Para Víctor Bachetta, uno de los dirigentes del movimiento Uruguay Libre, "hay un exceso notorio" en la cantidad de información que se mantiene como reservada y por ese motivo el movimiento evaluará, tras la feria judicial, volver a solicitar el acceso a los datos.
Los ambientalistas obtuvieron este mes que un Tribunal de Apelaciones ordenase la entrega de la información sobre el enorme proyecto minero que apunta a extraer hierro de cinco yacimientos de la zona de Valentines, donde confluyen Durazno, Florida y Treinta y Tres. La información facilitada está contenida en 190 páginas aunque lo declarado como reservado supera las 4.000 páginas.
La información declarada reservada son 12 CD con datos geológicos, análisis de mercado, certificados de laboratorio, datos sobre la planta de beneficiamiento (en la que se separaría la roca del hierro) y sobre la infraestructura del proyecto minero, además de informes de consultoras internacionales.
Un escrito redactado por María Noel Morales, de la Unidad de Evaluación, Gestión y Control de Proyectos Mineros de la Dirección Nacional de Minería dice, a modo de justificación, que "la sumatoria de los elementos mencionados constituye el "negocio" de la empresa y por ende debe ser mantenido en reserva, puesto que la divulgación del mismo puede ser utilizada por un competidor". "También son provenientes de una importante inversión en estudios, los cuales tienen valor en sí mismos, de modo tal que la empresa o el Estado podrían obtener un rédito por dicha información, motivo por el cual también constituyen un secreto comercial", agrega el documento. Las bases de datos, la cuantificación y clasificación de recursos, considera la técnica, es parte del capital de la empresa y por lo tanto son un secreto comercial e industrial.
Objeciones
Los ambientalistas tienen varias objeciones técnicas a la información que sí facilitó Aratirí; bajó drásticamente la estimación de reservas de las cinco minas que pretende explotar de 2.500 millones de toneladas a 764 millones, no especifica el destino que dará a la hematita (que también es óxido de hierro y que tendría valor comercial) y niega la posibilidad de drenaje ácido de las rocas que los ambientalistas creen que es una posibilidad real. También critican el plan de cierre de las minas porque dejan las pilas de estériles (mineral extraído) de 100 metros de alto expuestas al viento y la lluvia que pueden llevar ese polvo a grandes distancias.
Bachetta consideró que la reducción de la estimación de las reservas de hierro es realista pero que el Estado debe evitar, si finalmente compra los datos, pagar un sobreprecio por ellos. En los folletos que publicó Aratirí se señalaba que las reservas eran de 2.500 millones y no de 764 como dice ahora.