Sí, ellos también se equivocan. Se trata de premios Nobel, economistas y reconocidos inversionistas que, pese a sus conocimientos, no pudieron evitar el error y apostaron por negocios que no tuvieron un buen final.
The Wall Street Journal recopiló los mejores casos, entre ellos está Jim Cramer, conductor del programa Mad Money en CNBC. La peor inversión que hizo en su vida, todavía, la recuerda. "Memorex Telex es de lejos la peor inversión que he hecho en mi vida", asegura. "Esta empresa de almacenamiento informático tenía un negocio estupendo pero demasiada deuda", explica Cramer. El analista aclaró que Memorex Telex no sólo fue una de las empresas más rápidas en pasar por la quiebra, sino que también se convirtió en una de las firmas que volvió más rápido del proceso.
Laurence Siegel, director del CFA Institute Research Foundation, se acordó de un accidente de autos en 1979, donde le hizo juicio al otro conductor y consiguió un pago de US$ 5000 tres años después. Con el dinero no invirtió bien, sino que puso todo el dinero en un fondo indexado al S&P 500 de Vanguard. Hoy ese dinero vale alrededor de US$ 100.000. Siegel ganó porque, según explicó, supo comprar barato.
Por su parte, el premio Nobel de economía Eugene Fama (lo ganó en 2013) contó que su peor apuesta fue en una empresa de exploración petrolera que no cotizaba en Bolsa, por la cual perdió unos US$ 15.000. "La revolución de esquisto podría haberla salvado, pero la compañía ya había cerrado para entonces", explicó el profesor de finanzas de la Universidad de Chicago.
Mientras tanto, el autor del bestseller "Un paseo aleatorio por Wall Street", Burton Malkiel, conoció el éxito y el fracaso por igual. "Algunas han tenido muy buenos resultados y otras no tanto. La mejor inversión que he realizado es un fondo indexado a todo el mercado bursátil", describió.