El gobierno de Alberto Weretilneck logró el aval legislativo para las prórrogas de cuatro concesiones hidrocarburíferas, con los votos de su bloque del FpV y las adhesiones de ocho diputados aliados: seis radicales más las bancadas unipersonales del PPR y de Unidos por Río Negro.
La votación arrojó 24 votos a favor y 6 en contra. Los otros 15 legisladores opositores -pichettistas (Eva Perón), kirchneristas (Néstor Kirchner) y Ana Piccinini- se retiraron al cuestionar la falta de legitimidad del proceso.
El oficialismo consiguió una ajustada mayoría pero suficiente para su pretendida renovación por otros 10 años de las concesiones a YPF, Petrobras, Entre Lomas y Tecpetrol, que prometen una inversión superior a los 2.925 millones de dólares y, además, un inmediato desembolso para Río Negro de más de 162 millones de dólares, es decir unos 1.381 millones de pesos.
La discusión parlamentaria fue técnicamente confusa, más allá sus ingredientes políticos.
El oficialismo aceptó desglosar el proyecto elevado por el Ejecutivo y conformar dos iniciativas: una de adhesión a la nueva Ley Nacional de Hidrocarburos y la otra con las reformas a la ley provincial de renegociación (N° 4818), incluyendo los cuatro acuerdos petroleros.
Esta separación originó una primera censura de Piccinini, del Eva Perón y del Néstor Kirchner. Se argumentó que la provincia no debía adherir a la ley nacional y, en cambio, se cuestionó la integración de los cambios de la ley 4818 y los avales a los contratos petroleros. El argumento: se incumplió el marco de prórroga, pues se firmaron acuerdos basados en un texto reformado que recién ayer se pretendían formalizar.
El radicalismo -sin reparos- acompañó ese desglose, aunque luego se opuso a la adhesión de Río Negro a la ley de Hidrocarburos de Nación. Lo mismo ocurrió con Jorge Ocampos, de la CC-ARI, que concentró su resistencia en la cuestión ambiental.
Antes de votar, Martín Doñate fundamentó el retiro del recinto del FpV no oficial. Reiteró que no era necesaria ninguna adhesión a la ley y explicó que no participarían por la "irregularidad" del proceso propuesto.
El abandono de los 15 legisladores dejo vacío medio recinto. El quórum quedó garantizado por la permanencia de los oficialistas (incluyendo el arriaguista Matías Gómez), los 11 radicales (con sus diferencias, pues después votarían divididos), y los unipersonales de Ocampos, Ledo y Lueiro.
Inicialmente, Piccinini insistió en que el gobernador Weretilneck había "violado la Ley 4818 al firmar acuerdos" que no la respetaban y destacando que las reformas recién llegaban a la Legislatura. También insistió en los reparos públicos de "22 intendentes" al plan de renegociación. Silvia Horne insistió en que "la ley nacional tiene jerarquía de cumplimiento obligatorio".
El oficialista Barragán habló de "la transparencia" del mecanismo, resaltó la realización de la Audiencia Pública y justificó que se debe avanzar en buscar el autoabastecimiento. "El petróleo se lleva en la sangre", arengó frente a los cuestionamientos ambientalistas.
El albertista Facundo López fue el más contestatario y por eso recibió los mayores reproches. Calificó el rechazo de "capricho político" porque "hay temor que ingrese dinero para hacer obras". Luego, el kirchnerista César Miguel lo definió como "saltimbanqui, muy parecido al gobernador". Para cerrar, el pichettista Alejandro Marinao advirtió que la Legislatura corre el riesgo de transformarse en una escribanía y ser cómplice de un hecho irregular".
El radicalismo votó distinto. Bautista Mendioroz, Leonardo Ballester, Cristina Uría, Daniela Agostino y Francisco González rechazaron toda la propuesta oficial. Los dos primeros rechazaron que los cambios en la ley 4818 introducían la explotación de yacimientos no convencionales. Los seis restantes -Darío Berardi, Adrián Casadei, Alfredo Pega, Marta Milesi, Héctor Funes y Alejandro Betelú- acompañaron los acuerdos petroleros, a pesar que inicialmente no apoyaron a las reformas de la ley 4818. (AV)
La inversión ofrecida por las cuatro petroleras por los 10 años llega a 2.925,61 millones de dólares y sus aportes alcanzan a 162,64 millones de dólares, considerando 135,53 millones por "bonos fijos" y 27,11 millones por "Aporte Social".
Estos desembolsos deben formalizarse en la segunda semana de enero y representarán una disponibilidad de 1.382 millones de pesos para Río Negro.
Los puntos principales de esos acuerdos son los siguientes:
• Petrolera Entre Lomas: La inversión por 10 años llega a u$s 386.210.000 en explotación y exploración. Su bono fijo será de u$s 34.530.000 y un aporte al Desarrollo Social de u$s 6.910.000. Pelsa es la tercera productora de petróleo en la provincia, con el 17,09% del total y la tercera en gas, con el 16,44%. Explota la concesión del área Entre Lomas, que vence en enero de 2016.
• Tecpetrol SA: Su propuesta de inversión ascendió a u$s 231.000.000, con un "bono" de u$s 15.000.000 y un Aporte Social de u$s 3.000.000. Esta petrolera es la sexta productora, con el 4,1% y la segunda en gas, con el 22,48%. Tiene la concesión del área Agua Salada, que vence en septiembre de 2015.
• Petrobras Argentina: Propone u$s 469.400.000 en explotación y exploración, con un bono de lcanza los u$s 40.000.000; y un desembolso Social de u$s 8.000.000. Es la segunda productora de petróleo, con el 22,49% y la cuarta en gas, con el 8,33%. Tiene tres concesiones: 25 de Mayo/Medanito, Jagüel de los Machos y Río Neuquén. En esta última área, se acordó que la empresa estatal Edhipsa participe con el 5% de esa concesión.
• Petroleras YPF e Ysur: La inversión llega a u$s 1.839.000.000. Su bono asciende a u$s 46.000.000 y el Aporte Social es de u$s 9.200.000. YPF SA es la principal productora de petróleo, con el 26,64% de la producción y la quinta en gas, con el 5,51%. Tiene cinco concesiones: Señal Picada/Punta Barda, Barranca de los Loros, El Medanito, Bajo del Piche y Los Caldenes. Además, esta petrolera estatal -con el nombre de Ysur- adquirió y renegoció las dos concesiones que tenía Apache: Estación Fernández Oro y El Santiagueño, con el 38 % de la producción total de gas. (AV)
Dos grupos antagónicos coparon las bandejas y, oportunamente, interactuaron en la discusión parlamentaria.
Las mayores intervenciones partieron de manifestantes ambientalistas, que fieles defensores de sus convicciones siguieron ese debate de casi ocho horas. Llegaron a interrumpir a los legisladores, incluso algunos contestaron sus cuestionamientos.
"No saben nada de fracking", gritó una mujer mientras advertía que ningún legislador había concurrido a una reunión ambientalista para informarse. En varias ocasiones apareció el coro afirmando que "el agua no se vende", para censurar las opiniones favorables a los contratos petroleros.
En contrapartida, una delegación de vecinos de Catriel reaccionó contra los legisladores que expresaban críticas a los acuerdos con las petroleras. También estuvo el secretario de Energía, Marcelo Etchegoyen y el intendente de Catriel, Carlos Johnston.