Por: Pablo Correa.
“Si queremos evitar sobrepasar el límite de 2 °C de la manera más costo-efectiva, más del 80% del carbón, la mitad del gas y un tercio del petróleo necesita ser clasificado como incombustible”. Esa es la noticia que le dio al mundo Christophe McGlade, investigador asociado del Institute for Sustainable Resources en la Universidad London, al presentar los resultados de un trabajo publicado en la revista Nature.
Es un dato crucial que insinúa muchos de los cambios económicos y políticos que podrían avecinarse en las próximas décadas. Lo que están advirtiendo McGlade y sus colegas es que el único camino a la vista para evitar un escenario climático que sobrepase los famosos 2 °C es dejar bajo tierra, intactas, gran parte de las reservas de combustibles fósiles. Pero el trabajo aporta algo más: hace un cálculo por continentes de esas reservas que no podrían explotarse. La investigación aclara que esta restricción es necesaria aún aplicando tecnologías que capturen dióxido de carbono que poco a poco han ido emergiendo a los mercados.
Los países de Oriente Medio, con sus enormes economías construidas en un alto porcentaje de las rentas petroleras, tendrán que dejar bajo la arena unos 260 mil millones de barriles de petróleo. Esto equivale a todas las reservas actuales de Arabia Saudita. Todo el gas bajo el ártico debería dejarse ahí. Y Centroamérica y Suramérica, por ejemplo, no podrían explotar casi el 60% de sus reservas actuales de carbón y petróleo. Este es un dato preocupante para Colombia si se tiene en cuenta que el país se destaca como el primer productor de carbón de América Latina y el cuarto exportador a nivel mundial. Sus reservas totales están estimadas en cerca de 17.000 millones de toneladas.
Si el mundo no hiciera caso de esta advertencia, suponiendo que sea exacta, y los países decidieran quemar todo el petróleo, gas y carbón potencialmente extraíble, se lanzarían a la atmósfera 3.000 gigatoneladas de CO2. Esto es tres veces más del CO2 que podríamos emitir antes de sobrepasar las metas climáticas. De acuerdo con otro informe presentado recientemente por Naciones Unidas, el Reporte sobre la Brecha de Emisiones, desde la era preindustrial hasta hoy hemos lanzado a la atmósfera un total de 1.900 gigatoneladas y el límite es 2.900. Es decir, el presupuesto de lo que se puede quemar no debe exceder 1.000 gigatoneladas.
“En 2013 las compañías petroleras gastaron más de $670.000 millones en exploración de nuevas fuentes de gas y petróleo”, anotó el economista Paul Ekins, coautor del estudio quien añadió: “uno podría preguntarse por qué están haciendo esto cuando hay más de lo que podemos quemar”.
De acuerdo con el modelo energético creado por Elkins y McGlade, además de no extraer estos combustibles se deberán construir nuevas plantas nucleares, estimular energía solar y también sistemas de captura de carbono.
En un artículo sobre el mismo tema, el periodista David Biello de Scientific American escribió: “así que la pregunta del multitrillón de dólares es cuáles países y compañías renunciarán a quemar combustibles fósiles para que otros puedan quemar su parte?”. Elkins respondió diciendo que “políticos en China, Europa y Estados Unidos han dicho que apoyan el límite de los 2 °C. Eso ciertamente tiene implicaciones”.