Malos augurios para el precio del petróleo a corto plazo. Un informe de Bank of America Merrill Lynch advierte de que el barril de Brent podría bajar de los 40 dólares y el de West Texas de los 35 por el estancamiento de la demanda y el aumento de las reservas.
Según el informe, la oferta del crudo sigue siendo superior a la demanda mundial, lo que hace que, unido a una estructura a largo plazo del petróleo que continúa debilitándose y a que las existencias aumentan, se den las características necesarias para que los precios continúen bajando en el primer trimestre de este año.
Para encontrar suelo, Merrill Lynch asegura que es necesario que los países productores, tanto los que pertenecen a la OPEP como lo que no, reduzcan el suministro, y que la demanda global se fortalezca.
"Por el momento, ninguno de estos factores está sucediendo", remarca el estudio, antes de señalar que, en cualquier caso, "un crecimiento en el almacenamiento flotante puede incluso empeorar las perspectivas para la recuperación de la segunda mitad de 2015".
Mantenimiento de la oferta
En cualquier caso, el estudio expresa que "no será fácil" ver un recorte de la oferta del crudo en el corto plazo mientras el gasto operativo efectivo siga por debajo de los 40 dólares por barril.
En concreto, el crecimiento de la oferta de los países que no forman parte de la OPEP se mantiene por encima de las medias históricas, en torno a los 1,2 millones de barriles al día en el último trimestre de 2014, una cifra que, según el estudio, seguirá creciendo en 2014.
De la misma forma, la oferta de crudo de la OPEP se ha elevado en los últimos meses a pesar de la caída de precios, en gran medida debido a los intentos de Arabia Saudí de incrementar su cuota de mercado. Así, Merrill Lynch asegura que el volumen de reservas de crudo seguirá creciendo, lo que provocará mayores caídas en los precios.
En este sentido, el informa recalca que los stocks de petróleo "han crecido a una velocidad alarmante" en las últimas semanas, en contra de patrones estacionales. En concreto, los niveles de reservas en los países de la OCDE en octubre eran de 140 millones de barriles menos que la plena capacidad de producción y 57 millones de barriles más que un año antes.
Equilibrar el mercado
Ante esto, el estudio defiende que para equilibrar el mercado es necesario efectuar un recorte en la oferta de al menos un millón de barriles al día, una caída que los productores no van a asumir mientras estén "bien colocados", tengan costes efectivos muy bajos y estén protegidos por divisas locales o impuestos.
Por último, Merrill Lynch asegura que la demanda global reaccionará finalmente a los bajos precios, pero que lo hará con un retraso de seis meses y con una respuesta limitada por parte de los países de la OCDE.
En este sentido, los países desarrollados, como Estados Unidos, Europa o Japón, tendrán un entorno favorable a la demanda, pero las mejoras en la eficiencia del fuel y un crecimiento estancado de la población limitarán el incremento del consumo de crudo.
Por el contrario, serán China e India los países que supondrán la mayor parte del futuro incremento de la demanda, que será más importante en la segunda mitad del año y a comienzos de 2016.
AP
Los precios del petróleo se mantendrán bajos durante 2015 y debilitarán las perspectivas de crecimiento de los principales países exportadores, advirtió este miércoles el Banco Mundial.
Al difundir su reporte anual Perspectivas Económicas Mundiales, el organismo multilateral señaló que la baja continuada en los precios del crudo podría socavar también la inversión en investigaciones e innovación.
El Banco Mundial dijo que la tendencia representa una amenaza especial en algunos países de ingreso bajo para la inversión en fuentes no convencionales como petróleo de esquisto, arenas alquitranadas y campos petroleros en alta mar.
Por otra parte, los bajos precios contribuirán al crecimiento de los países importadores, para los que se reducirán las presiones fiscales, inflacionarias y externas.
"Para las autoridades responsables de formular políticas en los países en desarrollo importadores de petróleo, la caída en los precios del crudo constituye la oportunidad de llevar a cabo reformas estructurales y financiar programas sociales", dijo Ayhan Kose, director de Perspectivas de Desarrollo del Banco Mundial.
Agregó que "en los países exportadores esta baja aguda es un recordatorio de las importantes vulnerabilidades inherentes a la actividad económica altamente concentrada y de la necesidad de revitalizar las gestiones de diversificación a mediano y largo plazo".
El Banco Mundial atribuyó la caída en los precios a varios años de aumento de la oferta y mermas en la demanda, al cambio en los objetivos de políticas de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y a la revaluación del dólar estadounidense.
El barril de crudo, que ha perdido más de la mitad de su valor desde junio, cotizaba el miércoles a 48,69 dólares en la bolsa de Nueva York, una cifra que no registraba desde 2009.
El exceso de la oferta ante el descenso de la demanda continúa abaratando el barril de Brent, el de referencia en Europa. En el último mes ha bajado 20 dólares y se sitúa ya por debajo de los 50 dólares.
En concreto, el petróleo de referencia en Europa ha llegado a bajar tras el comienzo de la jornada hasta los 49,92 dólares por barril desde los 51,15 dólares del comienzo del día.
De este modo, en lo que va de 2015, el precio del barril de crudo Brent acumula ya una caída del 13%.
Por su parte, el petróleo Texas, de referencia en EEUU, se situaba en los 47,14 dólares, su precio más bajo desde abril de 2009.
En el mercado de divisas, el euro seguía debilitándose frente al dólar y llegaba a caer hasta los 1,1853 dólares, en mínimos desde marzo de 2006.
La Bolsa, por su parte, ha amanecido en rojo, para posteriormente darse la vuelta.
La noticia económica de octubre fue el desplome del precio del petróleo y las repercussiones en los mercados mundiales.
En el caso de Colombia si no hay modificaciones se dejarán de recibir 420.000 millones de pesos por cada dólar que cae el petróleo crudo. Otros países petrolereos como Venezuela necesitan que el oro negro esté por encima de u$s 110 para ver un escenerio más favorable.
La caída del precio internacional del petróleo ha prendido las alarmas en las economías del mundo. Y no es para menos, tal como lo demuestra el caso colombiano, cada dólar que cae el barril se traduce en una pérdida millonaria para la Nación en conceto de renta petrolera al año.
Si se tiene en cuenta que el promedio de la canasta de crudos del país está en u$s 97, según el marco fiscal de mediano plazo de 2014 (mfmp), y que cuando el promedio del petróleo estaba en u$s 90, las pérdidas equivalían a $ 2,9 billones, hoy la situación se profundizó.
Sin embargo, los cálculos de la Nación tendrán un alivio, pues el buen momento del dólar significará ingresos adicionales.
Aunque el rango del WTI ronda los u$s 50, el precio promedio durante el año de este último ha sido de u$s 103, lo que le da al Gobierno un alivio para 2014. Sin embargo, la Anif calcula que las pérdidas equivaldrán a 1% o 2% del PBI entre 2015 y 2016.
Esta tendencia será la misma en los países productores del mundo puesto que indudablemente la renta petrolera caerá y la baja en las utilidades e impuestos se verá, sobre todo, en el siguiente año, destacó el exministro de minas y energía Amylkar Acosta.
Para el caso Mexicano, que presenta una baja en producción de un millón de barriles diarios, el parlamento tuvo que aprobar el presupuesto con una reducción de la estimación del precio promedio del barril de crudo.
Venezuela vive una crisis peor, puesto que según un estudio de Deutsche Bank el país necesita que el precio del Brent esté por encima de u$s110 para cumplir con sus metas fiscales y planes sociales. Según el mismo informe, caso similar viven los países miembros de la Opep que necesitan que los precios sean más altos que los actuales para sostener sus cuentas públicas.
A diferencia de Venezuela, que ve la necesidad de tener un crudo más caro ue incluso sobrepase los u$s 110, y Colombia que pierde con el oro negro barato, existen otros casos como el de Arabia Saudita, país miembro de la Opep y uno de los principales exportadores del mundo con más de nueve millones de barriles diarios, estaría interesado en mantener los precios bajos durante, por lo menos dos años, ya que está en busca de recuperar participación en el mercado, y así después subirlos para maximizar sus ingresos en un plazo mayor. Esta estrategia debilitaría a países cercanos como Irán o Irak, adversarios políticos y religiosos, pero en ese escenario también se vería afectada la rentabilidad de los pozos rusos y de las explotaciones no convencionales.
Carlos Ronderos, ex ministro de Comercio de Colombia, comentó que producir petróleo no convencional es posible cuando el precio es muy alto. Pero en la medida de que baje el precio, las formas internas de explotación no serán rentables.
Si el escenario hubiera sido contrario y se hubiese presentado una reducción importante, esto hubiera llevado a una menor oferta de petróleo, lo cual implicaría una mayor estabilidad delos precios y brindaría una oportunidad para protegerse ante futuras caídas.
Con esto, la afectación directa para los 12 países miembros de la Opep, para los que los ingresos del petróleo representan hasta 40% de su presupuesto, no hubiera sido tan grande.
Julio Escobar, economista de la Universidad Georgetown, aseguró que "si los otros productores que no pertenecen al cartel conforman otro grupo y promueven el libre mercado, los beneficiados inmediatamente serán los consumidores"
Por: Matt Egan.
Marcus Benson se mudó 2,400 kilómetros desde su casa en Filadelfia a Dakota del Norte por el auge de esquisto.
Hizo el largo trayecto -sin trabajo y sin lugar donde vivir- en abril de 2012 después de escuchar en las noticias que el estado tenía la menor tasa de desempleo en el país.
“Sentí que era una buena oportunidad. Yo no estaba haciendo mucho”, dijo Benson, que había estado realizando trabajos esporádicos después de abandonar la universidad, dijo a CNNMoney.
De inmediato consiguió un trabajo bien remunerado cargando vagones con arena utilizada para el fracturamiento hidráulico o fracking (fracturación hidráulica para extraer hidrocarburos).
“Pasé de hacer pequeños trabajos por 8 dólares por hora a 25 dólares por hora. Me pareció que era una locura”, dijo Benson. No pasó mucho tiempo antes de que ganara 30 dólares por hora.
Por supuesto, en ese entonces el petróleo estaba a más de 100 dólares el barril. Esta semana, el petróleo cayó por debajo de los 50 dólares, presionando a los productores de petróleo de altos costos como las compañías de esquisto.
Los buenos tiempos para Benson, de 28 años, terminaron la víspera de Año Nuevo, cuando perdió su nuevo trabajo en Ames Water Solutions, que sirve a la industria del fracking.
“Dijeron que la razón principal fue la caída del precio del petróleo”, dijo Benson, que se solicitó beneficios por desempleo esta semana.
Ahora está preocupado por no poder encontrar otro trabajo antes de ser expulsado de la vivienda propiedad de la empresa.
Benson es uno de los miles de trabajadores de la energía que han sido despedidos en las últimas semanas. En muchos casos, estos eran buenos trabajos que pagaban salarios saludables.
La caída del petróleo que está generando ahorros para los conductores en las gasolineras también está amenazando los medios de subsistencia de la gente en la industria de la energía que estaba previamente en auge.
“Estamos sin empleos ahora”
Jeff Sharpe recibió la mala noticia 10 días antes de Acción de Gracias. Él y 21 compañeros de trabajo en una plataforma en Wyoming fueron despedidos debido a los deprimidos precios del petróleo y el gas natural.
“Todos mis amigos y familiares siguen hablando (positivamente) sobre los precios bajos. Cuando digo: 'Estamos sin empleos ahora', dicen: 'Oh'”, Sharpe, de 32 años, dijo a CNNMoney. “No creo que se den cuenta de lo que esté pasando en el panorama amplio”.
El nativo de Colorado, que tiene una hija de cinco años de edad, ha estado sin empleo desde entonces. Recientemente ha decidido trasladarse a Dakota del Norte para tomar un trabajo en pozos terminados, pensando que debería ser más seguro que el lado de la perforación.
“Cuando atravesé por esto en 2009, aprendí mi lección de guardar mi dinero en lugar de gastarlo. Eso es lo que me está salvando ahora”, dijo Sharpe.
Un efecto dominó del tamaño de Texas
Más allá de Dakota del Norte, Texas está en mayor riesgo de una crisis energética.
Denise Walker teme que tendrá que emitir cartas de despido en Frontier Services, la empresa de servicios petroleros de la que es copropietaria en Alice, Texas. Hace apenas unos meses, el negocio era “impresionante”, pero el hundimiento del petróleo ya le ha costado Frontier un cliente importante y la ha obligado a rebajar los precios.
“Probablemente voy a tener que despedir a algunas personas o a reajustar sus salarios. Odio hacer eso”, dijo Walker a CNNMoney.
Los empleados despedidos pierden el acceso a los generosos beneficios de salud de la empresa. “No sé qué van a hacer. Es trágico”, dijo.
Walker espera que Texas capee el temporal, pero dijo que no estaría sorprendida si el estado se hunde en una recesión. El economista en jefe de JP Morgan Chase ya ha advertido que esa es una posibilidad muy real.
“Es un efecto dominó. La gente pierde sus empleos, deja de gastar dinero. Eso afecta a otras empresas”, dijo.
Despidos en el Golfo
El sufrimiento también se está sintiendo en el Golfo de México, donde los precios del petróleo están obligando a los perforadores a recortar la exploración en aguas profundas.
Alex, quien no quiso dar su apellido, teme que pueda perder su trabajo como capitán de barco de suministro. Su empresa ya ha despedido a otros dos capitanes y está operando con menos de la mitad de su flota de barcos.
“Las empresas petroleras no están gastando el dinero en proyectos costa afuera, así que muchos barcos están parados sin hacer nada o incluso vacíos. Esto es triste porque las tripulaciones de esos barcos están tratando de ganarse la vida para sus familias en casa”, dijo Alex, que tiene un niño de tres años de edad, y cuya esposa está embarazada.
A pesar de no haber terminado la escuela preparatoria, había estado estado recaudando 100,000 dólares al año, después de subir gradualmente desde ser marinero de cubierta. Ahora su empresa está promulgando una reducción salarial del 12% para hacer frente a la depresión de la industria energética.
“Vives el sueño durante un tiempo... Y de repente los precios de la gasolina bajan”, dijo.
Alex reconoce que los bajos precios de la gasolina son excelentes para los turistas y los conductores, especialmente durante la temporada de descanso de primavera en su natal Florida.
“Es bueno tenerlos tan bajos, pero los precios necesitan encontrar un punto medio donde todo el mundo esté feliz”, dijo.
El precio del barril de petróleo Brent para entrega en febrero ha caído este miércoles en el mercado (el Intercontinental Exchange Futures de Londres) por debajo de los 50 dólares, una valoración que no se registraba desde comienzos de mayo de 2009. Tras cerrar este martes en 51,10 dólares, el crudo de referencia en Europa comenzaba la sesión a la baja, hasta llegar a caer a 49,66 dólares.
También el precio del petróleo de Texas ha caído por debajo de 50 dólares el barril; en concreto, al cierre de la sesión de este martes cerró en 47,93 dólares, su precio más bajo desde abril de 2009. El continuado descenso del precio del petróleo obedece a varios factores, entre ellos la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), de mantener los actuales niveles de producción, en unos 30 millones de barriles diarios, frente a las peticiones de algunos miembros, como Venezuela, para aumentar el cupo.
¿Por qué la OPEP mantiene su producción? Sobre todo para no perder cuota de mercado, toda vez que países como Estados Unidos llevan meses incrementando su producción (hasta niveles de los años 80) gracias a alternativas hasta ahora no lo bastante eficientes como las arenas bituminosas o el shale gas. También han influido las noticias sobre el estado de salud del rey saudí, Abdalá bin Abdelaziz, de 90 años, que fue ingresado en un hospital el 31 de diciembre por neumonía; Arabia Saudí es el mayor productor de petróleo del mundo. Un impulso para la economía española... Las fuentes y los economistas consultados por 20minutos tienen claro que una caída acentuada de los precios del crudo tendrá en su conjunto unas consecuencias positivas para economía española.
En la medida que España es un país dependiente en más de un 99% del petróleo exterior, cualquier abaratamiento en el precio de esta materia prima supone una reducción de costes general. Un transporte más barato para todos. En concreto, la práctica totalidad de los ciudadanos se beneficiarán, en teoría, de unos costes del transporte más baratos. Aunque ni mucho menos toda la caída de los precios del crudo está reflejándose en caídas equivalentes de los carburantes, lo cierto es que tanto gasolinas como gasóleos se han abaratado de forma continuada en los últimos meses. Así, tanto los usuarios de automóviles como de motos verán percibirán ahorros a la hora de llenar el depósito. Pero aquellos que no dispongan de un medio de transporte propio se podrán beneficiar también, en teoría, de precios más competitivos en viajes por tierra, mar y aire, ya que todos funcionan con combustibles procedentes al menos en parte del petróleo. Menos costes para las empresas. Pero no solo los consumidores se beneficiarán de una caída de los precios del crudo. También las empresas, en muchos casos grandes consumidoras de carburantes. Logística, transporte, comercio, mensajería, servicios en general...
La fuerte caída de los precios supone un menor gasto de recursos económicos para un mismo bien, lo que permitirá en teoría reducir márgenes o bien destinar esfuerzos a contratación u otros gastos recurrentes. Más recaudación para el Gobierno. Otro de los beneficiados, aunque de manera indirecta, será el Gobierno, que tendrá más fácil cumplir con sus compromisos prespuestarios. En sus previsiones de crecimiento para la economía española en 2015, el precio del barril se situaba de media en los 103 dólares, más del doble del precio actual. Esa diferencia supone en la práctica una inyección económica que impulsará el consumo y el ahorro internos, y hará más competitivas las empresas españolas y proporcionalmente más ricos a los ciudadanos. En una suerte de círculo virtuoso, un incremento del consumo de petróleo y por lo tanto de la actividad aumentarán el PIB (al menos un 0,4% adicional, según el economista Daniel Lacalle), lo que a su vez hará crecer la recaudación tributaria por impuestos como el IVA o los especiales relacionados con los carburantes.
No solo esto: El incremento del PIB por encima de lo previsto redunda también en una mayor facilidad para cumplir con los compromisos de déficit público y la reducción de la deuda soberana. Y es que estas dos magnitudes se miden en relación a PIB. En la medida que este último (el denominador) crece, se reduce el peso proporcional del numerador. ... Y un grave traspiés para los países productores Menos ingresos públicos y privados. En un lado de la balanza se encuentran países como España, que en la medida que son dependientes del crudo exterior se beneficiarán netamente de una rebaja del mismo. En el otro lado de la balanza se encuentran los países productores, que ven ahora cómo el precio de una de sus principales vías de ingresos se desploma. Para los países de la OPEP (Arabia Saudí, Venezuela, Irán...) o Rusia, entre otros, los ingresos por la extracción y venta de crudo son elementales para cuadrar tanto sus presupuestos como sus balanzas comerciales.
También buena parte de sus sectores empresariales privados dependen directa o indirectamente del crudo. El mantenimiento de estos precios no supondrá por tanto sino un desplome en las previsiones de negocio de los mismos. Una hipotética crisis o recesión en los países productores (que en muchos casos coinciden con los llamados emergentes) supondría, a su vez, un perjuicio para las empresas y ciudadanos españoles con inversiones e intereses en estos territorios. Así, solo como ejemplo, una posible ralentización económica de México o Brasil (entre los mayores productores) podría suponer peores perspectivas de negocio de cara al futuro para multinacionales españolas como Telefónica, Banco Santander o BBVA, entre otras. También pueden verse afectados aquellos ahorradores o especuladores que hubieran invertido en esta materia prima (o en futuros de la misma) cuando los precios estaban en máximos. En su caso, este desplome de los precios puede suponer un quebranto irreparable. Dificultades para las energías alternativas. Una caída de los precios del petróleo supone un incentivo para su consumo, según la teoría de la oferta y la demanda. Esto, a su vez, supone un perjuicio para otras fuentes de energía alternativas y menos flexibles en precios, como son buena parte de las energías no renovables.
Es decir, que este abaratamiento podría reconfigurar parte del mix energético español en detrimento de energías consideradas limpias y en favor del crudo. Las petroleras españolas. Las dos principales petroleras españolas, Repsol y Cepsa, pueden también verse seriamente perjudicadas de unos precios bajos del crudo. Por un lado, porque se reduce su posible margen de negocio, y por otro porque futuras prospecciones que con otros precios tendrían lógica económica, con precios tan bajos dejan de tenerla. Es decir: Extraer en aguas profundas o en arenas bituminosas puede tener interés solo a determinados precios. Si el mercado no está dispuesto a pagarlos, estos posibles hallazgos pierden rentabilidad al menos en el medio plazo.
Extraer crudo en España, menos rentable. Relacionado precisamente con las exploraciones y prospecciones y su menor interés en caso de que los precios sean bajos, el mantenimiento de unos precios especialmente bajos del crudo suponen en la práctica un impedimento para que en España se fomenten nuevas exploraciones y prospecciones. Y es que una empresa como extraer crudo de la costa canaria sólo sería rentable con precios entre los 50 y los 65 dólares, según expertos consultados por el diario Expansión.
El precio del petróleo cerró ayer la sesión con un alza, impulsada por Wall Street y por una inesperada disminución de reservas de crudo en Estados Unidos, pero permanece bajo los 50 dólares por barril. Tras haber perdido casi cinco dólares en las últimas dos sesiones, el barril del WTI para entrega en febrero ganó 72 centavos (+1,5%), a 48,65 dólares, en el New York Mercantile Exchange (Nymex).
En Londres, los precios del Brent del Mar del Norte para la misma entrega se estabilizaron, subiendo cinco centavos, a 51,15 dólares el barril en el Intercontinental Exchange (ICE), después de haber pasado bajo los 50 dólares durante la sesión.
"Fue una sesión interesante", resumió Phil Flynn, de Price Futures Group, según el cual el mercado ha logrado "no colapsar, apoyado un poco por el aumento en la Bolsa de valores, donde el Dow Jones subió". Al promediar la sesión en Wall Street, el Dow Jones y el S&P 500 subían un 1%, sobre todo tras el anuncio de una aceleración de las creaciones de empleo en el sector privado en diciembre. "Esto contribuye a esta alza, junto con la disminución de las reservas de crudo en Estados Unidos", dijo Flynn.
Según cifras publicadas por el Departamento de Energía, el descenso de las reservas de crudo fue de 3,1 millones de barriles en la semana terminada el 2 de enero, mientras que los analistas esperaban un alza de 911.000 barriles. Sin embargo, otros elementos del informe son "decepcionantes" y mantienen la presión sobre el precio, como el aumento de las reservas de combustible o de productos destilados, destacó Phil Flynn. Algunos analistas estiman que esta alza de los precios es poco significativa en el contexto general de temores sobre la abundancia de la oferta mundial, que han contribuido a que el petróleo pierda más de la mitad de su valor en Nueva York desde junio. "El mercado cae de una manera tan brutal, en particular desde noviembre, que no es sorprendente ver un alza técnica", dijo por su parte Gene McGillian, de Tradition Energy.
Los precios del petróleo han caído a la mitad desde junio a causa de la abundante oferta y el temor al futuro de la demanda por la amenaza de una nueva crisis económica. Pese a ello, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha rechazado hasta ahora recortar la producción. "La caída (de los precios) por debajo de los 50 dólares muestra bien cuál es la tendencia, y si no hay señales de la OPEP ante el exceso de producción, es probable que asistamos a una caída próxima a los 40 dólares en las próximas semanas", explicó Michael Hewson, analista de CMC Markets. "El débil crecimiento y la débil demanda en China y Europa seguirán siendo los principales factores a medida que la batalla por las cuotas del mercado se intensifica", añadió. "No hay razón a corto plazo por la que los precios vayan a interrumpir su caída", dijo Julian Jessop, analista de Capital Economics.