El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, recibió ayer al embajador de China en Argentina, Yang Wanming, para delinear la agenda de proyectos de infraestructura que los presidentes Cristina Fernández y Xi Jinping tratarán durante la visita de Cristina Fernández a Beijing, a comienzos de febrero. Wanming confirmó además el inminente primer desembolso del financiamiento para construir las represas de Santa Cruz, por un monto cercano a los u$s 500 millones.
En la reunión, celebrada ayer al mediodía, De Vido y Wanming ajustaron "detalles previos al primer desembolso del pago" para erigir las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz, afirmó Planificación en un comunicado. Fuentes oficiales afirmaron que la llegada del efectivo es "inminente", aunque no precisaron fecha. Son alrededor de u$s 500 millones, aunque la cifra dependerá de cuánto de ese monto quede en China para pagar la compra de equipos.
En su edición del 22 de diciembre, El Cronista dio cuenta de que el Gobierno esperaba para los primeros días de enero los primeros fondos para financiar la construcción de las represas y la refacción del tren Belgrano Cargas. El primer proyecto, valuado en u$s 4.700 millones, está a cargo de Electroingeniería, de Osvaldo Acosta y Gerardo Ferreyra, y la china Gezhouba. El segundo lo gestiona el ministerio de Interior de Florencio Randazzo, e involucra un desembolso chino cercano a los u$s 2.100 millones. Ambos proyectos deberían ir concretándose en el lapso de cinco años, según lo convenido.
Electroingeniería y Gezhouba tienen todo listo para dar comienzo a las obras y avanzaron en las últimas semanas con los preparativos. Según estimaron fuentes al tanto de la operación, las obras en Santa Cruz comenzarían unos quince días después de la llegada del dinero. El embajador Wanming visitó la zona antes de la Navidad.
Ahora, De Vido busca avanzar con los proyectos que quedan en carpeta. Planificación se comprometió a preparar una lista con cinco operaciones que el Gobierno considera listas para acelerar el próximo 12 de enero y cursarla al Ministerio de Relaciones Exteriores y a la Embajada china.
En ese listado estará la cuarta central nuclear, Atucha 3, en la que China brindará colaboración y financiamiento. También habrá un proyecto de energía eléctrica, uno de comunicaciones y otro aeroespacial, de acuerdo con fuentes oficiales.
Cristina viajará a Beijing a comienzos de febrero, aunque todavía resta confirmar la fecha. La acompañarán De Vido y el secretario de Obras Públicas, José López. Además viajarían los ministros de Economía, Axel Kicillof, Interior, Florencio Randazzo, y el canciller Héctor Timerman.
Además de los temas de infraestructura, el Gobierno espera avanzar con nuevos acuerdos por ferrocarriles y no se descarta un mayor entendimiento financiero, luego de que ambos países dieran inicio al swap cambiario en noviembre. Argentina ya usó u$s 2.300 millones de los u$s 11.000 millones hasta hoy disponibles.
Ámbito Financiero
Julio De Vido viajará a China en la última semana de enero como adelantado del viaje de Cristina de Kirchner a ese país que se hará entre el 3 y el 5 de febrero. Lo acompañará el secretario de Obras Públicas, José López, con el propósito de preparar los documentos que firmarán la mandataria y el presidente Xi Jinping sobre proyectos de inversión en infraestructura. Ayer, el ministro se reunió con el embajador chino para convenir la redacción final de la agenda en esos temas que quedará fijada en otro encuentro el lunes que viene.
De Vido y el diplomático Yang Wanmin repasaron carpetas sobre los emprendimientos que tienen posibilidades de concreción final después de la firma del acuerdo marco en julio pasado y que recibió sanción del Senado en la última semana del año que pasó. De los 20 puntos de ese entendimiento, el que aparece como más adelantado es el financiamiento por parte de los chinos de la construcción de las represas hidroeléctricas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner sobre el río Santa Cruz en la provincia patagónica.
A lo largo del último año y medio se han sucedido reuniones y anuncios sobre el megaproyecto, pero hasta ahora no se ha concretado el acuerdo que permitirá la inversión por parte de los chinos de un monto cercano a los u$s 4.700 millones que el Gobierno espera como un auxilio de divisas que le permita un respiro en el esfuerzo de mantener y, en lo posible, aumentar las reservas del Banco Central.
De la reunión de ayer surgió la posibilidad de que antes del viaje presidencial de febrero el Gobierno chino envíe el primer tramo del compromiso -algo cercano a los u$s 200 millones- que permitirá el alivio financiero y, además, comprometer el primer capítulo de los estudios para el comienzo de las obras.
En la agenda de este viaje en materia de infraestructura el interés del Gobierno es porque siga el auxilio para el mejoramiento de la infraestructura ferroviaria y también el avance de proyectos de energía nuclear.
Éstos incluyen la construcción de Atucha III, obra que estará a cargo de la firma estatal Nucleoeléctrica y con tecnología criolla, pero que tendrá el aporte chino en la provisión de partes que la industria local no esté en condiciones de aportar. Este acuerdo no es el financiamiento, como tampoco la llamada central nuclear V, que no tiene aún emplazamiento, pero para la que se buscan también financiamiento y participación de los chinos.
Como adelantó este diario, Cristina de Kirchner tiene prevista la visita a China entre el 3 y el 5 de febrero, en cumplimiento de un pedido del mandatario chino formulado en su viaje de julio pasado. En aquella oportunidad se integró una comisión de seguimiento de los 20 puntos contenidos en el acuerdo de la que participan Jorge Capitanich, Héctor Timerman (en estas horas en China participando de una cumbre de la liga regional CELAC) y Axel Kicillof. Esa comisión ha mantenido reuniones de trabajo cada tres meses desde julio pasado, pero el mandatario chino pidió expresamente que quería cerrar la relación con la presencia personal de la Presidente en Pekín.
Según lo convenido en julio pasado, el viaje se iba a hacer en octubre de 2013, pero la salud de la mandataria lo impidió hasta ahora. De todo lo conversado entonces lo que más avanzó fue el sistema de swaps comerciales que le permite al Banco Central retener divisas que saldrían por transacciones comerciales con China. Hasta ahora se ha aplicado el mecanismo por un monto de u$s 1.300 millones, pero el acuerdo prevé que puede llegar a los u$s 11.000 millones.
Las promesas de inversiones chinas extenderán las fronteras de la Argentina en los próximos años. Según adelantó el presidente del gigante asiático, Xi Jinping, los desembolsos del país en América Latina alcanzarán los u$s 250.000 millones en los próximos 10 años, como parte de una campaña para aumentar la influencia de Beijing en una región en la que la predominancia norteamericana fue muy contundente.
Líderes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) un bloque de 33 países en la región que excluye a los Estados Unidos y Canadá se reunieron ayer en la capital china para participar de un foro durante dos días y fue en ese contexto que Xi Jinping realizó el anuncio.
El foro, que también representa la primera vez que China recibe al organismo, se da en un momento en el que Beijing está intentando fortalecer su presencia en la región en medio de su búsqueda por más recursos.
El Presidente estimó que el comercio bilateral entre China y América latina aumentará en u$s 500.000 millones dentro de los próximos 10 años. "Yo creo que esta reunión logrará resultados fructíferos, dar al mundo una señal positiva sobre la profundización de la cooperación entre China y América latina y tener un importante y extenso impacto en promover la cooperación con el Sur y la prosperidad en el mundo", enfatizó Jinping, quien agregó que China y América latina están cooperando en las áreas de energía, construcción, infraestructura, agricultura, manufacturas e innovación tecnológica.
"China está interesada en la región por sus recursos y mercados", consideró Deng Yuwen, un analista político que reside en Beijing. El consultor agregó que "China tiene la intención de competir con los EE.UU. por una mayor esfera de influencia en la región", aunque no se animó a juzgar de antemano si esta estrategia dará resultado y debilitará la influencia norteamericana.
hina, la segunda mayor economía mundial, está comprando petróleo de Venezuela, cobre de Perú y Chile, y soja de la Argentina y Brasil. A cambio, el gigante inyectó miles de millones de dólares en inversiones en la región. En este sentido, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, afirmó que consiguió más de u$s 20.000 millones inversiones de China, mientras que Ecuador obtuvo un total de u$s 7.530 millones en líneas de crédito y préstamos de China. La Argentina espera un gran caudal de inversiones a partir del acuerdo alcanzado en julio entre Xi Jinping y Cristina Fernández, que sería puesto en marcha a la brevedad, a propósito del viaje que la mandataria tiene previsto para comienzos del mes próximo a ese país.
Este acuerdo puso en estado de alerta a muchos sectores empresarios, que avizoran en las inversiones chinas una amenaza para sus compañías. La cooperación con la región se da mientras muchos países conservan lazos diplomáticos con Taiwán, que China considera como una provincia renegada. De los 22 estados que aún reconocen a Taiwán, 12 de ellos están en América latina y el Caribe.
El presidente de China, Xi Jinping, prometió ayer 250.000 millones de dólares en inversiones en América latina en los próximos diez años, como parte de una campaña para aumentar la influencia de Pekín en una región dominada por largo tiempo por Estados Unidos.
Líderes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) -un bloque de 33 países en la región que excluye a Estados Unidos y Canadá- se reunieron en Pekín por primera vez para un foro de dos días.
Xi dijo en un discurso que el comercio bilateral entre China y América latina está previsto que aumente a 500.000 millones de dólares en la próxima década. "Yo creo que esta reunión logrará resultados fructíferos, dar al mundo una señal positiva sobre la profundización de la cooperación entre China y América latina y tener un importante y extenso impacto en promover la cooperación Sur-Sur y la prosperidad en el mundo", dijo el presidente.
"China y América latina tienen cooperación en las áreas de energía, construcción de infraestructura, agricultura, manufacturas e innovación tecnológica", dijo Xi.
"China está interesada en la región por sus recursos y mercados", estimó Deng Yuwen, un analista político en Pekín. "Obviamente, China tiene la intención de competir con Estados Unidos por una mayor esfera de influencia en la región", dijo Deng. "Pero si esta estrategia debilitará la influencia de Estados Unidos ahora es difícil de juzgar", agregó.
Matt Ferchen, residente del Centro Carnegie-Tsinghua para Política Global, dijo que la acción de China no alarmaría a Washington, pues la mejora de los vínculos entre Estados Unidos y Cuba reforzará la influencia estadounidense. "La realidad de vínculos económico-sociales, vínculos persona a persona, entre cualquier país en la región y Estados Unidos, es mucho más profunda que cualquier cosa que existe con China", sostuvo Ferchen.
"El acuerdo con Cuba cambia todo en términos de cómo Estados Unidos puede establecer una agenda positiva en la región", agregó.
China, la segunda mayor economía mundial, está comprando petróleo de Venezuela, cobre de Perú y Chile, y soja de la Argentina y Brasil. A cambio, China estuvo inyectando miles de millones de dólares en inversiones en la región.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, afirmó anteayer que se aseguró más de US$ 20.000 millones en inversiones de China en su país, mientras que Ecuador informó que obtuvo un total de 7530 millones en líneas de crédito y préstamos. "Para repetir lo que el (ex) presidente Hugo Chávez dijo, China está demostrando al mundo que un país no necesariamente busca la hegemonía a medida que se vuelve más poderoso", afirmó Maduro, en un discurso que fue traducido al inglés.
LA NECESIDAD ARGENTINA
Conseguir dólares será la prioridad de la presidenta Cristina Kirchner en febrero próximo, cuando visite oficialmente China. El Gobierno -que ya logró un swap de créditos de ese país- buscará divisas para proyectos de infraestructura, como las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, pero principalmente para intentar blindarse durante un año electoral en el que enfrentará la presión de los llamados fondos buitre para sentarse a negociar por la deuda aún en default.
En ese marco, el ministro de Planificación, Julio De Vido, se reunió ayer con el embajador de China en la Argentina, Yang Wanming, para analizar los temas de la agenda que tratará la Presidenta. Según un comunicado oficial, De Vido y Wanming se reunieron en el Palacio de Hacienda para repasar "la agenda de temas de infraestructura bilaterales que se abordarán" en Pekín.
De acuerdo con el comunicado del Ministerio de Planificación, De Vido y el embajador chino avanzaron en la preparación de "los principales puntos" de la agenda. Según se estimó, éstos serían: "Los sectores nuclear, aeroespacial, eléctrico y de comunicaciones, e inversión en infraestructura, entre otros".
"En línea con ello, se refirieron a las represas hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, ajustando detalles previos al primer desembolso del pago, tras la firma del contrato de financiamiento para su construcción, celebrada entre ambos jefes de Estado en 2014", señaló el comunicado. Agregó además que el lunes próximo la cartera que dirige De Vido enviará a la embajada de China en la Argentina y también informará al Ministerio de Relaciones Exteriores el temario definitivo que será tratado durante el viaje de la Presidenta a China.
- China dio comienzo ayer a una nueva era de relaciones estratégicas con América Latina a través del I Foro Ministerial con la CELAC, donde el presidente del país asiático, Xi Jinping, anunció que en una década la segunda potencia mundial invertirá 250.000 millones de dólares en esa región.
El Gran Palacio del Pueblo, en el ala oeste de la plaza de Tiananmen, fue el solemne escenario para el lanzamiento de este nuevo foro, surgido por iniciativa del presidente chino y con el que Pekín se erige como uno de los primeros actores internacionales que apuesta fuerte por la CELAC, creada hace apenas un lustro.
Cancilleres de 20 países latinoamericanos y los presidentes de Ecuador (Rafael Correa), Venezuela (Nicolás Maduro) y Costa Rica (Luis Guillermo Solís) asisten a esta primera edición del foro, que concluirá hoy con una declaración que sentará las bases para futuros contactos entre China y Latinoamérica.
La Argentina y Brasil están representados por sus cancilleres, Héctor Timerman y Mauro Vieira.
A través de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), China busca ir más allá de las relaciones bilaterales con los países de Latinoamérica y el Caribe para tratarlos como un solo bloque, que según Xi es "una de las regiones emergentes con mayor potencial para desarrollarse".
El presidente chino también anunció ayer el objetivo de alcanzar en diez años un comercio bilateral con Latinoamérica que supere los 500.000 millones de dólares anuales, una cifra que duplicaría las actuales. China ya es hoy el principal socio comercial de la región.
Xi además adelantó que en esta primera edición del foro, que el gigante asiático quiere celebrar de forma periódica o incluso extender a varios encuentros sectoriales anuales, se elaborará un extenso plan de cooperación bilateral 2015-2019, plan del que no adelantó detalles, aunque sí prometió que abarcará toda clase de materias, incluidas la infraestructura, las finanzas, el comercio, la energía, la seguridad pública, la industria, la agricultura y la ciencia.
Los líderes latinoamericanos que esta semana viajaron a Pekín para asistir al nuevo mecanismo multilateral mostraron su entusiasmo por este nuevo modelo de relación con China, en especial el presidente venezolano, quien aseguró que simboliza un momento "único en la historia" en el que el mundo dice adiós a los imperios.
China "está demostrando que puede ser potencia sin pretensiones imperiales ni hegemonistas", subrayóMaduro, quien afirmó que con la alianza entre esa potencia y Latinoamérica se está avanzando hacia una"oportunidad histórica" para un mundo más igualitario.
China anunció inversiones y proyectos de cooperación con Venezuela por u$s 20.000 millones para los próximos meses, una bocanada de oxígeno clave para un país cuyas reservas se han desplomado a u$s 22.000 millones y que enfrenta vencimientos de deuda este año por u$s 12.000. Desde 2008, ya ha volcado unos 50.000 millones de dólares en ese país.
Correa, que cerró también para Ecuador acuerdos por casi u$s 5.300 millones, aseguró que durante la presidencia de turno su país "sabrá honrar la amistad que nos brinda la República Popular de China y buscará la concreción de los proyectos conjuntos en la región en los términos que establezcamos aquí de común acuerdo".
Hay gran expectativa por ver si China anuncia durante el foro algún gran programa de inversiones regionales a largo plazo en telecomunicaciones e infraestructura, similar a los que ha desplegado en Asia Central y del Sur, y que Pekín ha denominado "nuevas rutas de la seda".
Agencias EFE, Reuters, DPA, AFP y ANSA, |