El 2014 será recordado en América Latina como el año de la implementación de las reformas y medidas económicas –impulsadas por sus gobiernos– para contrarrestar la desaceleración de la actividad productiva, causada en general por una menor demanda externa, caída de los precios de las materias primas, y un bajo ritmo de crecimiento de China.
Los mandatarios han tenido que tomar valor y ejecutar reformas, a veces poco populares, con el fin de permitir que el tren de sus economías mantengan su marcha. Para el economista Pablo Bustamante, lo que ha vivido la región se puede catalogar como las reformas y contrarreformas económicas, ubicando en un lado a México y en el otro a Chile, respectivamente.
El país azteca inició en el 2013 una serie de reformas en telecomunicaciones, educación, energética, fiscal, política y judicial, las cuales se venían desarrollando a lo largo de este año.
“El programa de reforma del presidente mexicano Enrique Peña Nieto ha sido formidable, al haberse enfrentado a un fuerte sindicato en el sector petróleo y educación”, anotó.
El sindicato de la petrolera estatal Pemex cedió ante la reforma que incorporará capital privado, con lo cual también espera poner fin a la atmósfera de corrupción, goce de privilegios y despilfarro de las ganancias de Pemex, la petrolera mexicana.
“Lamentablemente este aniquilamiento de estudiantes por un grupo paralimitar ha complicado la gestión de Peña Nieto, pues sus enemigos políticos que estaban afectados por la reforma van a tratar de detenerla”, comentó el economista.
En el caso de Chile, su presidenta Michelle Bachelet, quien asumió el gobierno el 11 de marzo de este año, emprendió una reforma tributaria con un aumento de los impuestos de 20% a 27% para las grandes empresas, despertando la preocupación de los inversionistas sureños.
Ahora está iniciando una reforma laboral que apunta a fortalecer a los sindicatos, al buscar extender la cobertura de la negociación colectiva.
REFORMA TRIBUTARIA
Al igual que Chile, Colombia también apostó por subir los impuestos, y no solo eso, sino que creó el denominado “impuesto a la riqueza” –aunque el presidente colombiano Juan Manuel Santos prefiere llamarlo “impuesto contra la pobreza”– para que los más ricos tengan mayor carga tributaria.
El objetivo es recaudar más para sostener la inversión pública y el gasto social, en un entorno de reducción del precio internacional del petróleo.
Roberto Flores, gerente de Estrategia y de Estudios Económicos de Intéligo SAB, considera que el gobierno colombiano cada vez es más consciente de que las perspectivas del precio del petróleo son relativamente negativas, cuya recuperación se prevé recién a fines del 2015 o en el 2016.
“Definitivamente entre los cuatro países de la Alianza del Pacífico, Colombia es el más afectado al ser un exportador neto de petróleo, por lo que sus ingresos fiscales dependen mucho del hidrocarburo”, explicó.
En cambio, México al estar más diversificado tiene suficiente margen para contrarrestar el efecto negativo. “Chile y el Perú son economías importadoras de petróleo, y se espera que esta tendencia a la baja se traslade en menores precios internos de los combustibles”, refiere Flores.
Ecuador también ha logrado reducir en parte su fuerte dependencia del petróleo, al impulsar su industria pesquera, agrícola, entre otros sectores. Sin embargo, en este año el gobierno ecuatoriano siguió adoptando medidas proteccionistas al restringir el ingreso de productos agrícolas y de manufactura del Perú y Colombia.
El embajador de Ecuador en Perú, José Sandoval, dice que “aunque hubo dificultades este año por problemas de regulación de ingreso de ciertos productos peruanos a su país, esto se ha superado".
Pero la política contraria al libre mercado persiste. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, anunció la semana pasada el alza de los aranceles a la importación de bienes del Perú y Colombia, a modo de defensa al ser una economía dolarizada y verse amenazada por la caída del crudo.
El argumento radica en que al devaluarse las monedas del Perú y Colombia, a los exportadores de estos países les resultaría más barato enviar productos a Ecuador, y como este país no puede hacer política monetaria, opta por encarecer la importación para no afectar su balanza comercial.
Pese a que los países de América Latina han ejecutado cambios medianamente drásticos, estos podrían resultar tardías, prueba de ello es el ajuste que el Fondo Monetario Internacional (FMI) hizo a sus proyecciones de crecimiento económico de América Latina y el Caribe en este año, de una tasa inicial de 2,5% a su más reciente de 1,3%, siendo el ritmo positivo más bajo de los últimos 10 años, a excepción del 2009 cuando cayó en 1,5% al ser golpeada por la crisis financiera internacional. Sin embargo, mas vale tarde que nunca.
En el caso de los paquetes económicos lanzados por el gobierno peruano durante el 2014, Carlos Paredes, director de Intelfin, manifesta que han sido positivas en cuanto a la rebaja del Impuesto a la Renta para las empresas y personas, marcando un polo opuesto a las acciones de Chile y Colombia.
También observa como favorable el nuevo régimen laboral juvenil para formalizar el empleo, pero remarcó que las fuerzas políticas contrarias a la norma deben “entender que esa ley es necesaria”.
Aunque el ministro de Economía, Alonso Segura, prevé que con el conjunto de medidas la economía peruana podrá crecer en 5% en el 2015, Paredes tiene dudas de que eso suceda.
“El PBI cerrará el 2015 entre 3,5% y 4% si es que no ocurriera un Fenómeno El Niño u otro evento de una crisis externa. Hay que entender que el superciclo de los altos precios de los minerales –que antes impulsó la economía– ya se acabó”, remarca Paredes.
CRISIS AGUDA
En la otra orilla, se encuentran Argentina y Venezuela, las que continuan con malas actuaciones, lo que podría desencadenar una crisis económica más profunda en el 2015.
Javier Zúñiga, catedrático de la Universidad de Lima, indica que la crisis del no pago de la deuda por los denominados ‘fondos buitre’, su creciente inflación y una caída estimada de 1,9% de su economía en este año, la hace más vulnerable a un ‘default’ insostenible.
“Además Argentina está en medio de un proceso electoral. Si no hace cambios en su economía, no le irá nada bien”, anota.
En el caso de Venezuela, su decisión política de no devaluar su moneda más temprano que tarde le pasará la factura a medida que el precio del petróleo caiga a niveles que ya no pueda tolerar el gobierno de Nicolás Maduro, indica el presidente de Maximixe, Jorge Chávez.
En definitiva, América Latina ha podido superar el contexto internacional desfavorable. Pero el 2015 se avizora con grandes retos con la recuperación de la economía estadounidense, lo que podría encaminar una eventual salida de las inversiones desde los países emergentes hacia Estados Unidos. Por ello, no sería raro volver a ver nuevas reformas o ajustes económicos en el transcurrir del próximo año.