasper Burgering, analista de metales en ABN AMRO Bank N.V, asegura que la correlación entre el precio del cobre con el del petróleo, así como también con la demanda china, sigue siendo alta.
Brugering explicó a PULSO que ahora mismo, el mercado está ignorando los buenos números macroeconómicos y que los no fundamentales tienen “el sartén por el mango”.
De hecho, el número de operadores y analistas negativos para el cobre es más elevado que en ningún otro momento desde agosto. Un sondeo de Bloomberg News relativo al rumbo de los precios esta semana mostró que entre 18 encuestados, 10 fueron bajistas, seis fueron alcistas y dos neutrales.
Pero no todo se trató de elementos netamente financieros, sino que también hubo aspectos fundamentales. Uno de ellos fueron los datos de comercio exterior publicados por China. “La caída se debe a los datos que se dieron a conocer durante la noche en China, el dato global de balanza fue mejor a lo esperado. En el desglose apreciamos un aumento en las exportaciones, pero menor de lo esperado en las importaciones, lo que mostraría debilidad en la demanda por parte de China”, dijo Felipe Encinas, analista de Befx.
Lo anterior se ratifica en que durante diciembre las importaciones de cobre fueron de 420.000 Toneladas, mismo monto de noviembre. “Una manera de confirmar este dato de balanza comercial y ver si hay demanda o no es mirar los stocks de cobre en las bolsas de commodities, hemos visto fuertes aumentos en los inventarios en la Bolsa de Londres durante los últimos días, lo que confirmaría la tesis que China y el mundo está demandando menos cobre”, agregó Encinas. Sólo en Londres ayer los inventarios se elevaron en 4.000 mt, de acuerdo a datos publicado por Cochilco.
En esa línea, Société Générale proyecta que la producción refinada superará la demanda en 380.000 toneladas, más del doble que el nivel del año pasado, mientras que Macquarie Group Ltd. fija la saturación en 98.000 toneladas.
“La menor demanda principalmente desde China y menos apetito de financiamiento usando el cobre podría implicar que la demanda sea floja”, dijo Robin Bhar, analista de Société Générale en Londres. “El cobre puede pasar claramente cierto tiempo por debajo del nivel de US$6.000 (US$2,72 la libra)”. El precio en US$6.000 es “un nivel importante psicológica y técnicamente”, dijo Gianclaudio Torlizzi, socio en TCommodity de Milán, quien predijo una caída hasta US$5.800.
Alarcón reconoció que si bien cree que esta baja es transitoria y debiese mostrar algo de recuperación en el mediano plazo, “definitivamente ver un precio promedio 2015 del cobre en o sobre US$3,0 l/lb pierde chances a pasos agigantados”.
“En cuanto a la proyección del precio, creemos que el precio ya no debería caer con tanta fuerza, muchas mineras tienen costos de producción cerca de los US$2,60 la libra, por lo que si el precio cayera podríamos empezar a ver posibles cierres de yacimientos o fuertes reducciones de costos en algunas áreas”, afirmó Encinas.
En tanto, Javier Rojas, analista de mercado de FXCM, dijo que el piso que se puede observar en términos de corto plazo se ubica en los US$2,6 por libra y de corregir al alza, se podría observar un techo de mediano plazo en US$2,858.
Sus argumentos apuntan a que el precio del cobre se mueve al ritmo de la economía China, por lo que la llave la sigue teniendo el gigante asiático, aunque los operadores financieros también tienen un peso no menor.