Una situación insólita y de ribetes preocupantes, hasta ahora sin solución, aqueja desde hace unos meses a la sede de la Presidencia de la Nación. En efecto, la vida cotidiana de los habitantes de la Casa Rosada viene siendo acompañada por la presencia de una figura fantasmagórica cuya aparición no ha logrado hasta ahora una explicación sensorial.
Según pudo saber este diario, como frente a otros imprevistos, la administración K optó en un primer momento por esperar a ver si el llamativo fenómeno esotérico se desvanecía. Pero lejos de ello, la presencia del fantasma ha ido mostrando un inquietante in crescendo, lo cual ha derivado en enojos de la presidenta de la Nación y consecuentes recriminaciones a su equipo de colaboradores.
La Dirección de Protocolo y Ceremonial del palacio presidencial consultó a reconocidos expertos en Parapsicología, lo que ha originado la asignación de una partida especial, en principio no prevista en el Presupuesto Nacional 2015. La directiva terminante de CFK es terminar cuanto antes con este problema y cerrarle el paso a toda posibilidad de difusión pública (objetivo ya frustrado con la publicación de esta nota).
Las opiniones están divididas en el elenco presidencial, entre los que adhieren a la opción de salir a cazar fantasmas y los que se inclinan por profundizar el camino siempre arduo de las investigaciones paranormales. Aunque parezcan cosas parecidas, señaló un consultor contratado, las dos cosas no representan lo mismo. “La cacería de fantasmas busca encontrar pruebas de vida después de la muerte, basadas en la actividad paranormal, y desterrarlas con métodos drásticos. En cambio, la investigación persigue la búsqueda de las causas profundas del fenómeno”, dijo el experto consultado por este diario, hoy al frente de las pesquisas en Balcarce 50.
En contactos ultra confidenciales con Francisco y sus colaboradores, la respuesta del Vaticano, ante la recurrencia del fantasma habría sido “recen, recen mucho, no dejen de rezar”, de acuerdo con la misma fuente gubernamental.
Un ministro sugirió radicar una denuncia en la Justicia, alternativa que a poco de andar fue descartada por dos factores: la imposibilidad de accionar contra una persona física o jurídica y por el clima enrarecido que en estos días anida en el Poder Judicial con respecto al poder político.
El camino de legislar una ley express prohibiendo la actividad fantasmal, promovida por operadores de La Cámpora, tampoco aparece como un principio de solución a esta crisis de carácter extrasensorial.
Otro sector consultado, en el mayor de los sigilos, ha sido la dirigencia de River Plate, o Riber Plate a los efectos parasensoriales, la que habría recomendado un cambio de staff para alejar los fantasmas, receta que no ha agradado, como era de esperar, al elenco gobernante. Por obvias razones, no se cursó consulta alguna a Independiente de Avellaneda, conducida por el archienemigo Hugo Moyano. También fue descartada, por inútil, cualquier consulta a Boca Juniors, ya que nunca se enfrentó con el fantasma de la B.
Lo cierto es que cuando le resta aún un año de mandato, la Casa Rosada y sus ocupantes no le encuentran solución a la molesta convivencia con el fantasma del descenso.
*Estimado lector: Este artículo es nuestra acostumbrada entrega del Día de los Inocentes. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia