El próximo 18 de enero se pondrá fin a las catas en la cuadrícula Sandía, el primero de los dos sondeos que Repsol tiene previsto realizar frente a las costas canarias para investigar la presencia de hidrocarburos. La compañía inició los trabajos el pasado 18 de noviembre tras recibir la autorización del Ministerio de Industria. A partir del próximo día 18 Repsol pone sobre la mesa, de forma oficial, tres posibilidades. En caso de que los análisis de las prospecciones de petróleo o gas sean negativos, abandonarán el denominado proyecto Canarias y no seguirán adelante, según ha anunciado la propia empresa. En el escenario de que sean positivos, se estudia si continuar de forma inmediata en la cuadrícula Chirimoya, para la que ya se dispone del permiso administrativo.
La tercera opción es paralizar de forma temporal las prospecciones, evaluar en profundidad la calidad de lo hallado, así como la estrategia a seguir, y desplazar el buque Rowan Renaissance hacia aguas de Angola para ejecutar en el país africano más sondeos exploratorios. Esta última opción es la que habría tomado la multinacional, según informaron a EL PAÍS diferentes fuentes no oficiales de la compañía, para, entre otras cosas, no mantener paralizado el navío (cuyo coste asciende a 1,2 millones de dólares al día) mientras se culminan los análisis de la primera fase de prospecciones en aguas Canarias.
Aunque no hay unanimidad entre las fuentes consultadas sobre cuánto tiempo estarían paralizadas las prospecciones en aguas cercanas a las Islas, se estima que podrían ser entre tres y cinco meses. Este intervalo está sujeto a diferentes variables como la calidad de los potenciales recursos hallados en Canarias así como la duración de las prospecciones y exploraciones a realizar en aguas angoleñas. Si bien, en cualquier caso, el tiempo de paralización no es una variable que preocupe a la compañía, dado que el permiso del que disponen se prolonga durante los próximos seis años.
El 20 de enero es la fecha en la que trabaja la empresa para anunciar si ha encontrado petróleo o gas en los primeros trabajos realizados, así como un análisis inicial sobre su calidad. Esto se producirá unos días después de concluir los trabajos en la cuadrícula Sandía, donde Repsol está a punto de llegar a los 3.000 metros de profundidad bajo el lecho marino. Está previsto alcanzar su cota máxima, por encima de los 3.100 metros, el próximo 18 de enero.
El Ministerio de Medio Ambiente emitió en mayo pasado unadeclaración de impacto ambiental (DIA) que permitía a la petrolera perforar tres pozos de hasta 5.000 metros de profundidad a unos 60 kilómetros de la costa de las islas de Fuerteventura y Lanzarote.
El Ministerio de Industria dio la autorización definitiva en agosto. Repsol tenía previsto hacer únicamente dos de los tres sondeos permitidos.
Según fuentes no oficiales de la compañía Repsol consultadas por Canary Ports, los sondeos petrolíferos frente a las costas de Lanzarote y Fuerteventura solo han tenido como resultado hasta el momento el hallazgo de dos bolsas de gas natural con escasa rentabilidad comercial en la cuadrícula denominadaSandía, por lo que se prevé que la empresa inicie su retirada de la zona en los próximos días. La petrolera informó que el pasado día 2 había comenzado la perforación del último tramo, que alcanzaría unos tres mil metros de profundidad, y tras su finalización deberá poner en marcha el procedimiento requerido para taponar con cemento el pozo perforado.
Según estas fuentes, el Rowan Renaissance, el buque contratado para la realización de las prospecciones en aguas canarias partirá en el plazo aproximado de diez días rumbo a Guinea, para cumplir con otros proyectos de exploración previstos en la costa africana.
Se descarta, por tanto, en principio, el inicio de los sondeos autorizados en la segunda cuadrícula, Chirimoya, tras el fracaso obtenido. Uno de los buques de apoyo alRowan Renaissance, el danés Troms Lyra, ya se encuentra en el Canal de la Mancha, con rumbo a Aberdeen, tras dar por finalizados sus servicios a Repsol y rescindir el contrato. Según las fuentes antes mencionadas, el pasado día 3 partía desde el Puerto de la Luz y de Las Palmas el último material de suministro para el Rowan Renaissancea bordo del Troms Artemis, encargado del abastecimiento de agua y combustible y del transporte de equipos. La tercera embarcación de apoyo, el Fanning Tide, ya se encuentra de regreso en el puerto.
Sin embargo, pese a esta previsible retirada de la petrolera, la Oficina de Acción Global del Cabildo de Lanzarote ha manifestado que no se paralizará la tramitación en curso de las demandas judiciales interpuestas en diferentes tribunales, así como en la Unión Europea y en otros ámbitos científicos, políticos y sociales. El resto de las instituciones canarias mantiene igualmente todos los procedimientos judiciales iniciados.
El perdedor, por consiguiente, en este caso, es la compañía Repsol, que ha invertido cientos de millones de euros en las prospecciones en aguas canarias, y que ha sufrido un grave deterioro de su imagen, debido a la campaña contra los sondeos que provocó en Canarias y en el resto de España. Está por ver el coste electoral que tendrá para el PP su apoyo incondicional a dichos sondeos en el archipiélago. Pero para los canarios es, sin duda, la mejor noticia que podían recibir con el nuevo año.