Los últimos días del 2014 Sebastián Piñera ha aprovechado de reencontrarse con antiguos colaboradores de su Gobierno.

Hace algunos días, en la casa de una asesora se reunió un reducido grupo, y aunque fue una reunión de amigos, la consigna es: “volveremos”.

El cierre de año estaba planificado desde hace meses, e incluyó un publicitado encuentro en el lago Ranco junto  a presidentes de partidos de la Alianza y ex ministros, además de una ronda de entrevistas con diarios y y canales de televisión en las que el ex mandatario arremetió con dureza contra la administración de Michelle Bachelet, lo que desató una fuerte respuesta desde La Moneda.

El ex mandatario además tomó distancia de una eventual candidatura presidencial, argumentando que no es tiempo de hablar de esa carrera, pese a que ya tiene posibles rivales en su sector, como el senador RN Manuel José Ossandón.

Pese a ello, la figura de Piñera sigue generando adhesión en gran parte de la centroderecha. Prueba de ello es que han sido varios los ex funcionarios de su Gobierno los que han peregrinado hacia las oficinas del ex mandatario para solicitar apoyo de cara a las elecciones municipales del 2016.

Entre las cartas que se ven con buenos ojos desde el entorno de Piñera para esa contienda están la ex ministra Cecilia Pérez, el ex subsecretario de Obras Públicas Lucas Palacios y los ex intendentes Andrés Molina, José Durana y Claudio Radonich, entre otros.

El mensaje desde el círculo del ex Presidente a quienes han planteado sus intenciones es resolver primero internamente en sus respectivos partidos el procedimiento para lanzar sus candidaturas.

Lo que viene

La misión del 2014 era contener los intentos de “destrucción” desde el Gobierno de Bachelet a la obra de Piñera, dicen cercanos al ex mandatario. Ahora, en cambio, el objetivo es comenzar a retomar lentamente un perfil de mayor protagonismo, pero primero se enfocará al escenario internacional, siguiendo su despliegue de los últimos meses.

Ese paso lo concretará con una visita a Venezuela a María Corina Machado, líder opositora a la administración del Presidente Nicolás Maduro.

Hace algunas semanas Piñera firmó una carta junto al ex jefe de Gobierno de España, José María Aznar, cuestionando las medidas que la administración de Maduro aplicó contra la dirigente.

El segundo paso será en marzo, a un año de haber dejado La Moneda. Para ese mes se está trabajando en la confección de un seminario político, al que se pretende invitar a figuras del extranjero para el debate.

El encuentro marcará formalmente el inicio del año para el ex Presidente y sus colaboradores.

El tercer foco será apostar a mediano plazo a ampliar la Alianza como coalición opositora, una fórmula que ya le dio resultado para la elección que lo llevó a La Moneda en enero del 2010, cuando venció a Eduardo Frei Ruiz-Tagle.

En esa ocasión Piñera consiguió el respaldo de fuerzas externas a la Alianza que bautizaron temporalmente a la Coalición por el Cambio, que incluyó a ChilePrimero.

Ahora, la estrategia apunta a sumar al PRI, que ha tenido favorables experiencias en las municipales, y a Movilidad Popular, organismo integrado, entre otros, por el ex seremi de Educación de su Gobierno, Alan Wilkins, movimientos que fueron invitados al encuentro de Ranco hace dos semanas.

Así, el objetivo es también convocar al mundo independiente, sobre todo en momentos en que el denominado centro político aparece como el sector en que tienen puestos los ojos, tanto desde el entorno de Piñera como en la DC.

Es por ello, según relatan cercanos al ex mandatario, que los planes apuntan a que el ex jefe de Estado no regresará a militar a Renovación Nacional, manteniendo su calidad de independiente.

Ello pese a que hace algunos días la presencia de Piñera en un acto de RN causó sorpresa en las filas del partido, y que sus dirigentes dijeron que el ex mandatario está más cerca de la colectividad.

Con todo, los pasos del ex Presidente, candidato o no, mantienen atentas las miradas no sólo en la oposición, sino también en el oficialismo y el Gobierno.