A cuatro días que el Gobierno envíe al Congreso el proyecto de ley de Reforma Laboral, la ministra del Trabajo, Javiera Blanco, acelera las reuniones con los actores involucrados en el proceso productivo.

La secretaria de Estado se reúne este viernes con la mesa directiva de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), instancia donde se abordarán los contenidos finales de la reforma.

Según publicó El Mercurio, la iniciativa ampliaría la cobertura de la negociación colectiva, reconocería la titularidad del sindicato en la negociación colectiva en la empresa, ampliaría el derecho a información de los sindicatos y mejoraría el estándar de negociación.

A pocas horas de esta reunión clave, el diputado miembro de la comisión de Trabajo, Gabriel Boric, señaló a Radio Universidad de Chile que en esta etapa de la discusión se pone a prueba la decisión del Gobierno frente a las amenazas de algunos empresarios: “Claramente ha habido una actitud algo ambigua en el Gobierno en las últimas semanas ante una arremetida de presión empresarial. Los dichos del señor Andrés Santa Cruz o del señor Hermann von Mühlenbrock, en el fondo, dan cuenta que el empresariado está reticente a una reforma. Hay que ver quién tiene el timón en este país, si lo tiene efectivamente el Gobierno o si al final del día estos recados de los empresarios terminan afectando las políticas públicas que se impulsan, en particular algo tan sensible y necesario como una reforma laboral en Chile”, dijo.

El miércoles 24 pasado el Gobierno sostuvo una reunión con los máximos representantes del empresariado, instancia donde se les reafirmó la idea de avanzar con cambios en materia sindical y que las peticiones de flexibilidad horaria quedarían pendientes.

En este escenario, Andrés Santa Cruz, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), reiteró sus reparos al proyecto ante la ministra Javiera Blanco y el titular de Hacienda, Alberto Arenas.

“No va en la dirección correcta, por lo tanto, hemos reiterado nuestro punto de vista. Lo que sí se nos ha manifestado es que quedamos de acuerdo en conocer el proyecto de ley, toda vez que hay algunas materias pendientes y que aún no están definidas y por lo tanto, una vez conocido el proyecto de ley, vamos a pronunciarnos en forma definitiva”, señaló.

Hubo temas de la agenda de negociaciones que no fueron acogidos por el Gobierno. Desde la CUT se había planteado abordar los problemas que genera el multirut, pero esto quedó resuelto por una ley en el Congreso.

El despido por necesidades de la empresa o sanciones a las prácticas antisindicales tampoco fueron acogidos por los ministros de Hacienda y Trabajo.

En este escenario, el diputado Gabriel Boric también puso el acento en la importancia de sacar el reemplazo en huelga y restituir un derecho a los trabajadores sindicalizados: “En Chile hoy día no existe derecho efectivo a huelga y creo que si ese punto no se toca, sin letra chica, la verdad estaríamos hablando de una reforma laboral totalmente a medias”, advirtió.

Desde el mundo empresarial han señalado que esta es una reforma que afectaría el empleo. La afirmación fue rechazada por el Gobierno y la senadora DC Carolina Goic, quien afirmó que hoy se vulneran los derechos de los trabajadores y que por ello esta reforma viene a poner equilibrios en las relaciones laborales en nuestro país: “La existencia de grupos negociadores a la par del sindicato, la posibilidad de despedir o situaciones de abuso o más bien de imposición de decisiones. Yo espero que esta reforma, efectivamente, sea un mecanismo efectivo para fortalecer la capacidad de sindicalización, respetando la libertad en eso, que existe consagrada en nuestra Constitución”, señaló.

El Gobierno se comprometió a ingresar el proyecto de reforma el lunes 29 de diciembre. Hasta ahora, la ronda de conversaciones con empresarios y trabajadores no ha encontrado consensos con los directivos del empresariado y sí algunas señales de acuerdo con la dirigencia de la CUT.