Las reservas de divisas de Rusia se situaron por primera vez desde 2009 por debajo de la marca de los 400.000 millones de dólares, informó el banco central en Moscú. Las reservas del país, muy dependiente de la venta de materias primas, sobre todo del petróleo, se sitúan en 398.900 millones de dólares (unos 327.000 millones de euros). Aunque todavía se cuentan entre las mayores del mundo, han caído en 15.700 millones de dólares solamente entre el 13 y el 19 de diciembre.
El ministro de Finanzas, Anton Siluanov, subrayó que la caída ya ha sido frenada. “Estamos viendo una tendencia a que el rublo se fortalezca”, indicó. Tras llegar a un récord de mínimos la semana pasada, la moneda volvió a subir tras la intervención del gobierno.
Simultáneamente, cada vez más grandes empresas privadas y públicas piden garantías, créditos y otras ayudas ante el temor de que haya impagos. Entre ellos por ejemplo la petrolera Rosneft, el VTB Bank y la aerolínea Transaero. El gobierno ofreció ayudas procedentes del fondo de bienestar nacional, que actualmente cuenta con cuatro billones de rublos (unos 63.000 millones de euros).
Rusia atraviesa una crisis económica debido a las sanciones occidentales por el conflicto con Ucrania y la fuerte caída del precio del petróleo. El presidente del país, Vladimir Putin, señaló que además de los factores externos la crisis se debe a problemas económicos internos, por lo que la situación ofrece una oportunidad para una “renovación” nacional. También elogió las medidas tomadas por el gobierno para hacer frente a los desafíos.
Las reservas de Rusia en oro y divisas cayeron debajo de los 400.000 millones de dólares por primera vez desde agosto del 2009, dijo el banco central el jueves, tomando los datos hasta el 19 de diciembre.
El banco central ha invertido más de 80.000 millones de dólares para defender al rublo este año, ya que una brusca caída de los precios del petróleo y las sanciones occidentales por la crisis en Ucrania han provocado una fuerte depreciación de la moneda rusa, amenazando a la estabilidad financiera.
El banco ha expandido sus operaciones de acuerdos de recompra de divisas en respuesta a la inestabilidad del mercado, ofreciendo moneda extranjera a los bancos por períodos de una semana, 28 días y un año, a fin de atenuar la escasez de dólares y euros.
Los analistas dijeron que alrededor de 5.000 millones de dólares de la caída de 15.000 millones de dólares registrada en la semana al 19 de diciembre se debieron a intervenciones para apuntalar al rublo, mientras que unos 7.000 millones de dólares se explicaron en función de divisas prestadas a los bancos como parte de las operaciones "repo".
Como esas divisas regresarán al banco central en el futuro, las reservas podrían recuperar algo de las pérdidas en el corto o mediano plazo, dijeron, agregando que el resto de las pérdidas probablemente se explicaron por cambios en el valor de las tenencias en moneda extranjera del organismo monetario.
De acuerdo con los datos del banco central, las reservas se ubicaban en 398.900 millones de dólares en la última semana, una fuerte baja desde 414.600 millones de dólares en la semana anterior.
(reporte de Alexander Winning, Elena Fabrichnaya y Vladimir Abramov/Editado por Gabriel Burin)
Las reservas de divisas de Rusia se situaron por primera vez desde 2009 por debajo de la marca de los 400.000 millones de dólares, informó el banco central en Moscú.
Las reservas del país, muy dependiente de la venta de materias primas, sobre todo del petróleo, se sitúan en 398.900 millones de dólares (unos 327.000 millones de euros). Aunque aún se cuentan entre las mayores del mundo, han caído en 15.700 millones de dólares solamente entre el 13 y el 19 de diciembre.
El ministro de Finanzas, Anton Siluanov, subrayó que la caída ya ha sido frenada. "Estamos viendo una tendencia a que el rublo se fortalezca", indicó. Tras llegar a un récord de mínimos la semana pasada, la moneda volvió a subir tras la intervención del gobierno.
Simultáneamente, cada vez más grandes empresas privadas y públicas piden garantías, créditos y otras ayudas ante el temor de que haya impagos. Entre ellos por ejemplo la petrolera Rosneft, el VTB Bank y la aerolínea Transaero. El gobierno ofreció ayudas procedentes del fondo de bienestar nacional, que actualmente cuenta con cuatro billones de rublos (unos 63.000 millones de euros).
El presidente del país, Vladimir Putin, señaló que además de los factores externos la crisis se debe a problemas económicos internos, por lo que la situación ofrece una oportunidad para una "renovación" nacional. También elogió las medidas tomadas por el gobierno para hacer frente a los desafíos.
En una larga conferencia de prensa en Moscú, a Vladimir Putin le preguntaron sobre su situación como el soltero más codiciado de Rusia. Vestido con un traje impecable y corbata morada, el presidente y ex agente de la KGB tranquilizó a su audiencia asegurando que estaba enamorado de alguien y que su amor era correspondido.
En la semana en que el rublo se derrumbó y el banco central subió las tasas de interés, Putin dio respuestas similarmente vagas cuando se refirió a cómo piensa sacar a Rusia de su peor agitación económica desde 1998.
Advirtió al pueblo ruso que deben prepararse para dos años de privaciones y sugirió que después de 15 años en el Kremlin, finalmente la economía se podrá diversificar para evitar depender tanto de la energía, las materias primas y las industrias militares.
Putin se mostró feroz y desafiante, culpando por los problemas económicos rusos a las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea, y atribuyendo la crisis con Ucrania a los intentos de la OTAN de cortarle las garras al oso ruso.
"A veces creo que sería mejor que nuestro oso se quedara quieto, en vez de perseguir cerdos por todo el bosque. Quizás así lo dejaran en paz. Pero no lo harán. Porque siempre tratarán de encerrarlo y cuando lo logren, le sacarán los colmillos y garras", aseguró Putin.
Detrás de esa vívida imagen del bosque siberiano, el ánimo del séquito de Putin era sombrío. Tras el derrumbe del rublo hubo un aleccionador reconocimiento de la realidad casi de la noche a la mañana.
"El ministro de Finanzas estaba calculando qué tipo de cambio del rublo pondría el presupuesto en rojo. Pero empezamos a pensar qué tipo de cambio del rublo implicaría el fin de Vladimir Vladimirovich [Putin]", contó un pariente de un allegado al presidente.
"No hay tiempo. Tenemos que actuar y drásticamente", aseguró Vladimir Milov, ex viceministro de Energía convertido en político de la oposición, advirtiendo que Rusia está atrapada en una crisis de liquidez y de deuda, una crisis presupuestaria y una crisis de confianza inversora. "Desde el punto de vista político, un cambio en el gobierno y en el liderazgo del banco central no ayudará porque las tres crisis son obra de un mismo hombre, el actual presidente." escribió en su blog. "Su renuncia es indispensable para superar estas crisis porque, tras 15 años en la conducción" ya no hay confianza en él.
Salvo Milov y otros liberales que se oponen a Putin, son pocos en Rusia los que creen que la crisis del rublo quitará del poder al presidente. "No hay una oposición viable. Putin hizo bien en asegurarse de que no la hubiera." aseguró un ex funcionario del Kremlin. "Ahora la pregunta es cómo reorganiza su presidencia una vez más para adaptarla a la nueva normalidad". La palabra "normalidad" no existe en el léxico de miles de rusos que la semana pasada acudieron en manada a los bancos para comprar dólares y euros frente a la caída del rublo. La moneda rusa llegó a caer 36%.
Otros rusos, temiendo perder la oportunidad de comprar dólares a un tipo de cambio favorable, convirtieron sus rublos en bienes tangibles. Se volcaron a los comercios de artículos electrónicos y locales de Ikea. Pero la volatilidad del rublo era tal que las compañías cerraron sus tiendas online para recalcular sus precios.
"Cuando hay una enorme corrida bancaria es porque estamos en el peor momento", dijo Oleg Kouzmin, ex funcionario del banco central que ahora se desempeña como economista en el banco de inversión Renaissance Capital.
Las condiciones para que se derrumbe el rublo hace meses que están presentes. Entre ellas se encuentran la pronunciada caída del precio del petróleo, la principal exportación de Rusia; las sanciones occidentales, que no permiten a las empresas rusas refinanciar fácilmente su deuda externa; y la constante pérdida de confianza en el panorama económico, lo que lleva a las compañías a congelar las inversiones.
Los arraigados defectos del estado de derecho y la corrupción contribuyeron a la fuga de capitales. Se calcula que los capitales que saldrán de Rusia se duplicarán este año a u$s 134.000 millones, según el banco central. La certeza de que hay una profunda recesión y existe la posibilidad de más fluctuaciones cambiarias sugieren que la tendencia continuará en 2015.
Lo que podría beneficiar más a la economía rusa, aún más que una suba en los precios del petróleo, es un levantamiento de las sanciones occidentales, "que gradualmente secaron la liquidez de dólares y la vida económica rusa; funcionaron como una boa constrictora", aseguró Timothy Ash, economista jefe de mercados emergentes en Standard Bank.
Pero los líderes de EE.UU y la UE dejaron en claro la semana pasada que no las levantarán a menos que Rusia ponga fin a lo que Occidente ve como una desestabilización de Ucrania lograda mediante apoyo armado de los separatistas rusos. Hay indicios de que Rusia está repensando su comportamiento, pero no queda claro cómo Putin podría hacer concesiones que satisfagan a los gobiernos occidentales sin dañar su presidencia. Desde las protestas prodemocracia de fines de 2011, el aparato de poder de Putin adoptó un fuerte nacionalismo anti Occidente que le quita espacio de maniobra.