Ray Dalio es toda una referencia del mundo financiero. A sus 61 años ha logrado amasar una buena fortuna luego de fundar Bridgewater Associates, una de las principales firmas de gestión de inversiones a nivel mundial.
Y es que Ray Dalio tiene como norma en su empresa algo llamado “la transparencia radical”, lo cual significa que todas sus reuniones y entrevistas son grabadas y archivadas, animando a todos los empleados de todos los niveles a criticarse unos a otros.
A cada empleado se le da una copia de un manual de 123 páginas sobre el liderazgo, escrito por el propio multimillonario.
Dentro de ese manual hay una sección donde describe los hábitos que él mismo cree que le sirvieron para pasar desde una infancia de clase media-pobre a una de las personas más brillantes y poderosas del mundo de las finanzas.
Según el boletín Pymex, ¿qué consejos deja dicho millonario?
Trabajar para uno mismo: Dalio dice que odiaba la escuela porque no veía aplicaciones útiles para todas aquellas cosas que debía memorizar. El tenía claro que no quería ser pobre. Quería tener éxito. Y era consciente de que para tener éxito, debía tener motivación. Y para estar motivado, era consciente de que debía trabajar para sí mismo.
Comenzó a repartir periódicos y cortar el césped de los vecinos para ganar un dinero extra, y a los 12 años se le abrió el apetito por el mercado de valores, haciendo ya su primera inversión.
Rodearse de personas inteligentes: Cualquier persona, desde un famoso inversor hasta tu peluquero, te pueden dar un buen consejo, cada uno en su campo.
Pero si eres capaz de averiguar cómo piensan las personas que han tenido éxito, descubrirás que todas ellas tienen muchas cosas en común, así como las personas poco inteligentes, también tienen unos pensamientos muy comunes. Tú decides de quién quieres aprender.
Ser cuidadoso con el exceso de confianza: Tanto si hablamos de negocios como de inversiones, Dalio ha convertido a su empresa en la más grande del mundo en su campo, porque ha disminuido su riesgo tanto como le ha sido posible antes de tomar una decisión.
De la misma forma, las mayores caídas vienen a raíz del exceso de confianza. Y por tanto, también debemos limitar ese exceso de confianza.
Reflexionar sobre cómo se toman las decisiones: Dalio dice que aprender a apreciar el fracaso desde el principio fue muy valioso para él. Si no te paras a analizar qué decisiones son las que te han conducido a obtener un resultado de éxito o de fracaso, corres el peligro de tomar decisiones a ciegas, donde los resultados dependerán exclusivamente de la suerte.
Son hábitos muy sencillos que cualquiera puede adquirir, aunque por algún motivo, a pesar de los conocemos, apenas nadie se los aplica en la práctica.
