El precio del petróleo en Estados Unidos cayó este lunes por debajo de la barrera simbólica de los US$50 por barril.
Es la primera vez que esto ocurre desde abril de 2009.
El valor del crudo estadounidense, conocido como WTI (West Texas Intermediate) está a menos de la mitad del que tenía hace seis meses.
Otro de los precios de referencia del petróleo a nivel mundial, el llamado cruo de Brent, o del Mar del Norte, se cotizó el lunes a US$53, también experimentando una tendencia a la baja.
Los inversores están preocupados que una combinación de un exceso de oferta de crudo en el mercado y una débil demanda por cuenta de la recesión global podría llevar a nuevas reducciones en el precio del petróleo.
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Menos apetito
La producción en Estados Unidos ha aumentado sustancialmente en los últimos años por cuenta del uso del método de "fracking", que ha convertido a regiones como el estado de Dakota del Norte y Pensilvania en grandes productores.
Sin embargo, el aumento en la actividad petrolera ocurre justo en momentos en que muchas economías globales, desde Europa hasta China, han disminuido su antes voraz apetito por el petróleo.
Esto, combinado con la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de continuar extrayendo petróleo a su ritmo actual, ha dejado preocupados a muchos inversores.
Lo que a su vez ha llevado a que las acciones de las principales empresas petroleras, desde BP a Exxon Mobil, hayan experimentado fuertes caídas en los últimos meses.
Como señala el reportero de la BBC Russell Hutton, los analistas predicen una ola de fusiones y adquisiciones en las empresas petroleras, con compañías aferrándose a acuerdos de rescate y con una caída el valor de las acciones que puede generar gangas para los depredadores que tengan los bolsillos más grandes.
También se teme que la caída en los precios globales de petróleo provoque serios aprietos fiscales en varios de los principales países productores como Venezuela y Rusia, naciones que dependen en buena medida de las exportaciones del crudo.
Pero como indica María Esperanza Sanchez de BBC Mundo, para países que importan petróleo, como los países centroamericanos o Chile, la caída de los precios es una gran noticia.
Chile es quizás uno de los mayores beneficiarios, ya que depende en buena medida de la producción de cobre, que requiere un alto consumo de energía.
Bolivia, que mantiene un programa de subsidios al consumo energético, podrá al menos reducir sus gastos por este concepto.
Y por supuesto están los países de Centroamérica y del Caribe, que son en su mayoría pequeñas economías importadoras de petróleo, y que por lo tanto también se beneficiarán.
De manera que la caída de los precios es una bendición para unos, pero un verdadero dolor de cabeza para algunas de las economías más importantes de la región, indica María Esperanza Sanchez, de BBC Mundo.
Por Sofía Bustamante.
La jornada bursátil de ayer estuvo muy cargada debido a que sobraron malas noticias. El Merval permaneció en terreno negativo durante toda la rueda, abrumado por las caídas de las Bolsas de Estados Unidos, que sufrieron un nuevo desplome del petróleo, y las de Europa, que volvieron a temer por el futuro de Grecia (ver páginas 2 y 3). Así fue como el índice porteño no pudo esquivar la baja y perdió el 6,3%.
"En un contexto tan negativo y con un volumen muy chico, no había forma de que el Merval se levantara", comentó el titular de Elaccionista.com, Jorge Alberti. Si bien un posible acercamiento entre el gobierno y los fondos buitres podría equilibrar la balanza, lo cierto es que los inversores desconfían sobre esta posibilidad, al menos en el corto plazo.
Más allá de la caída de 1,8% del Dow Jones, es el derrumbe del precio del crudo WTI por debajo de los u$s 50 el barril lo que afecta directamente a la Bolsa local, dado que el 50% de las acciones que componen el Merval están ligadas al sector petrolero.
Por eso es que en el podio de los números rojos Petrobras Brasil está ubicado primero: se desbarrancó un 10,8%. Lo escoltaron Tenaris e YPF, que terminaron 7,1% y 7% abajo cada uno.
La nueva composición del índice, que se modifica cada tres meses, dejó a YPF con una ponderación del 21,8%, a Petrobras Brasil con el 16,2% y a Tenaris con el 13,4%, de manera que más del 50% de los papeles, el 51,4%, están atados al comportamiento del crudo, un commodity que viene sufriendo una caída estrepitosa en los últimos meses.
El futuro del petróleo a febrero tocó ayer un mínimo de más de cinco años -mayo de 2009- al negociarse en u$s 49,95 el barril WTI, pero si bien ayer se hundió un 5%, el precio terminó por encima de u$s 50, en u$s 50,04.
Como era de esperar, el clima externo también afectó a los ADRs: Transportadora Gas del Sur y Petrobras se desplomaron 8,4% y 6,3% respectivamente. Salvo Irsa, que terminó casi neutro, un 0,2% arriba, todos los ADRs cerraron en negativo.
"El mercado no venía muy acoplado a lo que pasaba afuera, sí a Brasil y las petroleras. Al principio de la rueda parecía que las acciones iban a aguantar un poco, sin embargo no fue así. En cambio los bonos se mantuvieron en terreno positivo, subieron poco, pero fueron subas al fin", señaló Juan Manuel Palacio, analista de Bull Market.
En la renta fija solo los cupones desentonaron. La mayoría de los bonos cerraron levemente por encima de los precios del viernes pasado. Los más líquidos como el Bonar X y el Boden 2015 avanzaron 0,3% y 0,2%, en ese orden. También fue sobresaliente la suba de 2% del Discount en dólares bajo ley de Nueva York y el salto de 5,1% del Par en pesos. En tanto, el Cupón en dólares con ley estadounidense retrocedió 3,5%.
Las subas de los títulos es valiosa además porque fue acompañada de un volumen contundente, unos $ 1500 millones, el triple de lo operado el viernes pasado y un nivel "aceptable", según los analistas, para enero. Lo mismo se puede decir de las acciones, dado que el monto negociado fue de apenas $ 130 millones, las bajas no se sintieron tanto en el mercado.
En cuanto a la performance de los bonos en Wall Street, no tuvieron igual suerte que la renta fija local. Aun así, las caídas fueron leves: no superaron el 0,9% negativo, resultado que le correspondió al Boden X.
El precio del barril de petróleo cayó ayer en Nueva York, pasando incluso durante la jornada por debajo de los u$s 50, en un mercado preocupado por el exceso de oferta. En total, se desplomó un 5% y cerró a u$s 50,04.
El crudo se resiente por la creciente oferta mundial. "Muchas regiones petroleras, como el continente estadounidense, Rusia o África Occidental experimentan un fuerte aumento de la producción", explicóChristopher Dembik, analista de Saxo Banque. Según sus pronósticos, la oferta mundial de crudo seguirá siendo abundante en el primer semestre de 2015, sobre todo gracias a Irak y Rusia, que compensan ampliamente los problemas de producción de Libia.
La terminal petrolera de Al Sedra, en el este de Libia, fue víctima el 25 de diciembre de un incendio a raíz de los bombardeos de milicianos de la coalición Fajr Libya (Alba de Libia).
El fuego ha sido controlado, pero el país sigue hundido en el caos y su producción se calcula en unos 300.000 barriles diarios, muy por debajo del millón de barriles diarios que esperaban las autoridades.
Las exportaciones iraquíes de petróleo alcanzaron en diciembre su nivel más alto en décadas, según el portavoz del ministro de Petróleo Asem Jihad.
En Rusia, la producción de petróleo también registró un nuevo máximo en diciembre.
"La producción va a seguir aumentando en muchos campos petrolíferos en África Occidental, América Latina, Estados Unidos 'incluido el gas de esquisto' y Canadá ya que muchos proyectos estaban muy avanzados antes del hundimiento de los precios del oro negro", explicó Adam Longson, analista de Morgan Stanley.
"Los mercados seguirán ampliamente excedentarios en 2015 y los precios seguirán bajo presión durante buena parte del año si la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) no reduce rápidamente su producción", subrayaron los analistas de Natixis.
Según Dembik, el mercado tiene por el momento un límite en mente: "La zona baja de los u$s 40 dólares que fue delimitada por la OPEP hace unas semanas".
Algunos bancos han publicado sus proyecciones para 2015, recordó Anthony Cheung, analista de Ransquawk."Deutsche Bank ha dicho hoy que los precios del petróleo podrían situarse en torno de los 50 dólares durante los dos próximos años y Citi dijo que el Brent estará en torno a los u$s 63 de media en 2015", explicó.
No tardó mucho Wall Street para que se llevara su primer batacazo del año, el peor en tres meses, rompiendo en su segunda sesión de 2015 la buena racha que arrastraba desde hace días, contagiada por el ambiente navideño. El Dow Jones cayó un 1,86% (llegó a bajar el 2%) y pudo ser mayor el descenso si no fuera porque en la última hora hubo un ligero repunte, insuficiente para revertir la tendencia que venía registrando desde la apertura. Lo mismo le pasó a los dos otros indicadores importantes, el S&P 500 y el NASDAQ, que retrocedieron en cantidades parecidas, más del 1,5%, dejando un carga en el mercado que será difícil de levantar pronto (el Dow cayó a 17.501,65, el NASDAQ bajó a 4.652,57 y el S&P 500 a 2.020,58 unidades).
Se mezcló de todo, pero los comentaristas le echaron la culpa al desplome que sufrieron ayer los precios internacionales del petróleo (ver nota aparte). Pero hubo otras razones, desde los temores a que Grecia salga de la eurozona por la crisis política que atraviesa y que contagiaron también a los mercados europeos, y razones técnicas vinculadas con las correcciones que suelen haber siempre a comienzos del año.
El Dow había tenido su último récord hace poco, el 26 de diciembre, y el S&P 500 el 29 de diciembre. Las alzas eran recientes, por lo que también hubo la lógica toma de beneficios. "Estábamos tras recientes récords, así que un retroceso después de un desempeño muy fuerte en diciembre es algo que no es ordinario y no debería atemorizar a la gente", comentó a la cadena CNBC el inversor Matthew Kaufler.
Ayer perdieron casi todos. Ganó el dólar, o, mejor dicho, perdió el euro, debilitado y lleno de malos presagios, que estaba cambiándose por debajo de la barrera psicológica de u$s 1,20, en niveles que no se veían en nueve años. El mercado de deuda se benefició ante la búsqueda de seguridad: la tasa a 10 años cayó al 2,035% contra un 2,123% el viernes y la de 30 años al 2,604% contra un 2,697% el cierre anterior.
En relación con el impacto del precio del petróleo "podemos ver la caída como un elemento positivo para la economía a largo plazo, pero estamos en movimientos muy rápidos", de gran amplitud, y "tal aceleración de la caída del crudo es un signo que genera ansiedad a los mercados", explicó Gregori Volokhine, de Meeschaert New York. Ante "tales caídas del petróleo tienden al final a hacer caer el mercado, incluso si no hay correlación directa entre estos dos mercados" e incluso si un petróleo menos caro puede ayudar a sostener el consumo, dijo Art Hogan, de Wunderlich Securities.
Por Christopher Johnson.
El precio del petróleo de Texas (WTI) cerró este lunes con una caída del 5% y terminó con u$s50,04 el barril, en una desplome que durante la sesión llevó al precio por debajo de la barrera psicológica de los 50 dólares.
Al término de la sesión en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos futuros del WTI para entrega en febrero próximo, el mes de referencia, bajaron 2,65 dólares respecto al cierre del viernes.
El WTI llegó a tocar un mínimo de u$s49,95 el barril, moviéndose en unos niveles que no se veían desde hace más de cinco años.
La caída en el WTI, de referencia en Estados Unidos, es parecida a la del Brent, de referencia en Europa y en los mercados globales, que se desplomó un 5,9% y terminó con un precio de u$s53,11 el barril en el mercado de futuros de Londres.
Al explicar el movimiento brusco del precio, los analistas lo atribuyeron a informes sobre unincremento de la producción de crudo en Rusia e Irak, lo que se suma al sentimiento que existe desde hace meses sobre un exceso de oferta en el mercado.
Los precios internacionales del petróleo comenzaron a caer de una forma pronunciada a fines de septiembre pasado y el desplome se agudizó después de una reunión que celebró el pasado 27 de noviembre la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
En esa reunión, la OPEP decidió mantener su producción en los actuales niveles, unos 30 millones de barriles diarios, a pesar de que algunos miembros, como Venezuela, estaban pidiendo una reducción para equilibrar los precios internacionales del crudo.
El barril del crudo de Texas se mantenía por encima de los 50 dólares desde el cierre del 29 de abril de 2009, cuando llegó a los 50,97 dólares.
El WTI terminó el año pasado con un precio de u$s53,27, con una pérdida anual del 45,9% y con una reducción del 50% desde el máximo anual, anotado el 20 de junio, cuando llegó a los 107,26 dólares.
Se acelera la caída
El desplome fue atribuido por los analistas a nuevos datos sobre un incremento de la producción de petróleo en Rusia. Es que la producción de crudo de ese país anotó un máximo postsoviético el año pasado al promediar 10,58 millones de barriles por día (bpd), un incremento del 0,7 por ciento gracias a pequeños productores no estatales, según datos aportados este lunes por el Ministerio de Energía en Moscú.
También Irak ha puesto su grano de arena en la caída de los precios. Sus exportaciones alcanzaron en diciembre su máximo nivel desde 1980, dijo un vocero del Ministerio del Petróleo, con ventas récord desde las terminales del sur del país.
Ha sido en este contexto de sobreoferta que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidió no reducir su producción y optó por permitir que el mercado halle su propio nivel de precios.
La caída del precio del petróleo que ha dominado los titulares en las últimas semanas se ha enmarcado casi exclusivamente en términos de economía del mercado del petróleo, con la mayoría de los medios de comunicación culpando a Arabia Saudita, a través de su caballo de Troya de la OPEP, por conducir el precio del petróleo, lo que causa importantes pérdidas económicas a los principales exportadores de petróleo del mundo, sobre todo Rusia. Si bien la explicación del mercado es parcialmente cierta, es simplista y no tiene en cuenta los puntos claves de presión geopolítica en Oriente Medio según Oilprice.com.
En su análisis explica las razones detrás de la caída del precio del petróleo, y argumenta, aunque no pueda probarlo con documentos, que el objetivo es el control del petróleo y el gas en Oriente Medio y el debilitamiento de Rusia, Irán y Siria con petróleo barato.
El arma del petróleo controlado por Arabia Saudí y su enfrentamiento con Rusia
No tenemos que irnos muy lejos en la historia para ver que Arabia Saudí, el mayor productor y exportador de petróleo del mundo, con el precio del petróleo logra sus objetivos de política exterior. En 1973, el presidente egipcio Anwar Sadat convenció al rey saudí Faisal de reducir la producción y aumentar los precios, y luego ir tan lejos como embargar las exportaciones de petróleo, todo con el objetivo de castigar a los Estados Unidos por apoyar a Israel contra los países árabes. Funcionó y la “crisis del petróleo” cuadruplicó los precios. Sucedió de nuevo en 1986, cuando liderada por Arabia Saudita, la OPEP permitió que los precios cayeran en picado, y luego en 1990, cuando los saudíes hundieron los precios como una forma de sacar a Rusia del mercado, que fue visto como una amenaza por Arabia Saudí. En 1998, tuvieron éxito. Cuando el precio del petróleo se redujo a la mitad, de 25 dólares el barril a 12 dólares, Rusia dejó de pagar su deuda.
Arabia Saudí y su guerra contra el shale gas americano
Los saudíes y otros miembros de la OPEP han utilizado el precio del petróleo para el efecto inverso, es decir, la supresión de la producción para mantener los precios artificialmente altos. En el 2008, el petróleo alcanzó un máximo de 147 dólares el barril. En cuanto a la actual caída de los precios, los saudíes y la OPEP tienen un interés personal en sacar del mercado los competidores de mayor coste, como en los Estados Unidos con los productores de gas de esquisto (shale gas), que seguramente se verán perjudicados por los bajos precios del petróleo. Incluso antes de la caída de los precios, los saudíes estaban vendiendo su petróleo a China con un descuento. La negativa de la OPEP el 27 de noviembre 2014 para reducir la producción, parecía indicar que la caída del precio del petróleo es una guerra de precios del petróleo entre Arabia Saudita y los Estados Unidos. Sin embargo, el razonamiento es complejo, y puede ir más allá de simplemente tomar la bajada de precios para ganar una cuota de mercado de nuevo que se había perdido. “¿Cuál es la razón para que Estados Unidos y algunos aliados de Estados Unidos quieran bajar el precio del petróleo?”, preguntó el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, retóricamente en octubre. “Para perjudicar a Rusia.” Muchos creen que la caída del precio del petróleo es el resultado de la colisión deliberada y planificada por parte de los Estados Unidos y Arabia Saudita para castigar a Rusia e Irán por apoyar al régimen de Assad en Siria.
Castigar a régimen sirio de Assad e Irán con precios del petróleo bajos
Los defensores de esta teoría apuntan a una reunión del 11 de septiembre 2014 entre el secretario de Estado estadounidense, John Kerry y el rey saudí Abdullah en su palacio, en el Mar Rojo. Según un artículo publicado en el Wall Street Journal, fue durante esa reunión que se forjó un acuerdo entre Kerry y Abdullah. En ella, los sauditas apoyarían ataques aéreos sirios contra el Estado Islámico (ISIS), a cambio de que Washington respaldara a los saudíes en el derrocamiento de Assad. Si, de hecho, se llegó a un acuerdo, que tendría sentido, teniendo en cuenta la rivalidad latente desde hacía tiempo entre Arabia Saudita y su principal rival en la región: Irán. Al oponerse a Siria, Abdullah agarra la oportunidad de dar un golpe contra Irán, que él ve como un poderoso rival regional debido a sus ambiciones nucleares, su apoyo a los grupos militantes de Hamas y Hezbollah, y su alianza con Siria, la cual provee armas y financiación. Las dos naciones también se dividen por la religión, con la mayoría de los saudíes que son sunitas, y la mayoría de los iraníes que se consideran chiitas.
“El conflicto es ahora una guerra de poder entre Irán y Arabia Saudita, que se está jugando en toda la región. Ambas partes reconocen cada vez más su rivalidad, si el partido chií Hezbollah gana poder en el Líbano significa que los suníes están perdiendo poder y por tanto, Arabia Saudí contra Irán. Si un gobierno liderado por los chiítas consolida su control de Irak, Irán habrá ganado otra ronda”, explica Reuters.
Los saudíes saben que los iraníes son vulnerables al precio del petróleo. Los expertos dicen que el país necesita un precio de 140 dólares el barril de petróleo para equilibrar su presupuesto; los saudíes consiguen presionar al líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, y contener sus ambiciones nucleares haciendo que el país sea más flexible hacia Occidente, que tiene el poder de reducir o levantar las sanciones si Irán coopera. Dándole crédito a esta teoría, el presidente iraní, Hassan Rouhani, dijo en una reunión de gabinete a principios de este mes que la caída del precio del petróleo era “motivada políticamente” y que había una “conspiración contra los intereses de la región, el pueblo musulmán y el mundo musulmán.”
Conspiración Pipeline y el gas para Europa desde Irán pasando por Siria
Algunos comentaristas han propuesto teorías conspirativas enfocadas en que los saudíes se quieren deshacer de Assad en Siria. Apuntan a un acuerdo de 2011 entre Siria, Irán e Irak que prevé un oleoducto que va desde el puerto iraní de Assalouyeh a Damasco a través de Irak. El proyecto de 10.000 millones de dólares tardaría tres años en completarse y se alimentaría de gas desde el campo de gas South Pars, que Irán comparte con Qatar. Las autoridades iraníes han dicho que planean extender el gasoducto hacia el Mediterráneo para suministrar gas a Europa, en competencia con Qatar, el mayor exportador mundial de GNL. “El gasoducto Irán-Irak-Siria, si alguna vez es construido, ayudaría a consolidar un eje predominantemente chiíta a través de un cordón umbilical económico”, según Asia Times. Global Research, un centro de estudios con sede en Canadá, va más allá al sugerir que la negativa de Assad en 2009 para permitir a Qatar construir un gasoducto desde su campo del Norte a través de Siria y luego a Turquía y la Unión Europea, junto con el acuerdo sobre el gasoducto en 2011, “encendió la escala completa de asalto de Arabia Saudí y Qatar contra el poder de Assad”.
“Hoy en día las guerras apoyadas por Estados Unidos en Ucrania y en Siria no son sino dos frentes en la misma guerra estratégica para paralizar a Rusia y China, y frenar cualquier polo opuesto de Eurasia que se oponga a un Nuevo Orden Mundial controlado por Estados Unidos. En cada uno, el control de oleoductos, esta vez principalmente de gas natural de las tuberías de Rusia a la Unión Europea a través de Ucrania, y de Irán y Siria a la Unión Europea a través de Siria, es el objetivo estratégico”, según Global Research.
Empujando el oso ruso con precio del petróleo bajos
¿Cuál es el papel de Rusia en la caída del precio del petróleo? Como un aliado clave de Siria, el suministro de Assad con miles de millones en armamento, por parte del presidente Vladimir Putin, junto con Irán, que se encuentra a sí mismo como blanco de la familia real Saudí. Las ambiciones defensivas territoriales de Putin en Ucrania también le han puesto en desacuerdo con el presidente estadounidense Barack Obama y los líderes de la Unión Europea, que en mayo de este año impusieron una serie de sanciones a Rusia. Como se ha señalado, la manipulación de Arabia Saudita del precio del petróleo ha ido dirigida en dos ocasiones contra Rusia. Esta vez, los efectos de un bajo precio han afectado de nuevo a Moscú, debido a las sanciones ya existentes combinadas con la baja del rublo. Mientras tanto, Putin aprovechó la oportunidad en su discurso televisado anual de anunciar que, si bien la economía es probable que sufra por los próximos dos años y que los rusos deben prepararse para una recesión, “nuestra economía será diversificada y los precios del petróleo volverán a subir”. Puede que tenga razón, pero ¿cuál será el efecto en Rusia de un período sostenido de precios bajos del petróleo? Eric Reguly señala que con las reservas de divisas de alrededor de 400.000 millones de dólares, el Estado ruso “no corre peligro de colapso”, incluso en el caso de una profunda recesión. Reguly predice que la mayor amenaza es el sector privado de Rusia, que tiene una deuda pendiente de unos 700.000 millones de dólares. “Sólo este mes, 30.000 millones de dólares de esa cantidad deben ser pagados, con otros que vencen el próximo año por 100.000 millones de dólares. El problema se agrava por las sanciones económicas, que han hecho que sea casi imposible que las empresas rusas se financien en los mercados occidentales”.
¿Funcionará la política de Rusia con el petróleo bajo?
Si uno es un teórico de la conspiración o un teórico del mercado, en la explicación de la caída del precio del petróleo, realmente importa poco, pues el efecto es sin duda más importante que la causa. Putin ya ha demostrado ser un jugador principal en el juego de ajedrez de la política de energía, pero a menos de 60 dólares el barril de petróleo lo tendrá difícil. La decisión de Moscú el 1 de diciembre 2014 de abandonar el proyecto del gasoducto de gas natural de 45.000 millones de South Stream, en favor de un nuevo acuerdo sobre el gasoducto con Turquía, muestra la disposición de Putin para eludir a los socios europeos para continuar las entregas de gas natural a los países europeos que dependen en gran medida de Rusia para sus necesidades energéticas. El acuerdo también pone a Turquía de lleno en el campo de la energía rusa, en un momento en que Rusia ha sido aislado por Occidente.
Por supuesto, el coqueteo de Rusia con China es una parte clave de Putin para avivar la demanda de gas ruso aún cuando los saudíes y la OPEP, quizás con los Estados Unidos, le pongan estas trabas. Conclusión, frenan el bombeo para mantener bajos los precios del petróleo. La producción de petróleo de Rusia permanecerá sin cambios en 2015. “Rusia no va a ceder su cuota en el mercado, especialmente en Asia, donde Putin reafirmó que el pivote es real. Arabia Saudí y los Estados Unidos tendrán que mantener el bombeo ya que Putin planea mantenerse en este juego de política arriesgada”.
Las bolsas europeas se desplomaron ayer ante renovadas preocupaciones por el futuro de Grecia en la zona euro, a lo que se sumó una fuerte caída en los precios del petróleo que castigó particularmente al sector financiero ligado a las materias primas.
Esta vez fue la revista alemana Der Spiegel la encargada de esparcir el miedo entre los mercados con un artículo que publicó el sábado, el cual sostiene que en caso de darse una victoria del partido de izquierda radical de Syriza en las elecciones legislativas del 25 de enero en Grecia, el gobierno alemán podría considerar "prácticamente inevitable" la salida de éste país del euro, si el nuevo candidato abandona la política de austeridad.
Así, las plazas europeas reflejaron ayer esta preocupación y lideradas por la bolsa de Atenas registraron sus mayores caídas diarias en tres años. La plaza de Atenas se desplomó 5,63%, seguida por la bolsa de Milán, que cayó 4,92% y la de París, que se hundió 3,31%. En tanto, la plaza de Madrid perdió 3,45%, Fráncfort bajó 2,99% y Londres, 2%.
"El surgimiento del partido Syriza, contrario a las medidas de austeridad, provoca escalofríos en los inversores. Una victoria del partido de izquierda no significa automáticamente la salida griega [de la zona euro], pero los operadores seguramente lo verán así", dijo a la agencia Reuters un analista de IG Alastair McCaig.
Asimismo, con la caída del crudo en un 5% a u$s 50,04 el barril, las acciones de los sectores energético y minero fueron las más golpeadas. El índice europeo de petróleo y gas cayó 4,9% mientras que el de insumos básicos lo hizo en 3,6%, después de que el exceso de suministro llevó los precios del crudo a mínimos de cinco años y medio.
Junto a la pérdida de valor del petróleo, las perspectivas de una "Grexit" (salida de la zona euro) también promete aportar mayores complicaciones a la región, ya que la idea de abandonar el euro es parte de la campaña electoral del primer ministro griego y jefe de la derecha, Antonis Samaras.
"La permanencia del país en la zona euro está en juego en las elecciones", recordó la semana pasada Samaras, un día después del fracaso del parlamento para elegir un nuevo presidente, que provocó la disolución de la cámara y la convocatoria a elecciones anticipadas.
En un intento de calmar los ánimos, la Comisión Europea aseguró ayer que la pertenencia de un país a la zona euro es irrevocable. "No vamos a entrar en especulaciones y supuestos casos que pueden ser interpretados en un contexto que no se plantea actualmente", dijo en Bruselas uno de los portavoces de la organización, Margaritis Schinas.
El partido Syriza tomó esta declaración como positiva y recordó que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, dijo que no habrá escisición de la zona euro. "Es el peligroso e irresponsable gobierno de Samaras el que mantiene [el escenario] del famoso Grexit", sostuvo Syriza. Su líder, Alexis Tsipras, consideró que este peligro lo enarbola una "pequeña minoría", entre ellos, la cabeza conservadora del gobierno alemán y la prensa populista.