Polémicas después del negativo informe de el Boletín de la Sociedad Sismológica Americana (BSSA) de los Estados Unidos, sobre la incidencia de trabajos de fractura hidráulica en movimientos telúricos en el estado de Ohio. Como era de esperar, críticos de esta técnica reavivaron el conocido debate sobre fracking y sismisidad.
El pasado 6 de enero a las 12 con 10 minutos de la tarde, un sismo considerado regular se dejó sentir en los municipios de Veracruz, Boca del Río, Xalapa y otros más, de movimiento trepidatorio, el Servicio Sismológico Nacional registró una Magnitud de 4.4 localizándose a 14 km al noroeste de Valente Díaz, municipio de Veracruz. Convirtiéndose así en el sismo número 61 de los 99 que se han registrado hasta el día 9 de enero en este 2015.
La mayoría de los sismos registrados por el SSN son regionales o locales como el que vivió Veracruz el día de Reyes pero es un hecho de que el incremento de sismos en el estado de Veracruz ha sido alrededor del 400% en el sur de Veracruz en los últimos años.
Esto lo dio a conocer el doctor Armando Aguirre Hervis, especialista en política socio ambiental que ha venido observando el fenómeno de sismos en zonas que no son muy sísmicas en Veracruz.
“Hoy se puede consultar en el Sistema Sismológico Nacional quien es quien reporta estos sismos en el estado de Veracruz y hemos visto un incremento muy importante del número de sismos desde el 2006 hasta lo que corre del 2015. Para que nos demos una idea, de aquel año a la fecha, se han registrado 497 sismos en Veracruz”.
El especialista dijo que en el norte del estado tiembla muy poco pues apenas 5 sismos se han registrado en la zona durante estos últimos 9 años. En el centro, que comprendería de Martínez de la Torre hasta antes de los Tuxtlas se han registrado 55 sismos de entre 3 y 4 grados Ritcher mientras que en el sur se cuentan 419 sismos en el mismo periodo de años.
Protección Civil Estatal emitió en Octubre del año pasado un boletín en el que refiere que se habían reportado de inicios del 2014 hasta ese mes, 105 sismos por parte del SSN, es decir, el 1.8% del total de movimientos telúricos ocurridos en el país, siendo el municipio de Jesús Carranza el que más registró en el estado con 23, seguido del municipio de Uxpanapa con 22 sismos. Hay que recordar que de enero a octubre del 2014 se anotaron cinco mil 840 sismos en el país.
EL SUR, LA MAYOR PREOCUPACIÓN
Según palabras del doctor Aguirre Hervis, en el 2006 se registraron apenas 20 temblores en el sur de Veracruz, mientras que en 2014 fueron 93 movimientos tectónicos, un incremento de alrededor del 400% en esa zona del estado.
“También se han empezado a incrementar alrededor de la ciudad de Cardel, en el año pasado en un par de días hubo 6 temblores en esa zona”.
En la tabla de últimos sismos en el país del Servicio Sismológico Nacional sólo se registran dos temblores locales, uno el 4 de enero de este año a las 16:11 horas con epicentro a 53 km al sureste del municipio de Sayula de Alemán, con una marca de 3.7 grados en la escala de Ritcher, esto en la parte sur del estado, fue el octavo sismo del año de los 99 que hasta el 9 de enero iban registrados. El segundo sismo fue el de Valente Díaz, los únicos dos registrados en el estado de Veracruz en lo que va del año.
Si bien en materia sísmica suele considerarse al Estado en dimensiones de bajo y medio riesgo, y cuando se tratan estos temas no es común que se incluya a Veracruz en la agenda nacional de prioridades, es un hecho, no obstante, que sí registra una actividad sísmica importante, que nos exige mantener una vigilancia constante, pero el 29 de julio del año pasado en Santiago Sochiapa a 46 km de Isla Veracruz se dio el epicentro del último sismo de considerable intensidad: 6.4 grados de magnitud, muy cercano al que se suscitó el 3 de enero de 1920 y que causó innumerables víctimas en Xalapa, convirtiéndose así este sismo junto con el de Orizaba de 1973 en los dos más mortales del país después del terremoto del 85 en la Ciudad de México. En aquellos, el epicentro se dio las dos veces en zonas limítrofes entre Veracruz y Puebla.
FRACKING, EL PRINCIPAL SOSPECHOSO
El fracking es la fracturación hidráulica que se hace en las rocas entre dos y 5 kilómetros de profundidad de la tierra, se inyectan entre 9 y 29 millones de litros de agua por cada pozo y esto va generando una acumulación de líquido muy importante en el subsuelo que podría provocar sismos de baja a mediana intensidad.
El número pozos que se supone ya existen en la entidad, los antecedentes en otros países así como el ocultamiento de la información real por parte de autoridades y de PEMEX hace a esta práctica ya permitida en el estado, el principal sospechoso que causa el incremento de los sismos en el sur del estado.
“El fracking podría provocar como ocurrió en varias zonas de los Estados Unidos donde ya está comprobado como en Colorado, Ohio donde el fracking es una actividad constante, un enjambre muy importante de temblores del mismo nivel que está ocasionando acá”. Asegura el doctor Armando Aguirre Hervis.
FRACTURACIÓN DE LA VERDAD
El especialista de políticas ambientales da a conocer que el fracking no es el problema en sí, sino el ocultamiento de la verdad por parte de las autoridades.
“El problema es efectivamente la falta de información que las autoridades dan, por ejemplo, al congreso le mintieron, claramente le mintió PEMEX, le mintió la Secretaría de Energía, diciéndole al congreso que solamente había 15 pozos, pero a otras personas que solicitaron información y tenemos los documentos en donde dice específicamente que pozos en todo el estado podrían estar utilizando algún tipo de fracking, porque hay varios, uno se hace en perforaciones en forma horizontal y otros en forma vertical”.
Aguirre asegura que ya se le ha preguntado a autoridades estatales como Protección Civíl así como nacionales ¿qué está pasando con ese tema?, así también se le ha preguntado donde se ha hecho fracturación hidráulica en el estado. El congreso por su parte contestó que apenas son 15 pozos que se estaban probando en diversas zonas del estado.
Lo mismo hizo la agencia Imagen del Golfo cuando contactaron al titular de comunicación social de PEMEX en la torre ubicada en el malecón en el puerto de Veracruz, se le hizo una petición de información al licenciado Jesús Israel de la Peña Mejía para que proporcionara información sobre el número de pozos en el estado y las ubicaciones, dijo que tenía que pedir permiso a México y que darían respuesta, jamás volvió a llamar y cuando se le volvió a buscar dijeron que era información privada.
Sin embargo por vía del IFAI (Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos) se pudo estimar que en estos momentos se podrían estar usando desde el 2007 o 2008 experimentos de fracturación hidráulica en todo el estado.
Por su parte Aguirre Hervis asegura tener documentos que datan donde se podrían estar usando en casi 3000 pozos en todo el estado los diversos tipos de fracking sin que la población tenga información de ello.
“Lo que lo que provoca los movimientos telúricos en relación con el fracking es la cantidad de agua que se le tienen que inyectar a los pozos, se han detectado pozos letrinas como le llama el director general de PEMEX en el municipio de Moloacán, en esa zona tiene 30 tantos pozos y llevan ya varios años inyectando cantidades muy importantes de agua en 32 pozos”.
AMENAZA VERACRUZANA
En Ohio, Estados Unidos existen 4 pozos de fracturación hidráulica en donde se depositaban todos los residuos del procedimiento, provocó en un año alrededor de 204 temblores en la zona. Por lo que la alarma se enciende en Veracruz con 32 supuestos pozos que podrían tener pronto el procedimiento ya que todavía no inician con la inyección del fracking que más se teme por su dimensión en daños: el que se practica de manera horizontal y que por lo mismo tiene un mayor gasto de agua de inyección en el subsuelo y por consecuencia el desajuste de las capas tectónicas de las fallas que hay en diversas zonas del estado, sobre todo en el sur.
En Estados Unidos se ha documentado suficientemente que el utilizar el fracking en niveles de más de 100 pozos sí puede provocar sismos que van desde 1 a 3 grados Ritcher, en Veracruz se registran sismos de entre 3 y 4 grados.
Hoy el especialista en política ambiental asegura que hay 109 municipios donde hay pozos exploratorios sobre todo para gas shale en el estado. “Ya no sabemos cuáles son los municipios en donde hay exploración y perforación para este tipo de recurso natural que es gas y aceite atrapado en pierdras que se llaman delutitas a 2 o 5 kilómetros de profundidad”.
Hoy lo que buscan algunas organizaciones y políticos como el diputado del PT Fidel Robles, es preguntarle a la secretaría de energía, a PEMEX y al estado, si estos movimientos tienen o no que ver con este tipo de temblores.
Hay que aclarar que 3 grados Ritcher en un sismo son una vibración provocada por un camión pesado que pasa por la calle y que se siente en la sala de la casa, pero 4 grados es capaz de cuartear las paredes de las casas como ocurre en el norte del estado.
Actualmente la universidad de Nuevo León está investigando si el fracking tiene que ver con temblores y los avances señalan que sí hay relación.
Si la relación fracking-sismos es un hecho, el estado y sus ciudadanos corren riesgo de que edificaciones hechas hace años se cuarteen o se derrumben y es que, algunas edificaciones son viejas y no tienen la tecnología para soportar estos fenómenos naturales, el temor de que plantas nucleoeléctricas u otras instalaciones de importancia colapsen o tengan grietas.
A esto se suma también que existen en el estado 14 mil km de ductos y gasoductos que tienen decenas de años sin mantenimiento y que están siendo sacudidos cada vez más por un enjambre mayor de sismos. El sur es donde están la mayor cantidad de estos ductos.
¿CÓMO SE PRODUCE UN TERREMOTO?
Un terremoto se produce cada vez que se parten y deslizan las rocas que forman la capa sólida exterior de la Tierra, y esto pasa cuando las fuerzas que mueven las placas tectónicas exceden la resistencia de las piedras que forman sus bordes.
El movimiento comienza a deformar gradualmente las rocas y con el paso de los años este proceso continúa, hasta alcanzar un punto donde éstas no pueden resistir más deformación y entonces se parten o quiebran violentamente generando un temblor.
A lo largo de la quebradura o falla se libera repentinamente, en forma de vibraciones u ondas sísmicas, la energía que se había acumulado en las rocas, estas vibraciones se esparcen en todas direcciones produciendo una súbita sacudida conocida como sismo, terremoto o temblor.
Entre 1998 y el 29 de julio pasado ocurrieron 619 sismos con epicentro en algún punto de la geografía estatal, en su mayoría entre 2.7 y 4.9 grados en la escala de Richter; y 10 de ellos, de 5 a 6.7 grados.
La Red Sísmica de Veracruz (RSV) es una herramienta fundamental de la política de prevención y reducción de riesgos, instituida por el Gobernador de Veracruz, Dr. Javier Duarte de Ochoa.
Inaugurada el 13 de noviembre de 2013, se integra por 11 estaciones e incluye el monitoreo del volcán Pico de Orizaba (con 3 estaciones) y del volcán San Martín (con otras 3) en la región de los Tuxtlas.
ZONA SÍSMICA VERACRUZ
Zonas B y C: Se consideran zonas intermedias, donde, no tan frecuentemente, se registran sismos; o son zonas afectadas por altas aceleraciones pero que no sobrepasan el 70% de la aceleración de la gravedad.
La fractura hidráulica en el Golfo de México está bajo la lupa de las organizaciones ecologistas de Estados Unidos, que esta semana denunciaron al Gobierno por no informarles sobre las actividades que las empresas petroleras llevan a cabo en esta cuenca oceánica para extraer gas y petróleo.
El Gobierno “mantiene a las comunidades locales en la oscuridad sobre dónde, cómo y cuándo” se utiliza la fractura hidráulica en el Golfo de México, afirmó el Centro para la Diversidad Biológica en su denuncia, a la que tuvo acceso Efe y que la organización interpuso ante un juzgado federal en Washington, D.C.
El Centro para la Diversidad Biológica acusó al Ejecutivo de no contestar a sus peticiones de información y, por tanto, de violar la Ley de Libertad de Información (FOIA, siglas en inglés) por la que los ciudadanos tienen derecho a acceder a información federal.
Según sus datos, las extracciones estarían produciéndose en el litoral, así que los más afectados podrían ser las comunidades costeras del Golfo, a cuyas costas llegó en 2010 una inmensa marea negra tras la explosión de la plataforma “Deepwater Horizon”, operada por British Petroleum (BP).
Además, en su escrito el Centro para la Diversidad Biológica alerta de los riesgos de esta técnica que consiste en fracturar mediante agua a presión mezclada con arena y químicos las zonas rocosas del subsuelo en las que se encuentran recluidos el gas y el “oro negro”.
“En el Golfo de México no hay transparencia y no sabemos qué está ocurriendo, qué químicos se mezclan con el agua para romper las rocas o si la fractura hidráulica está causando terremotos”, explicó a Efe la doctora en Ciencias Climáticas Shaye Wolf, que trabaja para la organización.
“La fractura hidráulica está relacionada con terremotos de baja magnitud”, afirmó la científica, que en un estudio sobre este fenómeno en California alerta de que, en algunas ocasiones, los microterremotos de baja magnitud que crea “intencionalmente” el “fracking” al perforar con agua el subsuelo pueden tener mayores consecuencias.
Precisamente, un equipo de la Universidad de Miami (Ohio) publicó esta semana un estudio en la revista Seismological Society of America (SSA) en el que contabilizan 77 terremotos “estrechamente relacionados espacial y temporalmente con las operaciones activas de ‘fracking’” que se estaban realizando a un kilómetro de distancia de la localidad de Poland Township (Ohio).
La magnitud de estos 77 terremotos oscila entre magnitudes pequeñas de un grado en la escala de Richter hasta 3, en lo que sería “un de los más grandes terremotos inducidos por la fractura hidráulica en Estados Unidos”, según el estudio consultado por Efe.
Los científicos coinciden en que todavía queda mucho por investigar, aunque lo cierto es que la controversia sobre los impactos medioambientales de la fractura hidráulica crecen en paralelo con su “boom” económico, que convirtió a Estados Unidos en 2014 en país exportador neto de petróleo, algo que no ocurría desde 1995.
Por eso, uno de los más importantes hombres de negocio dentro de la industria, Chris Faulkner, afirma en su libro “La verdad sobre el Fracking” que la fractura hidráulica es una de las mayores oportunidades que se le han presentado a Estados Unidos en los últimos años y considera que, incluso, podría ser la solución que el mundo busca para el cambio climático.
Habla de la “Edad del Petróleo” en comparación con la “Edad de Piedra” y defiende la “revolución del ‘fracking’” con la que el mundo tiene “una segunda oportunidad en seguridad, prosperidad y liderazgo internacional”.
Liderazgo y riesgo, en todo caso, la denuncia interpuesta por los ecologistas refleja la división de opiniones de un país que se debate entre los beneficios de sus recursos naturales y los riesgos, conocidos o desconocidos, que podría conllevar su explotación.
Por: Leonardo Buitrago
Desde finales de junio los precios del petróleo han experimentado una baja de 40%, lo que ha afectado el equilibrio del mercado y las relaciones entre los países productores y consumidores de energía.
Esta situación ha sido provocada en gran medida por el aumento de la producción de gas y petróleo de esquisto, por parte de los Estados Unidos.
Para extraer este tipo de crudo no convencional, la nación norteamericana emplea el método del fracking o fracturación hidraúlica, que posibilita la extracción del gas y el petróleo del subsuelo, mediante la perforación de un pozo vertical y posteriormente uno horizontal, a fin de realizar la inyección de agua, arena y productos químicos en la roca madre, situada a gran profundidad, para provocar el flujo de gas y su salida al exterior.
Aunque Estados Unidos (EE.UU.) ha justificado el uso de esta controversial técnica, que ocasiona un nocivo impacto ambiental , argumentando la necesidad de reducir su dependencia del petróleo extranjero, el fracking cumple un propósito político de inundar de crudo el mercado internacional de hidrocarburos para ocasionar la caída de los precios, y a la vez, afectar las economías de los países exportadores de hidrocarburos.
“La producción de petróleo de esquisto constituye un arma política del capitalismo para tratar de doblegar a naciones que se enfrentan a sus acciones de dominación y hegemonía”, destacó recientemente el presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Eulogio Del Pino.
Indicó que el empeño norteamericano en aumentar la producción de petróleo de esquisto, o shale oil, forma parte de una estrategia que ha incluido el apoyo a las acciones desestabilizadoras que ha perpetrado la derecha en Venezuela, los planes para fomentar la crisis en Crimea, como forma de atacar a Rusia, y la aplicación de sanciones económicas contra Irán.
“Desde finales de junio los precios que promediaban 100 dólares por barril han caído 40%, lo que ha afectado el equilibrio provechoso que se había logrado mantener entre productores y consumidores”, expresó Del Pino días atrás durante su participación en un foro internacional, realizado en Caracas.
Por su parte, el economista argentino Claudio Katz planteó en este evento que “el petróleo barato es un instrumento geopolítico de ofensiva imperial” y alertó que la extrema derecha norteamericana junto con el presidente de esa nación, Barack Obama, ha emprendido una agenda política con fines hegemónicos.
“Se han propuesto debilitar la influencia económica del rublo ruso, y presionar a un actor clave y determinante (Rusia) en las relaciones internacionales. También actúan contra Irán para obligarlo a suscribir condiciones para que abandone su política nuclear con fines pacíficos”, dijo.
¿Qué tan rentable es la producción de esquisto?
De acuerdo con los analistas, los proyectos de fracking requieren de inversiones que sólo se pueden sostener con un precio del crudo que supere los 60 dólares por barril.
Al respecto, Del Pino destacó que esta metodología requiere de la constante inyección de líquidos para producir el fracturamiento y explosión en la roca madre, así como de una gran cantidad de pozos perforados, en comparación con los procedimientos para extraer crudo convencional.
El también experto en exploración, señaló que en los yacimientos de la Faja Petrolífera del Orinoco FPO “Hugo Chávez“, una cantidad de 30 ó 40 pozos pueden llegar a producir 30.000 barriles, mientras que en los proyectos de esquisto para alcanzar esta cifra se requiere explotar 1.000 pozos.
“Se necesita perforar una gran cantidad de pozos, que tienen una producción que se declina muy rápido”, indicó.
Asimismo, planteó que el crudo extraído es extremadamente liviano por lo que necesita ser mezcaldo con otro más pesado, producido en otros países, para poder ser tratado en las refinerías norteamericanas, que han sido diseñadas para procesar petróleos más pesados provenientes de Venezuela y el golfo de México.
“Este es un hecho que hay que considerar, porque por una prohibición del Senado, los Estados Unidos no puede exportar crudo, sino productos refinados, es por eso que se ve en la necesidad de mezclar ese crudo para utilizarlo en las refinerías”, dijo.
El presidente de Pdvsa también manifestó que un barril por debajo de 60 dólares supone la la inviabilidad de los proyectos de esquistos por parte de pequeñas y medianas empresas.
“La producción del petróleo de esquisto está en manos de empresas muy pequeñas que no se comparan con otras corporaciones como Chevron. Son empresas independientes financiadas por la banca y que son susceptibles a la baja de los precios del petróleo”, expuso.
De esta manera el fracking, lejos de llevar a EE.UU. a una independencia energética podría convertirse en la nueva causa de una nueva crisis financiera para esta nación.
“La baja de los precios del crudo se convierte en una posible amenaza para la existencia de estas empresas, para las que el negocio dejaría de ser rentable si se mantiene la tendencia. Los que asumieron demasiadas deudas para sumarse a la bonanza probablemente tengan que hacer sus maletas”, advirtió recientemente la Agencia Alemana de Prensa (DPA).
En su artículo, la DPA citó el caso del empresario Harold Hamm, quien fundó la compañía Continental Resources, pionera en el desarrollo de proyectos de esquisto en Dakota del Norte, EE.UU., y que como consecuencia de baja del precio del crudo, ha sufrido una caída de su acciones en 55%, lo que representa una pérdida de 12.000 millones de dólares en el valor de mercado.
Por su parte, el diario El Economista de España, en su artículo titulado “La burbuja del esquisto amenaza con agitar la banca regional de EE.UU.”, señaló “que las exploradoras de gas y crudo de esquisto se han convertido en una particular bomba de relojería, dado su elevado endeudamiento y sus costosas operaciones derivadas del fracking”.
“La deuda basura del sector energético de EE.UU. asciende hasta los 210.000 millones de de dólares, alrededor de 16 por ciento de un mercado que asciende hasta los 1,3 billones de dólares”, planteó el diario en su portal web:www.eleconomista.es.
Costo ambiental
Diversas asociaciones y grupos ambientalistas de todo el mundo han cuestionado a los EE.UU. por impulsar las labores de fracking, a pesar de su nocivo impacto ecológico.
El proceso de extracción del petróleo de esquisto se realiza alcanzando el subsuelo, con productos químicos nocivos y peligrosos, que contaminan los acuíferos y envenenan la tierra, y que puede así tener efectos potenciales en la actividad sísmica.
De hecho, recientemente la ciudad texana de Danton en EE.UU.,conocida por sus reservas de petróleo y gas, estableció la prohibición de este método.
La iniciativa, aprobada por los ciudadanos en las elecciones legislativas de noviembre con un respaldo de 59% de los votos, ha convertido a la ciudad en la primera en dar este paso en el estado que lidera la explotación petrolera en la nación norteamericana.
Asimismo, la pasada semana, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, prohibió la fracturación hidráulica, debido a los “impactos potenciales sobre el agua, el aire, los recursos terrestres, los servicios comunitarios y locales”.
La decisión se basó en un informe presentado por el secretario de salud de Nueva York, Howard Zucker, en el cual alertó sobre los efectos nocivos que representa la liberación de partículas y químicos volátiles en la calidad del aire.
En este documento, planteó el riesgo de contaminar el agua corriente y superficial y provocar sismos, como consecuencia de la introducción de químicos en el subsuelo.
El informe de la secretaría de salud advirtió en la actualidad no existen pruebas o estudios suficientes para aseverar que el método fracking resulta seguro a largo plazo para el medio ambiente.
“Si confiamos en los pocos datos disponibles al respecto, sería una negligencia de mi parte. No podemos darnos el lujo de cometer un error”, señaló. “Los riesgos potenciales son demasiado grandes. De hecho, aún no se conocen completamente”, afirmó el secretario Zucker.
(Tomado de AVN)