“Oro negro, alabado seas”, ese sería el rezo que haría Venezuela o Rusia, países más afectados por el descenso del precio del crudo. Por su parte, Arabia Saudita, exportador mundial de crudo por excelencia, se reiría y diría “yo tengo mayor ventaja competitiva que tú” y “mis costos de producción son más bajos que los tuyos”.
Una batalla que tiene un significado común: competitividad, y un espacio que falta llenar en el mercado peruano. ¿Por qué no bajan los precios de combustibles en el Perú en la misma velocidad que el petróleo en el mundo? Esta es una pregunta muy básica que tiene una respuesta: la cadena de comercialización no es la adecuada.
“Existe rigidez a la baja en los precios del petróleo, ya que no hay una relación entre la disminución del petróleo y sus derivados en la economía peruana. Esto se traduce en una falta de competencia entre grifos y refinerías”, señaló Jorge Manco, economista y especialista en hidrocarburos de laUNMSM.
Y, Aurelio Ochoa, expresidente de Perupetro, agregó: “la cadena de comercialización no ha trasladado aún la baja en los precios (de petróleo) a los bolsillos de los peruanos. Se ponen los precios (de combustibles) como les viene en gana”.
Ochoa resaltó la importancia de la promoción de una competencia entre grifos, ya que es un mercado libre, y lamentablemente, “muchos confunden la libertad de precios con libertinaje”.
Falta publicidad, dijo Ochoa para referirse que los medios de comunicación deberían informar sobre las estaciones de servicio con los precios más bajos en combustibles.
“Es un commodity especulativo y altamente volátil. En julio del 2014 el precio del crudo estaba por encima de los US$ 90 por barril, pero la jornada previa cotizó por debajo de los US$ 55”, añadió el economista Jorge Manco.
El especialista en hidrocarburos señaló que la reducción de casi 40% en los precios del crudo debería beneficiar a los países importadores del oro negro como el Perú, pero tal efecto se está trasladando progresivamente, no de la manera rápida que uno hubiera esperado, como en el caso de Estados Unidos.
No obstante, el caso norteamericano es diferente porque ahí sí existe mayor competencia en el mercado. En cambio, Manco sentenció que en el Perú tenemos un duopolio: Petroperú (estatal – Refinería de Talara) y Refinería La Pampilla (privada). “Dos refinerías determinan el 80% del mercado de combustibles en el Perú”, acotó.
Más impuestos, mayor fisco
El economista Jorge Manco recordó que el descenso en los precios de combustibles debe darse en línea con la acumulación del fisco. “El 30% del precio de los combustibles está ligado a impuestos: rodaje, ISC e IGV. Si baja el precio, el Estado deja de percibir impuestos, y hay menores ingresos en el fisco”, añadió.
Asimismo, declaró que son alrededor de S/. 2,500 millones al año que percibe solo por impuesto selectivo al consumo por combustibles.
Por eso, las refinerías demoran en alinear los precios, dijo Manco, pero Ochoa opinó lo contrario ya que calificó como bueno el avance que han experimentado las distribuidoras en materia de precios.
Una nueva reducción en los precios no le caería mal al mercado de combustibles, pero debe promoverse la competencia ya que no hay un control de precios en grifos. El Indecopi tendría que intervenir para evitar una concertación de dichos precios, concluyeron.