El cobre, metal vital para Chile, finalizó la primera sesión de 2015 con una baja en su cotización en la Bolsa de Metales de Londres (LME). El metal rojo anotó una caída de 0,79% en la plaza londinense, al transarse en US$ 2,86172 la libra contado 'grado A'.
Este nivel se compara con los US$ 2,88439 del miércoles y los US$ 2,87124 del martes. Producto de lo anterior, el promedio mensual y anual se ubicó en US$ 2,86172 por libra.
Por su parte, la cotización futuro-3 meses finalizó en US$ 2,83359 la libra, con una variación de -0,68% con respecto al miércoles 31 (US$ 2,85287).
En la LME, los stocks aumentaron en 4.775 toneladas métricas (tm), a 177.025 (tm). Con esto, en el año acumularon una caída de 189.400 tm (-51,69%).
Chile es el principal productor y exportador de cobre del mundo.
El precio promedio del metal rojo de 2014 se situó en US$ 3,11255 la libra, un 6,28% menos que el de 2013 (US$ 3,32121 la libra).
En el año, el valor mínimo se registró el 17 de diciembre, cuando el cobre se cotizó en US$ 2,86035 la libra, mientras que el nivel más alto fue US$ 3,37450 la libra, registrado el 2 de enero. Respecto del 31 de diciembre de 2013, el cobre anotó una baja de 14%.
¿Cuál es el balance que hace de la economía mundial en 2014?
De mucha diversidad y ruido al interior del año, pero el producto final no muy distinto de lo esperado. Estados Unidos partió más débil de lo que esperábamos, pero se recuperó muy bien hacia el final. Europa continúa estancada y abrumada por un modelo e instituciones que no generan crecimiento. Japón vuelve a repetir los errores de un par de décadas atrás al apretar la política fiscal antes de que la recuperación se consolidara. China se desacelera, pero en forma moderada, e India nos da esperanzas de un nuevo motor. Latinoamérica se ve mal, con una tendencia a volver a modelos obsoletos que tanto daño hicieron en el pasado. Colombia es un rayo de esperanza, pero ahora el precio del petróleo les golpea. Lo mismo para México, aunque lo bueno que pueden haber hecho por el lado de reformas ha quedado opacado por la violencia y corrupción.
¿Hubo sorpresas?
Un año es un tiempo muy largo en el reloj económico, siempre hay muchas sorpresas, pero la más importante fue la fuerte caída del precio del petróleo en los últimos meses. Estamos recién empezando a ver las muchas ramificaciones que esto tendrá, desde geopolíticas a tecnológicas, y pasando por temas más mundanos de la macroeconomía global.
¿Cuáles son sus perspectivas para 2015 y los principales factores de riesgo?
Una continuación de lo que vimos en el último trimestre, con Estados Unidos más fuerte que el resto, Europa atascado pero con un BCE más activo, y Japón tratando de recuperar el impulso que ellos mismos sabotearon. Europa se mantiene como uno de los grandes riesgos de cola, y siempre tenemos la incertidumbre de China y su sistema financiero.
Además de estos riesgos ya crónicos, creo que los mercados financieros tendrán mayor volatilidad, no sólo por la posible transición de política monetaria de Estados Unidos, que muchos esperan, sino que por el impacto de la baja del precio del petróleo y por la asimetría de crecimiento dentro de las economías desarrolladas.
¿Por qué estos factores causarán volatilidad financiera?
Por dos razones. La primera es de confusión analítica. Gran parte de los inversores y analistas de los mercados desarrollados no tienen mucha experiencia ni con shocks de oferta agregada, ni con análisis de economía abierta con ciclos desincronizados. Ellos tienden a interpretar correlaciones instintivamente basados en su experiencia con los shocks típicos, que son de demanda agregada, y esperan que la respuesta de la autoridad monetaria se base solamente en factores locales. La confusión nunca ayuda a los mercados financieros, ya que naturalmente sube la aversión al riesgo.
La segunda es de confusión real. El impacto de una caída tan rápida del precio del petróleo tendrá muchos efectos positivos sobre la mayoría de las economías e industrias, pero también hay grandes perdedores. No podemos descartar el total colapso de una economía productora de petróleo y de un aumento fuerte de las bancarrotas dentro de la industria de energía. Tanto los mercados de deuda soberana como los corporativos pueden tener fuertes remezones, y éstos siempre vienen con algún grado de contagio.
¿A qué país se refiere cuando señala que “no podemos descartar el total colapso de una economía productora de petróleo”?
Venezuela es el candidato más natural. Rusia el más peligroso desde un punto de vista sistémico, aunque bastante menos probable.
¿Por qué Europa es un riesgo crónico?
Porque países muy importantes dentro de la región carecen de un modelo viable de crecimiento en un mundo tan flexible como el de hoy. Países como Italia y Francia están en problemas y no se ve una solución de corto plazo. Por un lado tienen que implementar reformas que son muy difíciles de aprobar sin una crisis más aguda, y por otro, sin estas reformas sólo prolongan la agonía y crean un campo fértil para que un vendedor de pomadas mágicas sea elegido y sumerja a la región en una nueva crisis financiera. Los eventos de Grecia en estos días son preocupantes; bien pueden iniciar un nuevo ciclo de volatilidad.
¿Y China?
Acá hay dos temas. Uno es la desaceleración estructural desde tasas de crecimiento muy altas, especialmente para una economía tan grande como la china, y otro es la posibilidad de una mini-crisis financiera que pueda llevar a una caída más abrupta del producto. La primera está en gran medida internalizada por los mercados. La segunda no; ojalá no sea como el cuento del lobo…
¿Qué probabilidad le da a ese escenario peor con una mini-crisis financiera? ¿A cuánto se iría el crecimiento?
Es muy difícil asignar probabilidades a eventos como éstos. Es una posibilidad latente. Tienen un problema típico de préstamos frágiles de un sistema que ha tenido una gran expansión de crédito, pero también tienen los recursos públicos como para apoyar a su sistema financiero si es necesario, y todo el mundo entiende esto; luego, no se desencadena una crisis. Pero siempre puede haber un período complejo desde que desencadena una crisis hasta que llegan los recursos públicos, por eso la llamo una mini-crisis.
Sin un episodio de este tipo lo más probable es que China siga creciendo alrededor de 7%. No hay que olvidar que ellos son uno de los principales beneficiados con la caída del precio del petróleo. Sólo por este concepto pueden agarrar medio punto más de crecimiento que el esperado antes de la baja del crudo. Con un episodio de mini-crisis es difícil saber, pero es razonable pensar en al menos 2% menos de crecimiento.
¿Qué diferencia hace para el cobre esos dos escenarios en China? ¿Debemos acostumbrarnos a un precio bajo US$3 o puede ser peor aún, bajo US$2,5?
Obviamente estos dos escenarios tienen implicaciones muy distintas para el precio de los commodities, y luego para Chile. Creo que $2,5 está dentro de los escenarios posibles, incluso sin una desaceleración fuerte de China. Con una desaceleración, está prácticamente garantizado.
¿Qué rol puede jugar India en ese sentido, puede ser un sustento para la demanda de commodities y en particular para el cobre?
India es una historia con mucho potencial de mediano plazo, pero no es un sustituto para el crecimiento chino en el corto plazo. No tiene ni el tamaño, ni la estructura productiva para serlo.
¿Eran los precios del petróleo, del cobre y otros commodities “la burbuja” de estos últimos años? ¿Visualiza alguna más en gestación?
No me parece que haya sido una burbuja. Había factores reales de oferta y demanda que lo justificaban. Y la caída reciente de estos precios también corresponde a este tipo de factores, en particular en el caso del petróleo, donde los factores de oferta han sido particularmente dominantes con la expansión del shale oil en Estados Unidos y la negativa de Arabia Saudita de recortar su producción.
Los precios del cobre registraron mínimos semanales este lunes pues el fortalecimiento del dólar lastraba el interés de los inversores por la materia prima.
En lo relativo a la división Comex del New York Mercantile Exchange, el cobre para entrega en marzo se negoció a 2,799 USD por libra durante la mañana de la jornada de negociación en Europa, con un retroceso del 0,66% o 1,9 centavos tras registrar mínimos en 2,797 USD, su cota más baja desde el 29 de diciembre.
Era posible que los futuros encontraran un soporte en 2,756 USD por libra, su mínimo del 29 de diciembre, y una resistencia en 2,841 USD por libra, su máximo del 2 de enero.
El índice dólar, que sigue la evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis divisas principales, avanzó un 0,3% hasta situarse en el nivel de 91,75, máximos de nueve años, impulsado por las diferencias entre las posturas de política monetaria de la Reserva Federal y los bancos centrales de Europa y Japón.
El fortalecimiento del dólar se traduce en una caída de la demanda de materias primas como inversión alternativa y encarece aquéllas denominadas en dólares de cara a titulares de otras divisas.
El metal rojo se desplomó aproximadamente un 18% en 2014 pues las preocupaciones suscitadas en torno a las previsiones económicas a escala mundial y el impacto sobre las previsiones de futura demanda de cobre lastraban el interés de los inversores por la materia prima.
En otros ámbitos del Comex, el oro para entrega en febrero avanzó un 0,53% o 6,30 USD hasta 1.192,50 USD por onza troy, mientras que la plata para entrega en marzo se disparó un 1,43% o 22,5 centavos para negociarse a 15,99 USD por onza troy.
De cara a la semana que comienza, los inversores estarán pendientes del informe del viernes sobre empleo no agrícola de Estados Unidos, para conocer más indicios acerca del ritmo de recuperación del mercado laboral. Las actas de la reunión de la Reserva Federal del miércoles también han levantado una gran expectación.
El oro perdió cerca de un 2% en 2014 ante las expectativas de que el avance de la recuperación económica de Estados Unidos obligará a la Fed a comenzar a subir los tipos de interés antes y más rápido de lo previsto.
Las expectativas de que se adelante la subida de los costes de financiación indican una tendencia bajista del oro, pues el metal precioso lo tiene difícil a la hora de competir con otros activos rentables cuando suben los tipos de interés.
Mientras, los precios del petróleo siguieron desplomándose este lunes y registraron mínimos de más de cinco años pues los inversores se aferraban a sus posiciones cortas esperando una bajada de los precios ante la constante preocupación en torno a la creciente superabundancia de reservas.
Los precios del Brent que se negocian en Londres retrocedieron un 1,6% o 91 centavos para negociarse a 55,52 USD por barril mientras que el petróleo del Nymex se dejó un 1,59% u 84 centavos hasta situarse en 51,85 USD, su cota más baja desde mayo de 2009.