Antonia Eyzaguirre
El precio del mineral que más recursos aporta al fisco chileno dejó atrás el período de boom y en los próximos dos años no se verían mejoras sustanciales.
El Banco Central, la semana pasada, proyectó en el Informe de Política Monetaria (IPoM) que en 2015 el cobre promediará US$ 2,95 la libra, mientras que en 2016 registraría un valor de US$ 2,85.
Álvaro Merino, gerente de estudios de la Sonami, dice que el próximo año se espera un superávit en el mercado del metal rojo, que el Grupo Internacional de Estudios del Cobre estima en 400 mil toneladas, lo que hará que el precio del metal tienda a la baja. Explica que el fin del estímulo monetario de la Reserva Federal de Estados Unidos fortalece al dólar, lo que afecta el precio de los commodities expresados en esta moneda y presiona a la baja su cotización. "Un aumento en la tasa de interés por parte de la Fed, que se espera ocurra a partir del segundo semestre del 2015, también fortalece al dólar y le resta atractivo a los commodities metálicos como alternativa a los activos financieros", dice.
Por estos factores, en la Sonami estiman que en 2015 el precio del cobre se situará en un rango entre US$ 2,9 y US$ 3,1 por libra, aunque esta proyección tiene ciertos riesgos asociados al comportamiento de la economía mundial, especialmente de EE.UU., Europa y China, el principal consumidor de cobre del mundo.
Merino indica que hacia 2017 se debería revertir el superávit del mercado, y el déficit impulsará nuevamente el precio del metal al alza.
El presidente ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino, estima que el valor del cobre el próximo año y en 2016 estará en torno a US$ 3 por libra.
Aun así, señala que a más largo plazo el precio del metal debería rondar los US$ 2,8.
"Entre los factores que están moviendo las expectativas sobre precio del cobre está el arrastre que provocó la caída del precio del petróleo sobre los demás commodities , pero estimamos que solo tendrá un efecto transitorio", puntualiza.
Villarino añade que la desaceleración en China -sumada a la recuperación de EE.UU. y a las dificultades para concretar proyectos mineros, que se agrega a las políticas de control de costos de las empresas mineras- va dando origen a tendencias más estructurales del precio.