Por Martín Dinatale.
Apenas unas 24 horas después de que en el recinto del Senado se diera media sanción al polémico acuerdo firmado entre la Argentina y China para la instalación de una estación espacial de los chinos en Neuquén, el oficialismo apuró la aprobación en comisión de tres nuevos convenios de cooperación económica y de inversiones que otorgan bastantes beneficios a Pekín.
Los nuevos convenios aprobados por nueve senadores kirchneristas contemplan un plan de acción en materia de comercio e inversiones chinas en la Argentina que prevé, entre otras cosas, la adjudicación directa para proyectos de infraestructura del sector público, acceso inmediato de financiamiento de bancos de China y facilidades en materia de permisos de residencia y trabajo para la ejecución de las inversiones planeadas.
En un trámite que no duró más de 45 segundos en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, el oficialismo en pleno y sin presencia de legisladores de la oposición aprobó el jueves pasado los tres convenios con China que detallan buena parte de los acuerdos que habían firmado los presidentes Cristina Kirchner y Xi Jinping cuando éste visitó la Argentina. Este dictamen será discutido por el pleno del Senado en la última sesión del año el lunes 29 de este mes para que la Cámara de Diputados los trate en el caso de que haya llamado a sesiones extraordinarias.
La celeridad en el trámite de aprobación de esos acuerdos llamó la atención a varios senadores de la oposición que no pudieron estar presentes en la reunión de la Comisión de Relaciones Exteriores.
"Hay que leer con lupa y mucho detenimiento esos acuerdos después de todo lo que mostró que está dispuesto a hacer el kirchnerismo", comentó a LA NACION un destacado senador radical. Se refería de esta manera al tratado firmado entre China y la Argentina que aprobó el Senado la semana pasada y derivó a la Cámara de Diputados para avalar de una vez la instalación de una estación espacial en Neuquén que contempla, entre otras cosas, la exención impositiva de los chinos por 50 años y dos anexos de ese acuerdo que son secretos.
Sin embargo, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, el kirchnerista Ruperto Godoy, explicó a LA NACION que los convenios avalados "no tienen nada raro y sólo responden a los acuerdos que firmaron los presidentes que contemplan todos los mecanismos de inversiones y cooperación entre China y la Argentina para profundizar las relaciones bilaterales".
Según se puede observar en los tres nuevos convenios que avaló el oficialismo en la Comisión de Acuerdos se prevé, por ejemplo, que en los planes de cooperación china en materia de infraestructura "las adquisiciones en el marco de los proyectos del sector público podrán efectuarse a través de la adjudicación directa siempre que estén sujetos a financiamiento concesional de la parte china y que la adjudicación se realice en condiciones ventajosas de calidad y precio".
Por otra parte, en los proyectos de inversión industrial y de infraestructura que se prevé concretar en los próximos cinco años está previsto un plan de facilidades "para la realización de actividades lucrativas, ya sean laborales o profesionales, como empleados en condiciones de igualdad con los nacionales del Estado receptor, siempre que se hubieran concedido los permisos de residencia y de trabajo necesarios".
En cuanto a la financiación de estos acuerdos por parte de China, uno de los convenios prevé que se "brindará activamente a la Argentina los servicios de seguro de crédito relativos al financiamiento por parte de los individuos o entidades financieras residentes en China de conformidad con los esfuerzos conjuntos con la Argentina tendientes a lograr la calificación más ventajosa en materia de riesgo soberano".
Los proyectos de inversión conjunta prevén desarrollar en sectores de la industria del gas, petróleo, energía nuclear, hidroeléctrica y biocombustibles. También en industrialización e inversión en minería, proyectos de modernización industrial y actividades de la agricultura.
El paquete de pedidos del gobierno de China por prestarle dólares al Gobierno en este semestre tiene hastiados a los senadores, quienes deben iniciar el tratamiento de las leyes exigidas por el gigante asiático.
Como explicó LPO, la semana pasada el Senado aprobó la polémica construcción de una base espacial en Neuquén y un convenio comercial, impuesto en la comisión de relaciones exteriores.
Pero no todos fueron triunfos para los chinos: en la sesión del 10 de diciembre, Miguel Pichetto cajoneó un convenio de extradición con China, por pedido de la oposición.
El proyecto ya tenía dictamen de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, pero cuando fue puesto en tratamiento el socialista Rubén Giustiniani pidió abstenerse con un argumento que logró conmover al oficialismo.
“China contempla la pena de muerte por lo tanto pedimos abstenernos”, propuso. Carlos Marino, de la UCR; y Liliana Negre de Alonso, del peronismo federal se sumaron a la abstención.
Y sorprendentemente Pichetto reculó. “Pedimos la postergación del tratamiento de ese tema”, le plantó a Gerardo Zamora, que presidía la sesión.
Tan desapercibido pasó el cajoneo que el expediente figura como sancionado en la página web del Senado, tal vez para distraer a los chinos, atentos a la devolución de favores.
Pero fuentes de la Comisión de Relaciones exteriores confirmaron que fue cajoneado. “Ni siquiera vuelve a comisión. Está en secretaría a la espera de una definición”, explicaron.